4. Lejos de Albany


4. Lejos de  Albany


Al pasar, Bass muy veloz, dejaba el humo de su moto arrancando gritos de indignación a los transeúntes que paseaban por la calle, para él era asunto sin importancia, a pesar de haber pasado ya dos semanas del asalto, las investigaciones seguían  arrinconándolo más; así que tenía cosas más importantes en que ocuparse. Jay estuvo de nuevo visitando el tráiler quería saber a qué hora exacta habían tomado el autobús desde la comunidad de Tenteder, esto puso de mal humor de nuevo a Bass, el Brujo no daba señales desde la parte oriental de Australia y Mod cada día estaba más alejado, él lo entendía puesto que  esta situación trastornó a todos.

Esta misma locura en la que se encontraba lo puso otra vez frente a la casa del capitán David Gleeson, se acomodó sus lentes azules y su chaqueta de cuero, se preguntaba sí era casualidad o era su alma que quería liberarse de la culpa, luego movió la cabeza en actitud de negación, apagó el motor de la moto y se sentó en el banco, el mismo, quizás por coincidencia,  que lo acogió la última vez. El banco estaba colocado al frente de un pequeño malecón que daba a la playa, varias farolas lo enmarcaba perdiéndose en línea, era un sitió muy bonito; pero sí Gleeson lo veía ahí comenzarían, y aunque no lo quisiera, seguramente los problemas, así que decidió mejor acostarse en la grama, un poco escondido, no quería preguntarse el porqué estaba allí, sólo quería estar y punto, encendió un cigarrillo, la mañana avanzaba como un valse muy violento llevando las parejas en rápido remolino con un paso impulsor y dos más débiles.

 Él simplemente deseaba disfrutar el momento, dejándose, sin poder evitarlo ni querer hacerlo, llevar por ese mismo compás, empezó a extrañar a Kim, hoy seguramente la vería, giraba un anillo que traía en el dedo anular de la mano izquierda.

La Harley Davidson de color plateado y detalles en negro y rojo, asiento de cuero y en perfecto mantenimiento, descansaba en la calle. Un joven se acercó a la moto estacionada, miró a ambos lados, para estar seguro que nadie estaba por allí, luego empezó a detallarla, paso las manos por el asiento de cuero, luego miró los guardabarros y por último se detuvo en el motor, lo recorría lentamente con su dedo, no se dio cuenta que su dueño lo veía a poca distancia.

 Bass lo había visto venir desde la casa de Gleeson, pensó que era un adolescente, cuando se acercaba le vio su gran espalda y lo desarrollado de los músculos en los brazos y las piernas lo que alejó su inicial confusión, lo observó mejor y tenía una cara muy guapa para ser un chico, tendría algunos veinte tantos años de edad, pelo entre rubio y castaño oscuro y ojos azules, usaba un suéter color crema y vaqueros, Bass se rió al detallarlo, y pensó que la falta de mujer hacía estragos en él. Bass estaba algo confundido,  a pesar de tener un porte muy varonil, le atraía. Ahora sí estaba seguro que tendría que buscar a Kim.

El joven seguía inspeccionando la moto, volvió a mirar a ambos lados no vio a nadie y se sentó en ella, haciendo una imitación de estar corriendo, miró a ambos lados del retrovisor y bajaba la cabeza  siguiendo con su imitación, que a Bass entretenía; pero no se aguantó más y le dijo desde donde se encontraba.
- Creo señor, que eres muy grande para estar jugando a las motitos- Al verse descubierto el joven se bajó a toda prisa y se paró firmemente al lado de la moto, buscó el sitio de donde provenía la voz y lo vio allí acostado, en la verde grama, con las manos en la cabeza y un cigarro en la boca.
-No te preocupes, es mía- dijo riéndose Bass. Sin pararse de donde estaba.
-Sí, lo sé, lo vi el otro día parado aquí – dijo el joven viendo la moto, y con una voz que parecía de enojo.
A Bass le hizo mucha gracia ese sonido de voz- ¡Ah! eres el hijo del Capitán Gleeson, interesante, - hizo una pausa como buscando en su cabeza alguna idea- si lo deseas, como veo que te gusta mucho…  damos una vuelta, hasta puedo dejarte conducirla- dijo Bass extrañándose por su audacia con el joven.
- No gracias, otro día podría ser, por los momentos tengo practica de natación, me esperan allá. Desde siempre he tenido gustos por los vehículos, aunque no sepa nada sobre ellos.
-Era obvio- se le salió a Bass.
- ¿Qué cosa era obvia? -Preguntó el joven extrañado por el comentario.
No, nada, lo digo por tu ancha espalda – le dijo Bass un tanto cortado, el joven le extendió la mano.
- Mucho gusto, mi nombre es Nathan Gleeson- Bass le extendió también la mano.
- El mió es Wade Davis, pero puedes llamarme Bass, tanto gusto también- Se montó en la moto, le hizo un saludo militar y se alejó del sitio. El joven también hizo lo igual y se dirigió, un poco apresurado, a su auto.

De camino estuvo pensando en toda su reacción, no dejaba de pensar en la atractiva cara del joven, -Nathan Gleeson -se decía, luego volvió a reírse, estaba por volverse loco, -¡lo que me faltaba! ¿Será que no tengo suficiente? -se dijo, viró hacia el centro de la ciudad, deseaba ver a Kim, antes que le diera por pensar en otra locura, como por ejemplo hacerlo con un animal, justo al momento de pensar esto, atravesó su vista un cartel, en donde se podía ver, un caballo guiñando un ojo, río nuevamente. Se alegró de encontrarse de mejor humor aunque fuera por ese raro momento, estacionó la motocicleta en la orilla de una plaza con árboles de gran tamaño. Fue directo a  la peluquería en la que, desde hacia un tiempo, trabajaba Kim, la llamó por la vidriera, ésta le sonrió y  él le hizo señas con la mano para que saliera. Ella le extendió la mano en señal de que esperara, pero, contrario a lo Bass hubiese esperado, al salir volvió de nuevo a insultarlo, él la miró fijamente y sólo le dijo, muy sosegadamente por el buen humor que lo embargaba:
- Te necesito, cuando quieras ven a verme, me duele que lo nuestro termine así- esta palabrería barata siempre le había resultado y hoy no sería la diferencia. Se montó de nuevo en su moto y partió hacía su casa rodante, pero a pesar de disgusto con Kim, se sentía feliz y no sabía el porqué o sí; no obstante, quería pensar que era otra cosa. Con respecto a Kim estaba seguro de que volvería tarde o temprano, ya los primeros pasos estaban dados, lo demás vendría en cualquier momento.

II

Para Gleeson, y contrario a lo que pensaba Bass, las cosas no estaban tan fáciles, la investigación no iba a la velocidad que esperaba, los piratas no volvieron a atacar, lo que, si bien era cierto daba un poco de respiro a la búsqueda, no ayudaba en nada con las relaciones con sus superiores, quienes a cada instantes pedían una solución satisfactoria a todo este embrollo, y la posibilidad de nuevos problemas.

La idea de Jay de ir a revisar cualquier sospecha en los bares le daba dolor de cabeza y sentía que no iban a ninguna parte. Por el contrario se estaba cansando de los horarios en los que hacían esto, y comenzaba  a ponerse de mal humor. El estar rodeado de la escoria, lo inquietaba, afortunadamente podía refugiarse en su familia, amantes de otras cosas.

Mañana era un día de competencia para su hijo, así que tendría que ir. Nathan no sabía cuánto le aburrían esas competencia, pero, puso como único requisito para casarse, el que ganará la competencia y eso él lo tenía que ver. Ya quería que se casará, le gustaba la idea de verlo feliz con una persona que amara.  

El joven Jay hacía, a la par de las que hacía con su jefe, investigaciones por cuenta propia, se decía asimismo que el jefe era muy agudo, pero era dueño de una terquedad en la buena fe y así no iban a adelantar mucho, era necesario ir a los bares, ya que tarde o temprano, a cualquiera de los criminares se le iría la lengua con varios tragos de más, si esa banda era de la ciudad es allí donde debían saber quiénes eran,  aunque si bien, otra cosa era vigilar a los posibles sospechosos… ya eso lo haría después.

 Aunque Makey se calmó las cosas no terminaría ahí, a Jay se le ocurrió, para aligerar las cosas,  otro plan y fue el de correr el rumor, en puntos claves, de que Bass buscaba a Makey para matarlo, eso provocaría que la banda de Makey también buscara por su cuenta, si nada tenía que ver, nunca estaba demás una ayuda extra, pero, con todo el temor del mundo, por detrás del jefe de policía, sus principios y alto grado del deber, le prohibía seguir métodos tan poco ortodoxos.


III

El día comenzó algo lluvioso, lo que siempre afectaba de alguna forma a Bass, le recordaba lo gris de Irlanda, su tierra, y en estos días lluviosos se sentía particularmente solo. Escuchó golpes en el taller y fue a ver quien podía ser, allí encontró a Mod remojando en aceite una pieza ya oxidada, presentía que estaba bastante afectado por todo, quería poder consolarlo, empero para esto de las palabras nunca fue bueno, de manera que, haciendo caso a su interior, lo dejó tranquilo y lo acompañó a limpiar las piezas, era la mejor forma de decirle que también lo sentía.  El bloque de un auto, en el cual estaba trabajando, estaba realmente dificultoso y monótono. Mod rompió el silencio, tenía un cigarro en la boca.
-Hoy temprano vi a Gleeson, iba para el polideportivo, seguro una competencia de su hijo- Bass se rió al acordarse de todo lo ocurrido la confusa tarde anterior y le preguntó.
-¿Lo conoces?- dijo Bass sin aparentar  prestarle mucha importancia.  
 -¿A Nathan Gleeson?- lo quedo viendo con ojos de incredulidad, le costaba creer que hubiese alguien en la ciudad que no lo conociera.
 - ¡Claro! no es posibles que no conozcas al joven Gleeson, medallista en las olimpiadas, estandarte de nuestra ciudad, con  su título europeo de 100 m y 200 m espalda, así como una medalla de plata en 100 m mariposa; y en Perth consiguió el primer oro en la prueba de 200 m espalda; dicen que está en la ciudad desde hace dos semanas.

La extrañeza de Bass no tuvo parangón a alguna otra sentida por él. Al ver al callado Mod hablar de cualquier aspecto técnico, que no fuera carros, con tanta pasión. Le causo risa y comenzó a hacerle una especie de burla,
-bla..oro…bla, bla, plata- los dos rieron y siguieron en los que estaban. Pasado un momento le preguntó Bass, también tratando que se oyera como si poco le importara. 
-¿Quieres  ir a ver las competencias?- le dijo y esperó la reacción de Mod el cual encendió otro cigarrillo y expuso.
- Bueeno… no tengo muchas ganas de limpiar nada, así que vamos, - después lo pensó mejor y preguntó- ¿Y ese repentino estado de furor deportivo?
- “En la variedad,  el gusto”- cuando dijo esto volvió a caer en lo que decía y movió la cabeza de lado a lado riéndose, quizás las cosas, estas dos últimas semanas, estaban confusas; pero, seguramente, esta se llevaba el premio, pensó Bass.

Se montaron en su moto y fueron directamente al polideportivo, el sitio estaba a reventar, las competencias parecieran estar muy reñidas este día, las piscinas eran un sitio bastante grande, Bass ni se imaginaba que eso existiera, fue una lucha por buscarse un lugar, puesto que todo estaba lleno. En los asientos VIP quedaban asientos vacíos  de modo que se subieron por las gradas tras un descuido de los porteros y en un instante estaban sentado en los mejores puestos del polideportivo, saludaron, con la mano, a varias personas para evitar que desconfiaran de ellos, por supuesto a nadie de los que saludaban recordaban conocer a un joven con un gorro de montaña y mucho menos un  tipo de chaqueta de cuero con aplicaciones en rojo, mas como pronto saldrían los nadadores, nadie prestó mucha atención, comenzaron las competencias y a todos se le olvidaron de los dos pintorescos personajes montados en la tribuna VIP.

Salieron los nadadores del primer grupo, se despojaron de sus vestimentas, y subieron a las bases de salida, el estilo seria el crol, por los parlantes un comentador, explicaba el nado crol … en este estilo uno de los brazos del nadador se mueve en el aire con la palma hacía abajo dispuesta a entrar en el agua, y el codo relajado, mientras el otro brazo avanza bajo el agua… Bass  miraba hacía todos lados, comenzaba a aburrirse, Mod lo veía y reía, comprendía que esto a Bass no lo entretenía para nada, por el contrario, él estaba muy a gusto.

Los grupos fueron saliendo, nadadores de varias partes de Australia, se clasificaban para la competencia final, al fin salió Nathan, el héroe local, los aplausos no se hicieron esperar y, como era de esperarse, se clasificó de primero, poco después vino la competencia final.

Todos los nadadores salieron relajados, tenían bañadores de diferentes colores y modelos, media pierna,  muy cortos, trajes enteros, Nathan traía unos de pierna completa color azul, con tonos amarillo fosforescente, un gorro amarillo de igual color. Estaba colocado en el puesto del medio, al lado de un participante de la ciudad de Sydney de traje gris, todos estaban relajados cuando se dio la partida. El participante de la ciudad de Sydney tomó la ventaja, que pronto fue alcanzada por Nathan, los dos se enzarzaron en una vigilancia mutua que terminó con el triunfo de Nathan por cerrada competencia en los 50 últimos metros, y ganar con un tiempo de 5m 01s, rebajando en casi dos segundos el anterior record del local. Se quitó el gorro y lo levantó en señal de triunfo y al ver el record, saludó a sus competidores cercanos y se subió a saludar el público.

Luego de saludar al público y mientras Nathan caminaba hacía las duchas vio entre la multitud a Bass, se devolvió sorprendido por el avisto y llegó al frente de la tribuna, le dio la mano, clavándole una intensa mirada, luego saludo de nuevo a toda tribuna, y se metió para las duchas. Mod le preguntó algo, que Bass no escuchó por la bulla de la personas- larguémonos de aquí -gritó Bass y los dos salieron del recinto, se montaron en su moto y se marcharon.

Nathan al momento de las premiaciones buscó entre la gente a Bass y no lo encontró, se sintió un poco desilusionado pero, en seguida, tras las felicitaciones se le olvido y de nuevo se concentró en las personas que estaban a su alrededor, su padre también estaba allí, lo felicitó, estaba con Jay Healy, lo saludó a él también. Jay le preguntó:
-¿Qué piensas hacer?
-Voy a quedarme un tiempo por acá, después viajare a Canberra, quiero empezar unas cosas allí, claro también tengo que preparar lo de la boda-  Concluyó, la verdad no tenía mucha ganas de hablar, quería unirse al grupo que iría a las playas cercanas a navegar, se despidió y se fue.

Cayendo la tarde Mod y Bass manejaron por la Vía del Diablo, hasta llegar a la gasolinera de Joe, era la primera vez que lo hacían desde el accidente, una mina antipersonal del recuerdo, estacionaron y vieron a un nuevo joven salir de la gasolinera. Al verlo, lo llamaron y hablaron con él cierto tiempo, preguntando quién era y qué hacía allí, él les contó que era familiar de Joe y con la muerte de éste habría tenido que cuidar el negocio y también a la madre de Joe, luego a su vez preguntó quienes eran ellos, a lo cual le dieron un pobre esbozo, como que eran trabajadores de un taller y antes del incidente se reunían allí y más nada, pidieron una cerveza, y continuaron hablando con el nuevo propietario, éste, al igual que Joe, conocía como iban las investigaciones del caso, les habló de posibilidad de volver a meter a Makey a la cárcel.
-Valla, valla- dijo Mod- la tiene difícil el Capitán, meter en la cárcel a Makey no es tarea fácil.- Después de decir esto todos voltearon tras el sonar de los tambores que anuncian la muerte de la tarde, quedaron estáticos por un momento hasta que llegó otro carro y el joven salió a atenderlo, quedando solos Mod y Bass.
- Creo que podemos confiar en este tipo…- quedó mudo cierto tiempo- dime una cosa ¿Dé que conoces a Nathan con tanta familiaridad? se devolvió a saludarte a ti exclusivamente, demasiada pompa para quien no le interesa la natación- preguntó un extrañado Mod.
- De eso quería hablarte, lo conocí el día anterior frente a casa de Gleeson, no sabía que era tal celebridad- Respondió Bass.
- ¿Casa de Gleeson? ¿Qué demonios hacías allí? No pensaras contarle todo a Gleeson, sabes lo que es estar en la cárcel…- Bass lo cayó con un grito.
- ¡Cállate imbécil! Claro que no, tú déjame a mí, sé lo que hago y saldremos de este lió muy fácilmente, confía en mí. Deja la paranoia-. Callaron, lo cierto era que Bass o tenía idea de lo que hacía ni a donde iba. Se montaron en sus motos y largaron de ahí, Mod tomó hacía su casa y Bass al cruce de la primera valla publicitaria y rumbo al tráiler.

Desde la distancia Bass vio un carro amarillo, estacionado frente a su tráiler, disminuyó la velocidad y  estacionó justo detrás del desconocido carro, se bajo y vio al hijo de Gleeson sentado en una silla cercana al gran árbol, miraba extasiado como se despedía el último rayo del sol en la distancia, como una canción que acaba. Un tanto conmocionado, Bass tomó una silla y se sentó a su lado, Nathan estaba quemado por el sol tomado durante la navegación, sin mirarlo comenzó a hablar.
-Pregunté donde vivías, me dijeron que aquí, valla que tienes gustos raros en vivienda, aunque muy buena vista sobre todo a esta hora. Estos colores de la tarde sólo se pueden ver acá, se disgusta como una botella de un buen escocés, y las nubes trozos de hielo que enfrían el contraste seco de la bebida- Todo esto lo dijo aún mirando el cielo, luego lo miró y le preguntó:
- ¿ no pareces de por aquí? O por lo menos yo nunca antes te vi.

Bass tardó en contestar, no sabía que responder, últimamente había medido una a una sus palabras, mas ahora sentía una extraña confianza, de manera que se dejo llevar por lo primero que vino a su mente. -Tengo tanto tiempo en este lugar que poco me importa donde nací, aquí seguramente moriré- esto último lo dijo haciendo una mueca grotesca con la boca, encendió un cigarrillo.
-Sí, ya papá me relató lo que pasó con tus amigos, lo siento, este lugar es así, te traga por completo. Las noticias vuelan muy rápido en ciudades pequeñas como éstas.

Bass estuvo escuchándolo por largo tiempo, le contó cómo llegó a convertirse en gran el gran nadador que era ahora, todo esto salía con mucha naturalidad, parecían personas que se conocen de hace muchísimo tiempo, se extendió por casi una hora hasta que sonó su reloj y vio la hora en él.
- Me tengo que ir, mañana te veo- expresó Nathan con cara risueña, a pesar de ser ya crecido conservaba esa frescura de muy joven e inclusive sus gestos así lo denotaban.
-Que te parece mejor esta noche, si no tienes que hacer- Nathan asentó con la cabeza- Bueno te espero aquí saldremos por unos tragos- señaló Bass.
-Bien- se despidió Nathan. – aunque la verdad es que yo casi nunca tomó; hoy haré una excepción.

En la noche, en su cuarto, Nathan estaba buscando que ponerse, vio una camisa transparente, le provocó ponérsela, nunca se atrevió hacerlo, la tomó, la acarició y se la puso, escogió una chaqueta de cuero y unos pantalones también negros, se peinó y salió rumbo al tráiler de Bass. Por el camino, miraba como creció la ciudad desde que la dejó, recordaba todos los paisajes de infancia, el mirador del monte Merville, la residencia del museo, la iglesia de San Juan, y sobre todo un sitio que gustaba mucho, el museo del mundo de las ballenas, el cual tenía tiempo que no lo visitaba; así que pensó en visitarlo muy pronto.

Al llegar al trailer estacionó su carro, se bajó camino hasta la puerta y se acomodó la chaqueta, tocó y le abrió Kim vestida tan solo con una camisa negra y unas bragas negras, al ver a la chica en ropa interior se puso rojo y muy nervioso preguntó:
            -¿Se encuentra Bass?- la joven lo quedo viendo y reconoció al nadador Nathan Gleeson, le causó risa lo rojo que estaba por verla así.
- No sabía que Bass poseía un amigo así, todos sus amigos son una cuerda de fracasados, buenos para nada…-luego pensó, que esto él lo sabía y le dijo.
- No seas tímido pasa, yo ya me iba- caminó hasta la parte de atrás de la casa rodante, tomó su ropa y entró al baño, Nathan también entró a la casa y vio a Bass aún acostado, éste al verlo se levantó pausadamente y abrió un gran estante que se encontraba cerca de cama, llevaba ropa interior de seda con estampado de tigre, se quedo viendo a Nathan.
- No te vayas, ya me visto- sacó una camisa color café, un blazer y unos pantalones también color café muy oscuro, primero se colocó la camisa y el blazer, luego muy lentamente se puso el pantalón, unas botas de cuero y caminó hasta donde estaba Nathan, le tendió la mano y le dijo al nadador:
-Nos vamos ya. Nadador.
Nathan señaló para el baño -Sí, pero… tú sabes… – Bass se rió y con la cabeza le hizo un gesto moviendo la cabeza de lado a lado en señal “de nada importa”, luego partieron a la ciudad, en la moto de Bass, quien no quiso que Nathan llevara su auto.

Bass no quería estar por allí paseándose con el hijo del capitán Gleeson, tal que escogió un sitio caro, ubicado en una zona exclusiva de la ciudad, de camino al sitio, se preguntó:
-¿Qué carajo hago? A que juego con este chico-  vio la ropa que se  puso, la colonia y sus lentes rojos, entonces movió la cabeza de manera positiva, -algo debe haber-. Decidió no pensar más y disfrutar la noche, son sólo ideas mías se dijo al final.

El sitio que llegaron era tipo taberna, tenía una barra en madera, muy agradable; personas dispersas en sitios alejados, se sentaron solos y pidieron unos tragos, varias chicas se le acercaron, conversaron con ellas, estuvieron ahí gran parte de la noche y aunque no se pusieron ebrios, sí estaban algo mareados. El ambiente estaba bueno pero eran tarde y estaban lejos, así que decidieron irse, pagaron y se largaron, tendrían que ir primero a casa de Bass por el carro de Nathan.

Llegaron al tráiler de Bass, los dos estaban en la etapa de ebriedad de reírse de cualquier cosa, Bass puso la mano en el hombro de Nathan, éste no le dio importancia, invitó a entrar a Nathan, a lo cual él aceptó y se sentó en el gran sofá, Bass preparó unos tragos, siguieron tomando, debajo de Nathan algo le molestaba, se levantó y sacó unas esposas forradas en peluche color rojo.
-Ohh, ¿Qué es esto?- dijo Nathan levantándolas a la altura de los ojos.
-Ya sabes algunos juguetes, si quieres te enseño como funcionan- dijo Bass, las tomó y le condujo las manos de Nathan al espaldar de la cama, lo esposó, él montó las piernas en la cama, Bass siguiéndole el juego, se montó encima de él y metiéndole las piernas por debajo de las suyas lo inmovilizó, a tal punto que, por más que intentara, Nathan no se pudo mover. Bass  comenzó a pasarle la mano lascivamente, Nathan notó que no era un juego y volvió en sí, la intensidad de Bass fue en aumento, le pasó las manos por el pantalón y se los bajo hasta dejar afuera sus redondeadas nalgas envueltas en unos slip color verdes, que Bass le parecieron muy sensuales.

- Déjame Bass, ya está bueno el juego, ya no me causa risa- esputó Nathan, pero Bass no paró, muy al contrario siguió, hasta ponerle las manos sobre las nalgas que masajeaba fuertemente, luego deslizó su dedo por el ano, Nathan se desesperó, lo estaba violando, luchaba por desenlazarse, sintió como Bass le introducía otro de sus dedos por el ano, luchó con más fuerza. Bass le susurraba.
-Quédate tranquilo que esto no durará mucho-  Bass bajó sus pantalones, Nathan al no soportarlo tiro con fuerza. Bass jadeaba y le dijo al oído:
- Shh, Shhh, Si te hubieses quedado quieto ya estaría dentro de ti- Nathan gritó a manera de suplica.
-¡Suéltame maldito loco!-   Bass comenzó de nuevo su arremetida, Nathan gimió y su respiración se hizo más lenta al ser desgarrado con furia en su interior, Bass disfrutaba de lo que hacía y comenzó a moverse primero pausadamente y luego subiendo el  ritmo hasta llegar a movimientos violentos.

 Nathan seguía en su empeño de soltarse hasta que vio que era inútil, luego de varios minutos, Bass se desplomó encima de él, quedo cierto tiempo así montado sobre él, ya Nathan no luchaba, con la mano izquierda tomó las llaves de la mesa de noche y soltó las esposas, Nathan no supo cómo reaccionar, se subió sus pantalones y se paró sin ver a Bass, salió hasta su automóvil.

Nathan, algo confundido, llegó a su casa, lo hizo tratando de no levantar a nadie, notó que ya no estaba mareado, si no por el contrario totalmente consciente, al llegar al cuarto se desnudó y tomó un baño, mientras se bañaba se tocó el ano que le dolía, lo notó algo abultado y ensangrentado, también en sus piernas se marcaban moretones, además de uno en la parte superior de su glúteo, pensó que unos bañadores enteros lo taparían, comenzó a tocarse, hasta poner su mano sobre su pene, se masturbó mientras el agua caía en su cuerpo, salió del baño, como estaba, sin ponerse ropa alguna,  dejo caerse  en la cama y quedó dormido hasta la mañana.

Bass se levantó aún con resaca y se puso a pensar todo lo sucedido en la noche, primero se sintió culpable, pero después de un tiempo se puso a pensar lo suave de las nalgas de Nathan y se lamentó por no retenerlo más tiempo, cuando  estaba acostado escuchó el mover de piezas en taller, pensó en Mod, era media  mañana, se paró se puso los pantalones, zapatos, una franelilla y salió, al abrir la puerta vio el carro amarillo de Nathan, él estaba de espaldas, traía un suéter morado y en la mano unas llaves ajustando una de las bujías de su coche, Bass se sentó en la escalinata, Nathan no hallaba como hacerlo, pelo uno de los cables y su mano pegó contra el bloque y maldijo:
- ¡Coño!
Bass se paro y le dijo: - Déjame que te ayude- sacó el cable y giró la bujía, Nathan comentó:
- Tenía que prensarla, estaba floja esta mañana, después que haga esto me voy, tengo practicas en las piscinas, competiré en Sydney pasado mañana, el entrenamiento es duro y tendré que estar preparado, los otros competidores ya deben estar allá y yo aún estoy aquí.

Bass no entendía de que hablaba Nathan, sólo acertó a responder- Serénate ya, todo está bien- Nathan cerró el capo y se montó en el auto, se despidió.
Nos vemos luego- recibió de respuestas la misma frase.
- Nos vemos.
Bass muy bajo dijo –Mariquita.