3. Sin Salida
Algunos cacaburras[1]
cantaban en el árbol que se encontraba cerca de la casa rodante, lo hacían de
forma desquiciante -mala señal- pensó
Bass, aunque todo los días estaban allá pocas veces su cantar era como ahora
diabólicos gritos, así que salió y los espantó con gritos, su corazonada no
tardo en hacerse realidad.
Avanzada la mañana, mientras
arreglaba una moto de un cliente, en el improvisado taller, escuchó el carro de
David Gleeson acercándose a la casa, no se inmutó sino que por el contrario siguió
dándole una sugerencia a un sujeto sentado muy cerca de él, luego le fue
imposible concentrarse en lo que decía, se disculpó, se paró del suelo donde se
encontraba y se sentó a esperar al capitán.
David Gleeson llegó
dando los buenos días y saludando, primero al sujeto que acompañaba a Bass y
luego al mismísimo Bass.
-Creo que tenemos que hablar a solas, si no te
trae desagrado- expuso el Capitán.
El dueño de la moto,
que Bass arreglaba en ese momento, se excusó diciendo que por él no había problema, se despidió, luego se marchó. Bass
limpiándose las manos con un trapo impregnado en gasolina preguntó al Capitán.
-Usted dirá lo que quiere,
¿Pasamos adentro?
– movió las manos indicado dentro del trailer.
-Donde quieras, para mí no hay
problema, –
respondió David de mala gana.
Pasaron a la
desordenada casa, toda la ropa regada por todos lados, Bass recogió algunas
dejando libre un mueble principal en donde se sentó el capitán Gleeson.
-Bueno, ahora sí. Usted dirá- comenzó
hablando Bass.
- No te preocupes- dijo Gleeson tras ver a
Bass un poco alterado- han salido algunos
detalles muy poco claro, pero que son esenciales para determinar lo ocurrido
aquella noche, más que todo manchas de sangre en lugares no apropiados y otras cosas por el estilo, detalles-
finalizó.
-¿Qué quiere decir con esto?- interrumpió
Bass, quien se levantó y de manera inconsciente comenzó a lavar algunos platos
sucios, hecho mucho detergente lo que formó una gruesa espuma que le cubrió los
brazos, él se deshizo de ésta arrojándola contra el fregadero, algo mal
humorado.
- Quizás alguien está haciendo que creamos
algo muy diferente a lo que realmente paso, aún estamos investigando- la impaciencia de Bass aumentó, no estaba
cómodo hablando de esto.
- ¿Y yo qué tengo que ver? ¿Cree qué yo mateé
a Adams y Joe en un ataque de locura?- se volteo y quedo viendo al Capitán
muy fijamente, luego continuo- No nos
hagamos los hipócritas que no tengo paciencia para eso, tú y yo nunca hemos
congeniados, tú sabes que me has llevado a la cárcel varias veces y yo sé que
es allí donde quieres verme, así que ahórrate los eufemismo y dime ¿Qué demonios
quieres?- tiró un plato de la mano y lo pegó en el lavadero.
- No lo tomes así, sólo quiero establecer
patrones, -dijo levantándose y enseñando las palmas de las manos en señal
de que se Bass se detuviera- pero si esta es tu respuesta me retiro, ya hablaremos en otros términos- se
levantó y se retiró de la casa rodante, extrañado un poco por la actitud de
Bass, pensaba que estaba más dispuesto a colaborar con la investigación, empero
que podía hacer esta clase de tipos son todos así, unos patanes a la hora de
hacer cualquier bien.
Bass, se siguió
limpiando las manos y se levantó en la ventana viendo al auto alejarse, veía en
Gleeson un enemigo que en verdad le sería difícil vencer.
En la noche se
hallaban reunidos el Brujo, Mod y Bass sentados en la entrada de la casa
rodante. Discutían lo dicho por cada uno en los interrogatorios. Hasta ahora se
habían salvado pero era cuestión de un traspié para que todos se vieran
descubiertos, el Capitán Gleeson y Jay Hayle, su ayudante, se hallaba muy cerca
de las pistas, todos estaban nerviosos, las cosas iban de mal en peor.
-Tendremos que ideal algo, pero ¿Qué?-
Bass estaba más furioso que de costumbre. Así que se paro montó en su moto y decidió
salir a la ciudad a recorrer los locales, quizás pondrían ponerse en claro. Llegaron
al acostumbrado sitio de Tom, pero esta vez estaban calmados, así lo notó Tom, por
ello no los sacó; sino que por el contrario fue el mismo a ofrecerle los
tragos, corrida la noche, todos de nuevo estaban borrachos acompañados de otros
jóvenes del sitio. Una joven, que se encontraba muy cerca de ellos, comenzó a
pelear con un sujeto, que por el tipo conversación que tenían podría ser el
marido.
- …Sabandija- decía la joven al hombre que
lo acompañaba- tu a mi no me dejas, antes
le digo a tu esposa todo lo que tuvimos, y estoy segura que tu esposa te dejará
muy pronto, esa perra le teme más al qué dirán que a Dios, así que tú decides…-
siguió gritando acrecentando su voz,
hasta llegar a los puños, en el bar de nuevo se prendió la bulla, pero esta vez
la riña se deshizo más rápido, todos los sentados en la mesa de Bass reían y hacían
chistes de lo ocurrido, todos menos Bass que se quedo viendo la escena con
aptitud meditabunda, y sólo al final esbozó una pequeña sonrisa, que parecía
más bien una mueca. Pensaba para sí mismo, esto es lo que necesito para sacarme
a Gleeson de encima, algo con que poderlo sobornar sí algo se descubriera.
Una vez que el “marido” de la joven se hubo ido Bass llamó
a ésta a su mesa, todos quedaron sorprendidos, la sentó muy cerca de él le
brindo una cerveza y comenzó a preguntarle cómo era la cosa, ella se desahogó
con Bass, Mod sabía que algo tramaba esté, no era del tipo de persona que sirve
de confesor jamás, muy por el contrario
sería la última persona a la que recorría sí algo le pasaba. Bass estuvo hablando
con la chica hasta que ésta se calmó, luego decidieron irse los dos, sólo allí
todos exclamaron un.
-¡Ahhhh!- todos sabían que Bass era un sucio, si bien,
por un momento dudaron, se pusieron a jugar pool, la noche sirvió para calmar un tanto a
todos, aunque la reciente muerte de los amigos todavía estaba en el ambiente.
Bass regresó dos
horas después y sólo allí se dio cuenta que una mesa muy alejada se encontraba
sentado el capitán Gleeson y su ayudante, el estado etílico en que se
encontraba se desvaneció de sólo verlos allí, llamó la atención de Mod y el
Brujo señalando hacía los dos extraños visitantes del local. Mod llamó a parte
a Bass y le preguntó:
-¿Qué crees que querrán? ¿Estarán vigilándonos?
¿Sospecharan algo?
- ¡Déjate de paranoias!, que todo está bien,
simplemente están tomando y es todo.
-No, me
parece que quieren acorralarnos.- Dijo Mod un poco nervioso
-Cálmate hombre, no es nada- los dos detectives se levantaron en ese
instante pagaron y se fueron. Bass los siguió con la vista, luego tomó el palo
de pool y siguió tomando.
En la mañana todos levantados
fueron a tráiler de Bass, cuando los dos llegaron vieron salir a la “señorita” que vieron en el bar, se
despidió de ellos de manera sensual, Mod entró y encontró a Bass aún en la
cama, le dijo:
– ¡Levántate!- y lo tomó de la sabana que lo cubría,
- ¿Qué te pasa Mod?- dijo Bass volviéndose
tomar la posición que tenía en la cama.
- El capitán nos volvió a llamar, sospecha
algo Bass, yo te lo dije.
-Es lo mismo, no te preocupes, no hay nada
que pueda involucrarnos, ¡mierda!, pareces un paranoico con delirio de
persecución, apacíguate que nada saldrá mal- dijo Bass, visiblemente
alterado, el Brujo no hablaba, desde que sucedió lo de Adams estuvo muy
callado, esto le preocupa a Bass no quería verse entre rejas por cualquier
descuido de John, así lo interrogó para sondear posibles reacciones.
-¿Y qué piensas tú Brujo?- Le preguntó
Bass inquisitivamente.
- He decidido irme, junto a mi familia, mi madre
quedo muy mal, y bueno… mi mujer me seguirá hasta donde yo valla, aquí ya no
hay para nosotros Bass, deberías también pensarlo y regresar a donde mierda perteneces-
Bass se levantó y le gritó.
- Jamás me iré, ese policía no me echará de
aquí, no pienso huir, si tú quieres irte yo no, así que piénsalo bien, además
yo soy de aquí- pero la respuesta del Brujo fue tajante.
-Todo está decidido, me iré.
-Bueno que te vaya bien- Bass se quedó
viendo por la ventana, la gran planicie rodeaba la gran vía que se perdía en el
horizonte. No lo podía creer, todo estaba aconteciendo muy rápido sin dejar
tiempo para pensar que podría hacer, al menos aún le quedaba Mod, él nunca lo
abandonaría, pero tenía que acabar con esa duda antes que todo estallara en una locura colectiva y él también
estuviera en un estado paranoico.
Se vistió, dejó al Brujo
y a Mod, se montó en su moto y se puso a dar una vuelta por la ciudad, quería
volver a ver a Kim ameritaba relajarse, pero luego lo pensó y no fue hasta
peluquería donde ella trabajaba, sino que por el contrario siguió dando vueltas
por la ciudad y sin darse cuenta llegó a una exclusiva zona de la ciudad, el
sitio estaba compuesto de muchas casas de grandes dimensiones de lo que
llamarían gente bien, seguían el estilo de los primeros asentamientos,
estacionó su moto en un lugar agradable, de allí podía ver gran parte de la localidad,
notó que en las casas que estaban a su
lado se encontraba el auto de capitán Gleeson,
-Que ironía,
tantas partes y terminar aquí- pensó y se quedó observándola, era una casa
grande, de dos plantas, el techo en forma triangular de color café oscuro. Un
pórtico bastante amplio con dos columnas grandes, sobre él grandes ventanales
de madera de igual color al techo que seguramente daban a la habitación
principal, aparentemente según su poco conocimiento de arquitectura, debía ser
muy cara. Este Capitán sabía darse la gran vida, se dijo.
Estuvo un rato
contemplándola, en una pequeña ventana en la parte más alta de la casa, una
persona lo miraba, estaba detrás de unas cortinas, se puso nervioso y hecho la
mirada hacia otro lado, prendió su moto y salió a toda velocidad, el que haya
llegado ahí, no era mera casualidad, tenía en su mente esa idea fija de
presentar al Capitán Gleeson como única persona que posiblemente podría
llevarlo a cárcel. Siguió dando vueltas por la cuidad hasta que llego la noche,
no quiso tomar hoy, así que fue a su casa rodante, se sentía por dentro enfermo
y cansado, sentía un estado febril, todo giraba a su alrededor.
Al llegar allí todo
el lugar le era agobiarte, las paredes de aluminio parecía saltarle encima, se
sintió más mareado, y un ataque de furia invadió su cuerpo, tiro una jarra
encontrada en la mesa, esta estalló contra la pared en miles de fragmentos,
luego tomó la mesa donde aún estaban algunos platos y la volteó con violencia,
se encontró demasiado perturbado y decidió salir, pero la llanura también era demasiado
pequeña para todo lo que sentía, se tomó de los cabellos y pego un grito, se encontraba atrapado en esta situación, cayó
de rodillas y tomó entre sus manos algo de arena y quedó arrodillado así como suplicante de la
Luna por mucho tiempo. El sonido se hacía algo fúnebre por el ulular de ciertos
pájaros nocturnos.
II
Para
el Capitán, que ya para ese momento había redactado el reporte, las cosas no
estaban del todo claras, demasiados huecos en la investigación, los rastros de
sangre no tenían una disposición lógica, faltaban pedazos de la cabeza de Adams
que no se encontraron en ningún sitio, los exámenes post mortem de Joe arrojaban una muerte por asfixia, ¿Qué en verdad sucedió? de nuevo tuvo
que volver a la banda de Bass, los citó a todos de nuevo, uno por uno pasaron
por la sala de preguntas, pero igual que el primer interrogatorio nada pudo sacar,
algo ocultaban. El proceso con Makey tampoco caminaba. Quizás el apresarlo fue
una mala idea.
Jay,
por su parte estaba tratando de buscar testigos del atraco, alguien que haya
podido ver a Joe y Adams momentos antes, pero nadie podía dar indicios de eso,
o por lo menos nadie que ellos pensaran. Aunque contaban con el testimonio de Salvaje
poco podían hacer con ello, se confundía en todo: hora, personas, sitios. En un
juicio lo destrozarían.
Sentado
ante el escritorio, con los pies sobre éste, Gleeson no podía tener nada claro,
tendría que soltar a Makey mañana mismo y eso lo ponía de mal humor, el tenerlo
suelto por ahí a la espera de que Bass lo matase no era su idea de justicia, esto
le hacía recordar la primera vez que tubo a Joe detenido por el robo de refracciones
mecánicas, tuvo que lidiar con Bass, esté trajo abogados de no se sabía dónde
para socorrer a Joe, se enfrentó en franca pelea por sacarlo, al final tuvieron
que soltarlo. Gleeson temía que ahora que lo asesinaron, algo peor podía ocurrir
como acto de venganza. Tomó unos papeles y los arrojó hacía la pared, algo
estaba mal aquí, pero -¿Qué era?- no
hallaba en su cabeza la conexión a nada, era evidente que Makey no sacaría nada
de esto, lo suyo era otra cosa, a menos que sea otra persona, Jay entró en ese
momento.
-Piensas trabajar extra- dijo mientras
recorría los papeles del suelo. En una pared estaba un bosquejo de los
accidentes con fotos y todos los detalles, buscando conexiones. La vía del
norte estaba señalada con puntos en rojo, marcado las posibles rutas de escape,
los sucesos ocurridos, fotografías de las víctima, inclusive una foto de la
anciana Phelps en silla de ruedas.
-Por más que le de vuelta y aunque me suene
absurdo, los lobos se visten con piel de ovejas en este caso- Dijo Gleeson
con dejadez, era evidente que los asesinos se reían en su cara. –Malditos, hijo de perra- grito para
hacer catarsis.
Era
indudable que tendría que trabajar más de la cuenta sí quería resolver el caso,
alguna señal, ni siquiera tenían algo lógico. Recordaban el suceso con la
señora Phelps, encontraron su auto en un barranco, con ella en el interior,
faltó poco para que muriera, dijo que unos motorizados y una pick up, la habían
interceptado y luego sacado del camino. Ellas le gritaban que no traía nada,
pero ellos insistían hasta que en una maniobra por serrarles el paso saco su
carro cayendo por un barranco, allí la dejaron hasta encontrarla unos
conductores la mañana siguiente.
Mod
al igual que Bass también estaba tenso por todo lo pasado, de repente se acordó
de Joe y Adams y se encontró llorando sentado en las piedras del malecón en el
faro donde ahora se encontraba, la brisa golpeaba su cara lo que hacía muy
difícil tomar de botella que traía en la mano, desde que conoció a Bass nunca
pudo conocer porque ejercía esa fuerza en las personas que lo rodeaban, aún
recuerda cuando llegó al pueblo con su moto toda plateada levantando los
comentarios de todos en la ciudad, todos lo veían como un rebelde y luego lo
conoció en la tasca de Tom, siempre vistiendo de ropa muy fina a pesar de que
vive en ese cuchitril, nadie nunca sabe cómo se las arreglas, nadie tampoco le
preguntó, a pesar de ser nuevo en el pueblo su magnetismo lo hizo ser muy popular
en poco tiempo, célebre con las mujeres y con la furia a flor de piel, continuamente
estaba dispuesto a caerse a golpes con cualquiera. Pero ahora los metió en esto
que seguramente no saldría bien parado,
-¡Maldito Bass!- el capitán no era estúpido para
creerse la burda explicación que él le dio, esa noche varias veces deseo contar
todo para terminar este asedio de la policía.
Las
olas del faro estaba hoy realmente furiosas, la brisa soplaba con fuerza, Mod siguió
tomando y se recostó en la piedras del malecón allí quedo dormido, no quería
saber de nada. La noche lo encontró en unas de las cuevas, en posición fetal
temblando con alta fiebre, al igual que Bass esa noche y seguramente que el
Brujo, la locura tocaba a todos.