12. Frente al Desfiladero
El
día estaba algo nublado, Bass se levantó más temprano que nunca, a su lado vio
a Kim durmiendo y salió de la cama tratando de no hacer ruido, abrió el closet
con cuidado, tomó una nueva chaqueta de cuero de color negro con el fondo de
una bandera norteamericana y unos pantalones, negros también, una franelilla
azul marino con aplicaciones en dorado y se fue hasta la sala, allí se vistió,
sacó la moto hasta fuera de la casa y la encendió, su destino era el aeropuerto
de Albany, hoy llegaría de viaje, Nathan Gleeson y quería estar allí cuando lo
hiciera.
Su mal humor se fue de inmediato, iba silbando una canción, mientras
recorría el camino, el vuelo estaba pautado para la media mañana, así que era
dueño de algo de tiempo para llegar, repasó los posibles inconvenientes que se
le podían presentar y llegó en su pensamiento hasta Sr. Gleeson, tendría que
evitar ser visto, desde su último encuentro, un poco violento por cierto, las
cosas no quedaron del todo bien, pero era seguro que no sospechaba la verdad,
llegado a este punto frenó la moto inadvertidamente - ¿La verdad?- se dijo, orilló la moto en el camino, momentos antes
de llegar al aeropuerto, caminó hasta una enorme piedra del camino y allí se
sentó. -¿Cuál es la verdad?- de
pronto sucedió, un sólo segundo… y quería regalarle una luna toda, el canto de
los pájaros, estaba enamorado. Mientras pensaba esto su corazón se llenaba de
felicidad, no podía esperar el verlo. Se paró a toda velocidad, se montó
en su moto y llegó hasta el aeropuerto. Había que aceptar la verdad, estaba
sencillamente enamorado de un hombre, que, aunque él había hecho mucho daño, se
portaba como nadie lo había hecho con él.
Alguien a quien amar sin el temor de que se fuera, alguien que lo hacía
sentir que la vida tenía un propósito.
Al llegar al aeropuerto estacionó su moto, justo en el frente de él nada menos que él
carro de David Gleeson, buscó a ambos lados y se escurrió por los laterales,
debía evitar las zonas centrales, se sentó en un sito apartado, desde, alejada
un poco, podía ver la pista de aterrizaje. El avión pronto llegaría, el ruido
dio el anuncio del avión, el corazón de
Bass comenzó latir más rápidamente, se pegó a unas de las ventanas y
efectivamente allí llegaba Nathan acompañado de Darren Phelps, su familia lo
esperaba; se abrazaron, Gleeson buscaba entre las personas, la posible estadía
de Bass, Jay también estaba ahí, pero un poco alejado, estaban vigilando la
zona.
A Bass esto le pareció gracioso,
cuidaban al hijito de papá, se sentó frustrado por lo infructuoso de su
operación, luego se acordó de la moto estacionada junto al auto de Gleeson,
pero ya nada podía hacer sin peligro a ser visto, decido esperar, cualquier
error y seguro que David Gleeson le rellenaba el cuerpo a tiros. Que él estuviera
no podía pasar desapercibido, se había convertido en una persona popular en la
zona, unos vigilantes lo miraron y hablaron entre ellos, él no le hizo el menor
caso, muy al contrario gesticulo su mueca despreciativa -Hasss- allí quedo hasta dar tiempo que la familia se fuera.
Nathan estaba emocionado con la
llegada, saludó a su ex que esperaba también a Darren, los dos ya era parte de
la familia, inclusive alquilaron una casa justo al lado de los Gleeson. También
saludó a su padre notando que las rencillas entre ellos se acabaron, pero luego vio a Jay y le pareció raro,
aunque, la verdad, siempre estaba junto
a su padre, lo saludó a él también posterior a ello, caminaron hasta los autos,
al llegar Nathan vio la motocicleta de Bass, al igual la vio Jay y David, este
último entró en cólera y sacó una navaja muy filosa y se la enterró en el
caucho de la motocicleta sin ser visto por los acompañantes, sólo por Jay, que
se rió por la actitud de David Gleeson, se montaron en los autos, Nathan se
montó con su amigo Darren.
Todos partieron, el auto de Jay, el de Gleeson y el de Darren, este
último quedó atrás. Nathan le pidió que se devolviera, dijo haber olvidado algo
en el aeropuerto, así lo hizo Phelps, extrañándose un poco, se estacionaron y
pidió que se fuera que se iría después en un taxi. Darren no entendió y se fue.
Nathan caminó hasta la moto de Bass, lo vio allí, pero no quiso acercarse, le
metía golpes a la moto al notar el caucho espichado, se sentó en la acera,
echando maldiciones, luego saco un parche del maletero y se dispuso a bajar el
caucho. Nathan se acercó por detrás sin hacer ruido.
- Me rompes el corazón, venirme a esperar al aeropuerto.
Bass no quiso voltear, sino que siguió acomodando el caucho, pero su
corazón se le saldría por la boca.
-Tú papá me desinflo el neumático, el muy maldito, quisiera
romperle la cara, me vigila, si vino a buscarte era porque sabía que yo estaría
aquí- le dijo Bass a Nathan, éste
quedo extrañado e hizo la pregunta lógica.
-¿Sabe todo?- y quedo quieto
esperando la respuesta de Bass.
-No, seguramente cree que tú estás
en drogas y por ello me quiere lejos de ti- No dijeron más nada hasta que
Bass terminó de arreglar la moto y se marcharon.
No siguieron la ruta principal, sino que por el contrario tomaron la vía
por la sabana, el viento fresco daba en sus caras y los dos estaban felices,
Nathan se aferraba a Bass con fuerza, los árboles pasaban a su alrededor, lo
boscoso de la zona le daba algo de intimidad, en alguna parte del camino Bass
se elevó de asiento y manejaba la moto con una sola mano, Nathan se asustó y le
pidió que se bajara, llegaron a un sitio cercano a la costa, una subida de
donde se podía ver la playa y grandes riscos, allí se bajaron de la moto y
sentaron en el acantilado del lugar, Bass encendió un cigarrillo y comenzó a
contar lo ocurrido con el padre de Nathan, después éste le preguntó:
-¿Me extrañaste? – esperaba
cualquier mala contesta.
-No sé, creo que sí, anoche no pude dormir, estaba impaciente por
irte a buscar y cuando vi a tú padre
allí me desilusioné muchísimo, eso debe significar que sí- después de terminar
de decir esto miró a Nathan y lo abrazó sin querer dejarlo. A los lejos las ola
producían un fuerte aroma a verde que envolvía todo el sitio, sabían que estaba
llegando a un punto que tendrían que decidir qué hacer. Sin querer evitarlo se amaban.
I
Un disparó atravesó el pecho de Mod dejándolo tirado en el suelo de la
calle, se desangraba y Personas empezó a gritar en busca de ayuda, en poco
tiempo una ambulancia lo trasladaba al hospital central, la bala rozó órganos
vitales, su estado era delicado, nadie sabía de dónde abría venido el disparo,
caminaban en la calle con rumbo a “La
casa grande”, como llamaban la casa de Bass, Personas sólo escuchó la
detonación y poco después el golpe que hizo Mod al caer al suelo, Personas
buscó de donde venía el disparó y no supo de donde era, se protegió y
arrastrando consigo a Mod.
De la estación varios grupos de patrullas salieron a toda velocidad,
buscaban por el lugar del incidente, pero no vieron nada. David Gleeson sólo
hacia momentos de llegar del aeropuerto y encontró a Jay en medio de incidente,
la ciudad de nuevo se conmocionaba, todos hablaba de la posibilidad de la
revancha de Makey, mataría a los traidores y al grupo de Bass, fueron puestos
policías por todas partes, era un especie de estado de sitio, revisaban
cualquier hecho sospechoso, la ciudad bullía.
El primo de Joe trataba de comunicarse con Bass y el Brujo, no obstante,
ninguno de los dos aparecían, en el hospital llamó a varios de los integrantes
de la banda y los puso en puestos claves, nadie podía pasar al hospital sin ser
visto por los vigilantes de Bass, Mod aún se encontraba en la sala de
emergencia, acompañado del primo de Joe, éste escuchó la sirena de la
ambulancia acercándose, trajo a otro
herido de bala, era el Brujo quien estaba gritando y maldiciendo, él también
fue víctima de una emboscada y una bala le atravesó la pierna dejándolo en el
piso, la policía llegó hasta el hospital
para tratar de averiguar lo sucedido antes que se suscitaran más hechos de
sangre.
Personas le informó al capitán Gleeson la desaparición de Bass,
inmediatamente él pensó en Nathan y llamó a Darren para asegurarse que
estuviera a salvó; sin embargo, Darren informó que se había quedado en el
aeropuerto.
-¿Aeropuerto? ¡Maldición! Creo que está
en grave peligro, debemos trasladarnos hasta allá- colgó a Darren y le
explicó la situación a Jay y los dos salieron hasta el aeropuerto acompañados
de otros carros de patrullaje.
Mientras iban al aeropuerto, David Gleeson se lamentaba por lo apartado
que estaba de Nathan, no entendía que
tenía para comportarse así, estaba seguro que la droga no era algo que le
interesaba, además ya lo hubiese detectado las pruebas antidoping; sin embargo,
no podía pensar en otra cosa para que se obsesionará así por Bass ¿Pero qué
cosa podría ser? Seguramente debía
tenerlo amenazado. David estaba en una encrucijada y nada podía hacer, al
llegar al aeropuerto no encontraron nada, preguntó al vigilante que dijo a
verlos visto cuando fueron los dos en la moto, él mismo los había vigilado
hasta que se fueron, a ellos no le gustaba nada la presencia de Bass en el
aeropuerto.
David Gleeson desistió de su búsqueda, no podía formar un escándalo por
nada, tendría que esperar que los dos aparecieran, Jay trataba de calmarlo:
-Lo vigilaré las veinticuatros
horas - dijo Gleeson en voz alta junto a Jay.
-Creo que debes calmarte, hace
mucho que tú hijo salió de tu jurisdicción, ya es un hombre, debe haber un
respuesta lógica para esta conducta,
¿Crees que pueda ser homosexual?- Jay dijo esto sin pensarlo y a los pocos
instantes tenía una pistola apuntando a la sien, la sostenía un enojado David.
-Repites eso maldito y te vuelo los
sesos, mi hijo no puede ser eso que dices- Jay quedo estático, la mirada de
David le indicaba que había cosas que ni siquiera deberían ser mencionadas.
Estaba dispuesto a dispararle si lo hacía de nuevo.
Gleeson y Jay llegaron al hospital y allí se encontraba Personas, le
preguntaron cómo seguía todo y además sí había señales de Bass, él dijo que no,
dos policías custodiaban la habitación del Brujo, explicó el policía que lo
cuidaba como sucedió el tiroteo:
- El Brujo visitaba por segunda vez
a Makey en dos días, suponemos que algo tramaba, luego de salir de la
penitenciaria, a pocas calles de ella, se enfrentaron a tiros él y uno de los
secuaces de Makey, un individuo apodado “Las cuatro caras” a éste no pudimos
atraparlo, pero tenemos varios testigos que pueden testificar, creemos que es
un plan para matar a toda la banda de Bass, en estos momentos es posible que
hasta él esté muerto- David hizo un gesto de dolor y Jay le hizo señas para
que no siguiera su historia y se llevó a David hasta la patrulla.
La situación de Mod era realmente delicada, Kim también se había
trasladado hasta allá, quería estar al pendiente por sí aparecía Bass herido o
muerto, los doctores informaba a cada momento la situación de Mod. El Brujo
estaba acostado en una de las camas del hospital, él también se preocupaba por
la desaparición de Bass y lo delicado de Mod, pasado cierto tiempo de la noche
salió el doctor del pabellón, en el pasillo estaba Kim, Personas y los dos
ayudantes del taller e igualmente otros simpatizantes de la banda, el doctor
informó del éxito de la operación y Mod salía de todo peligro, todos se
contentaron; aunque claro aún seguía sin aparecer el líder de la banda.
David y Jay no podían quedarse de manos cruzadas, salieron a la noche de
Albany, todo lo que se comentaba era la venganza de Makey, fueron hasta el
local de Tom, entrevistaron varios tipos, ellos nada pudieron decirle,
esperaban que Bass apareciera de un momento a otro. Una idea descabellada se le
ocurrió a Jay, ir hasta el tráiler de Bass, meterse a buscar cualquier
información, con lo desesperado de David Gleeson, la idea no le pareció del
todo mal.
Al llegar vieron todo el lugar abandonado, por la ventanilla revisaron,
con una mirada, adentro y aún varias cosas de Bass estaban allí, pero todo el
lugar estaba revuelto, decidieron entrar lo que no fue difícil, la puerta
estaba rota, había sido violada, revisaron en el área de la cocina, pero no
hallaron nada. Luego revisaron el cuarto, buscaron debajo de la cama, en las
mesas de noche y nada no veían nada que pudiese llevarlos al paradero de Bass,
alguien seguro había estado antes que ellos, porque todo parecía estar
revuelto. Los dos detectives no hallaron nada de utilidad, se marcharon.
Al día siguiente, aún no había parecido Nathan, David se propuso hablar
con Makey, él tenía que saber que paso con Bass y por consiguiente con Nathan,
él y Jay lo llevaron de nuevo a la sala de interrogatorio, allí se sentó con
aire de tenerlo todo resuelto.
-¿Quiero que me digas que hiciste
con Bass?
-No sé de qué me hablas, y ¿Por qué
tanto interés?-reflexionó un poco Makey- Yaaa, no aparece tu hijito Nathan- esta
respuesta enfureció a David que no tenía muchas ganas de corretear de nuevo
este juego con Makey, lo tomó y pegó con la pared y comenzó a darle golpes en
el estomago.
-O me dices o te mató aquí mismo-
Makey cayó al suelo sangrando por la boca.
-Está bien te voy a decir algo que
desconoces, pero tiene que ser a solas- David le pido a Jay que lo dejara
solo. Titubeó un momento pero luego los dejó a solas.
-Te voy a dar una dirección y allí
buscaras un video que tengo allí, entonces te enteraras de todo, te prometo que sólo yo lo he visto, si
de algo te sirve.
David salió con Jay y fue al antiguo galpón de Makey, allí subió y lo
abrió con una llave que le entregó el mismo Makey, debajo de una mesa tal como
lo dijo Makey encontró un video, en la habitación había un televisor y
reproductor de cintas, David lo encendió y puso a correr el video, las imágenes
comenzaron a salir y sus ojos se llenaban de lagrimas mientras aparecía la
secuencia grabada …su hijo tenía sexo con Bass esposado a una cama, miró como
él mismo se ponían las esposas. Terminó de ver el video, lo sacó de la vídeo casetera y lo guardó, luego bajo por
las escaleras saco su arma y la armó,
aunque su voluntad estaba destruida, él no terminaría ahí. Salió del galpón hasta donde estaba Jay
esperándolo en la patrulla. Al verlo sumido en la desesperanza, Jay no quiso
molestarlo.
Se dirigirían al hospital, sí Bass aparecería, era en ese lugar. Ya
estando allí se limitó a sentarse en el auto viendo hacía la puerta del
hospital, en su mano tenía el video, Jay no se atrevía a preguntar pero sabía
que algo tendría el video, le dijo que se calmara, David Gleeson, el centrado
capitán de la ciudad de Albany, se encontraba fuera de sí, desde la aparición
de los Piratas de la Carretera no era el mismo y según lo podía ver Jay,
seguramente nunca más lo seria.
Jay le preguntó a Gleeson ¿Qué había en ese video?, él respondió:
- Hemos sido, Bass, es seguro que
él esté detrás de los Piratas de la Carretera, y todas los atentados y muertes, nos hizo
creer lo contrarió, la muerte de Adams y Joe le dio la cuartada, en este video
estaba seguramente un plan “B” para chantajearme por sí algo salía mal. Te juró
que hubiese estado en sus manos.
-¿Tan grave es?- Preguntó Jay.
-Es sobre Nathan, su reputación y
el fin de todo lo que soñé para él, y perdóname pero es lo único que te diré-
Gleeson seguía esperando y agudizaba la vista para evitar que alguna persona
entrara sin ser vista.
-¿Y qué harás, matarlo? Te
mancharas las manos por esa basura.
-Aún no lo sé.
Bass no apareció y Nathan Gleeson estaba en la casa que había alquilado,
al comprobar que ya había regresado David dio un respiro de alivio, temía que
ya estuviera muerto, la noche lo alcanzó llegando a casa de Nathan, -¿Qué diría? ¿Qué podía hacer?- Tomó una
bocanada de aire, era la conversación más difícil que había enfrentado en toda
su vida, estaba allí su hijo, una
persona a la que no conocía, una persona que se dejó arrastrar por una sucia
pasión, que era utilizado para una plan “B”, en caso de que saliera mal las
cosas, tan sucio como una joven que se embaraza para atrapar marido si él
pensaba dejarla.
No se bajo del auto, sino que se quedo sentando meditando todo lo que
tendría que decir. La brisa del mar bañaba su cara, las estrellas adornaban la
playa, y las olas podían escucharse hasta allí. Lagrimas empezaron a correr por
sus mejillas, su hijo la estrella de la natación.
La casa que alquiló Nathan era similar a la de su padre, Gleeson tocó la
puerta y Nathan le abrió, le extraño verlo allí, lo invitó a pasar y se
sentaron en una pequeña terraza que tenía la casa, él ver a su padre abatido le
intranquilizó.
-¿Sucede algo?-Preguntó Nathan.
- Se que no somos muy amigos, a
pesar de ser Padre e hijo, nunca tuvimos una relación muy fraternal, pero hoy
la vida se ensaña conmigo por no hacerlo y en esta plática tendré que hablar
por todas las veces que no lo hice- Nathan trató de decir algo, pero David
lo frenó- …no déjame hablar, no me
interrumpas, sí aún después de yo haber hablado quieres hablar te escucharé-
David volvió a tomar aire- ¿Sabes el
porqué una rata como Bass, quiere estar contigo? –Nathan quedó sorprendido
y fue entonces que vio el video que tenía en la mano- lo reconoces- dijo David señalando el video.
-No- respondió Nathan.
-Se que no sabes que es, pero es un
plan de Bass para chantajearme por si algo salía mal, te utilizaría a ti para
poder salir del aprieto, tú eras su medio de chantaje, no voy a cuestionarte,
pero te voy a decir que él no es igual a ti, solo te utiliza para sus planes,
ve él video y te convencerás- David
se paro, Nathan no podía hacer decir nada, mientras veía como su padre dejaba
su casa.
Nathan prendió el reproductor de
cintas de video y puso la película, la imagen en la pantalla se movía luego se
estabilizó, en el reflector estaba Bass acomodándose para hablar sentado en
banqueta que tenia la cocina del trailer.
-Hola David
Gleeson, si estás viendo está cinta es porque seguramente estoy preso y tendrás
que liberarme, comenzaré diciendo que algunas veces he tenido que hacer cosas
peores que ésta para obtener mis objetivos, aunque ésta es la que más asco me
ha dado, no será la última, yo no tengo nada que perder, sin embargo, no podría
decir eso de tú hijo, la rutilante estrella de la natación, su carrera y su
vida se irán por el despeñadero y nadie podrá evitarlo si lo que tengo aquí,
llega a salir a luz pública, tú decides, ésta no es la única copia, tengo
varias de éstas que irán a los periódicos y principales paginas de la Web, me
entiendes, así que la opción es tuya - la imagen posterior mostraba cuando
la grabadora era puesta en la repisa y al corte la imagen de Bass penetrando a
Nathan por detrás, mientras él atado al
espaldar de la cama le pedía más.
Nathan miraba la
escena con lagrimas en los ojos, la felicidad que había experimentado en la
mañana a su regreso se estaba yendo; escuchando cada quejido suyo. En ciertas
partes del video Bass miraba la cámara y se reía de manera burlona, esa risa
quedo grabada en su mente, su mundo se destrozaba. Se tiró en cama, deseaba morirse, pero sólo
se limitó a llorar. Se preguntaba -¿Cómo
pude ser tan imbécil?- luego de aquí envejeció, escuchando un canto fúnebre.
Su estado empeoró en la noche y buscó unas pastillas e
intentó tomárselas, deseaba acabar de una vez en lo absurdo que se convirtió su
vida. Estaba enamorado de alguien que no existía, un sentimiento que él mismo inventó
tan sólo por cubrirse las espaldas, destruyó su vida por nada. Puso las
pastillas en la mesa de noche y tomó varias, la puerta se abrió y apareció
Darren, se las quitó de las manos, y las lanzó por la ventana,
-No puedes hacer
eso ¡éstas loco!- le tomó las manos y los dejó que se calmará, luego se quedo junto a él
mientras esté lloraba, Darren no entendía que pasaba, pero Nathan estaba en un
grave estado de depresión, llamó a su familia, pero en su casa nadie
contestaba. Poco tiempo después llegó Yelena a acompañarlos; se quedarían toda la noche, Nathan no quería contar que le
pasaba y ellos jamás lo sospecharían.
Bass estaba en la casa, víctima de un estado de paranoia, no quería salir
porque sabía que pudieran matarlo, llamó a todos los distribuidores para una
reunión en su casa, el encuentro se llevaba a cabo en una improvisada sala de
reunión, todos acudieron a la cita, tanto los distribuidores del norte, como
los de sur y en muy poco tiempo la venganza de Makey quedo descubierta, “El cuatro caras” organizó un
escarmiento, que afortunadamente no llegó a feliz término.
Los integrantes de la ahora gran banda de Bass, buscaban al traidor, toda
la noche la ciudad estuvo rodeada por motorizados y carros a altas velocidades,
no volverían al dominio de Makey, necesitaban expandirse y Bass le ofrecía no
sólo eso sino un mayor porcentaje de las ganancias, muy cercano al amanecer
cayó ”el cuatro caras”, los
desnudaron, ataron y lanzaron en la puerta de la policía, el “Cuatro caras” llevó la noticia a los
detenidos en la penitenciaría que el cartel de Albany tenía nuevo dueño y nunca
más volverían a gobernar la zona.
Makey daba patadas a la pared, de pura rabia, este último golpe era un
coletazo de su imperio ya perdido, maldecía a Hayes Black, a Bull y sobre todo
a Bass. Un infeliz que planeo todo para quedarse con todo su imperio. Pero algo
se le ocurriría, claro que desde la cárcel era difícil que eso llegue a
suceder. Así que sólo esperaría que volviera a ser libre.
Amanecía en Albany después de un anterior día tortuoso y llenó de
acontecimientos, Bass temprano estaba en el hospital, quería saber cómo estado
de salud de sus amigos, Bass estaba sentado en una silla ubicada en un ancho
pasillo hasta esperar ver a Mod, los policías estaba también allí, entre ellos
David Gleeson, que miraba a Bass de manera insistente, pero su rabia ya se
había mitigado, entendió que nada podía hacer sí su hijo hizo lo que hizo, él
tuvo que medir las consecuencias, ¿no lo hizo? Peor para él.
Desde donde él estaba se observaba al Brujo acostado en la cama de
recuperación. Bass por primera vez estaba realmente feliz, lo exitoso de la
operación y lo consolidado que estaba en el mercado de la droga, esto era lo
que necesitaba para saber que estaba afianzado en la zona. Se hallaba en la
cresta de la ola y nada podía bajarlo.
En un momento de la mañana, David se acercó a hablarle a Bass, David le
traía un café, él se extraño por el gesto de capitán Gleeson, se sentó a su
lado, le dijo:
-No creas que saldrás librado de
todo esto, se todo de ti, se lo de los Piratas de Carretera, también que eres el nuevo jefe de la droga en Albany,
los atentados, lo sé todo y escúchalo bien todo – Bass lo escuchaba sin
parecer importarle - tarde o temprano
caerás y eso te lo aseguro, un resbalón y le harás compañía a Hayes y Makey en
la penitenciaria. Makey tiene un gran interés de que vallas y lo acompañes. Me dijo que se sentía solo sin
ti.
-Me está amenazando o son sólo
suposiciones, porque sí es así, mejor tragase mi dedo- le hizo una mueca
con su mano.
-Ah, otra cosa, tengo la cinta del
tráiler, Makey me la facilitó, no te preocupes sólo la vimos él, yo y mi hijo
Nathan por supuesto- al decir esto Bass se asombró- y sabes
no me importa que hagas con ella, si él es marica, es problema de él, no mío.-
Gleeson terminó diciendo esto y se marchó. Bass quedo sin decir nada en el
estrecha silla del hospital, donde sus amigos se encontraban recluidos, no
quería pensar.
Se quedo dormido luego de un tiempo.
…Por un instante Bass se sintió
transportado a su país natal, viviendo en condiciones extremas y ese color
negro que se metía en los poros del cuerpo, sintió de nuevo un frió y un dolor
en el estomago del hambre pasado, se vio
junto a su madre y su padre, vio otra vez
a su hermano menor pegado a su padre, muy pequeño para entender que
pasaba, una gran casa se hallaba en el frente, tenía grandes ventanas, ésta
representaba la única solución a lo que vivían, un collage de imágenes fueron
apareciendo sin orden alguno, en la silla donde estaba sentado comenzó a
acurrucarse como un niño, se decía que no estaba de nuevo en Irlanda y volvió
al tráiler junto a Nathan, pero su ropa se volvió de un gris sin vida, las
paredes se tiñeron de negro y Nathan lloraba mientras se desvanecía, su padre
se paró de nuevo a su lado, él lo tomo de la mano y le lanzó una cachetada que
lo hizo sangrar, su madre quiso detenerlo y un padre insensible lo golpeó otra
vez y otra vez, vio de nuevo a su hermano pararse también para protegerlo y a
él golpearlo con tanta fuerza que su pequeño cuerpo quedo sin conciencia a un
lado de la gran pared. El gritaba por el dolor sentido, su padre lo tomó del
brazo y lo llevó a la gran casa donde lo dejó para siempre jamás, nunca más
volvió a verlos, no supo más de ellos, hubiese querido tener en ese momento la
fuerza necesaria para poder pararlo, si no hubiese tenido tanto miedo, si no
hubiese sido tan vulnerable, su historia seria otra y estaría junto a su
familia.
Las grandes paredes de la casa, cambiaron de color gris a
un color más negro aún encerrándolo sin salida, poca comida, poco oxigeno, pero
mucho trabajo en su infantil prisión, la vida se volvió un infierno, un día
peor que otro lo hacían querer la muerte. Muchos años dañaron su infancia, pero
un día una luz brilló en su cara, un descuido y la libertad, corría y corría
por las intricadas calles, famélico como estaba llegó hasta el puerto, polizón,
luego de años en marinero, una luz brillante y Australia se convirtió uno de
los puerto más lejanos, lo suficiente para no pensar de nuevo en eso, con
suficiente color para saber que el gris quedaría enterado para siempre.
Pero ahora las paredes se volvían grises,
su espacio se hacía pequeño, encontrándose de nuevo en ese lugar que lo dejó su
padre… sus gritos despertaron a todos los que estaban cercanos a él, sudaba
a mares y hablaba un idioma infantil, pedía auxilio y se estremecía, varias
enfermeras trataron de pararlo pero su despertar fue dramático, daba patadas y
pedía que lo soltaran, sus lagrimas corrían por sus mejillas. El terror en su
rostro era síntoma de que algo muy grande pasaba en él, luego despertó y se encontró rodeados de
enfermeras que le preguntaba que le pasaba. Él no dijo nada, salió a toda prisa
del hospital, afuera llovía y la fiebre que lo envolvía contrastaba con el frió
de la lluvia, llegó a su moto.
Mientras pasaba las calles de la ciudad, la lluvia arreciaba pero lo
único que quería era llegar hasta la casa de Nathan, en su desesperación chocó
contra un carro y dio contra el pavimento, dijo su característico – Hasss, maldito ve por dónde vas- del
auto se bajo el mismísimo capitán David Gleeson, el tiempo se paro dejando a
Bass frente de él y dijo:
- Quiero que hablemos
tranquilamente- pero Bass no tenía ganas de hablar su camino era uno sólo-
Sí vas a casa de Nathan, te diré que
llegaste tarde, ya no puedes destruirlo más de lo que lo has hecho, arruinaste
toda su vida, nunca lo vi así, ¿La mía como padre? no lo sé, pienso que si no
fueses tú hubiese sido otro, pero seguramente él estará maldiciendo el día que
te conoció, porque eres como un cáncer Bass, lamentó conocer personas como tú
que jamás se paran por nada, lo cierto
es que en él mundo es así y tú tienes tu nicho vivencial, eres como un hongo
que destruye todo, pero como una nueva planta estoy seguro que Nathan regresará
más fuerte y con fe en lo que realmente quiere, para continuar su ruta.
Algún día la suerte se te acabará y
te esperaré por todas aquellas personas que no pueden hacerlo más. Nathan se
fue a Europa, nunca más lo veras, así que puedes gozar de tú imperio,
tranquilamente, te doy las gracias, tú plan “B” me quitó un gran peso de encima
-. Bass lo tomó de la camisa y lo alzó.
-Mientes mal nacido, por favor déjame
hablar con él- parecía un loco de furia.
-Nunca lo volverás a ver, hijo de
perra- finalizó Gleeson la
conversación. Bass lo puso en el suelo, y cayó de hinojos sobre el pavimento.
Bass se levantó totalmente empapado y derrotado, dejó a David Gleeson,
con la cabeza gacha paró su moto, la encendió y se dirigió a la vieja Carretera
de Diablo, la cual perecía una gran garganta que lo tragaría, corrió por largo
tiempo bajó una brisa y una lluvia que amenazaba de nunca parar, paso por cada
sitio que ocupaba su vida, la valla que conducía a su tráiler, la loma de los
galpones, la gasolinera de Joe, hasta que por fin llegó al desfiladero donde
habían encontrado el canguro y allí observó como el mar se perdía en el
horizonte, y la ola se alzaba más grande que nunca, llegó al mirador y la
lluvia ceso. La Luna apareció bañando su cara y el viento esparcía sus lagrimas,
se pegó a la baranda y gritó el nombre de Nathan, preso de la fiebre calló en
el suelo juntó a la moto, deseo haber muerto en las paredes de ese lúgubre
lugar de su infancia, para no volver a perecer la soledad nunca más.