13. Venganza
La
penitenciaría abrió sus puertas y de ella salía y, después de cinco años de
prisión, con mucha rabia en su rostro, Makey Messer, lo esperaban afuera varias
personas, entre los que se encontraban: “Cuatro
Caras” y Bull. Estaban parados justo al frente de la prisión, abrieron la
puerta del auto al salir su jefe y él se montó, tenía el pelo sin cortar,
llevaba bigotes y una barba muy fina, durante el camino no dijeron nada, fueron
directamente a los puertos de Albany, justo al galpón que había sido su casa.
El aspirar los aires del mar, borraron los momentos pasados en el reclusorio; todo
aquello se convirtió en algo muy lejano.
Al llegar al depósito, Makey pudo notar que todo el lugar estaba hecho un desastre, se
paró, inhaló fuertemente, tomó una lámpara, la detalló y luego la golpeó contra
la pared enérgicamente, posterior a ello todos los demás objetos uno a uno
pararon al suelo, la mesa que serbia de escritorio, el televisor, los cuadros,
en fin, con furia destrozó lo poco quedaba en pie, pasado el arrebato mandó a
limpiar todo el sitio, tomó el teléfono, que por suerte aún tenía línea,
necesitaba entrevistarse con los que aún le eran leales, investigar que tan
solo estaba, debía ver cómo estaban las cosas y planear la manera de regresar a
ser el número uno en la distribución de droga. Al hacer la llamada calló en
cuenta que el tiempo no pasaba en vano, todo estaba cambiado, incluso él estaba
cambiado, muchos a los cuales llamó se habían salido del negocio; estaba presos
o tenían familia, sin embargo, se dijo que todo estaba bien y hallaría la
fuerza necesaria para comenzar de nuevo, parado en el centro de la habitación.
Para quitarse los años de reclusión, resolvió darse un baño, le parecía
estar rodeado del todo el polvo de la ciudad de Albany, preparó una tina,
introdujo un liquido contenido en una botella, que en poco tiempo la dejó llena
de espuma, en ella se metió y se sacó el sucio lo más que pudo, limpió todo su
cuerpo minuciosamente, estrujándose la piel con fuerza, luego recostó su cabeza
del borde de ésta, el estar limpió era una sensación que ya había olvidado,
tenía en su mente claramente a David Gleeson y Bass, su única misión era
hacerlos pagar por todo lo que le hicieron, la espuma rodeaba su cuerpo.
Esta vez no actuaría de manera infantil, ese error no lo volvería a
cometer, planearía cada paso, se tomaría
todo con calma y sobre todo la situación a enfrentar, sabía que estaba
desafiando a un Bass más maduro y dueño de una gran banda. Aunque también era
cierto que éste se mantenía con bajo perfil, no debía arriesgarse y amanecer
muerto en cualquier callejón, se salió de la tina, se puso un bóxer impecablemente
blanco, y se hecho espuma de afeitar en todo el pelo, con una máquina de
afeitar se quito el cabello de los lados de su cabeza, se dejó solo un línea
gruesa de cabello en el centro de ella, luego se colocó unos aretes de
brillantes que lo hacían ver más rudo y de aspecto de “no importarle nada”.
Esta noche haría su primera aparición en el local de Tom, quería volver a
sentirse vivo, y tomar la adrenalina del ambiente, añoraba una cerveza bien
fría, todos sabrían que sí había regresado era para dar pelea, no sabía cómo
responderían sus antiguos amigos que lo traicionaron, ¿volvían haría las paces
con ellos?, no estaba para escogencias, iba tras un solo enemigo.
Se acostó en la cama a descansar
un rato, no debía dormir más de lo justo, desde donde estaba se veía el puerto,
las nubes, algunas aves, era bueno estar afuera, pensó y se quedo dormido. Poco
tiempo después soñó encontrarse en el tráiler de Bass, éste lo apuntaba con un
arma y él a su vez apuntaba al hijo de Gleeson, las dos pistolas dispararon al
unísono y él se levantó dando un grito, analizó la situación que ya casi
olvidaba. – ¿Qué pasaría con eso? ¿Qué
extraño sueño? Él hijo de Gleeson, me olvidaba de él- vio la hora en su
reloj, todavía era bastante temprano, podría dormir más, pero fue inútil ,
necesitaba drogarse los más pronto posible.
El tráiler se encontraba cercado de árboles que lo rodeaban tapando lo
descuidado que estaba, el árbol de roble se mezclaba entre los otros, haciendo
una especie de túnel que llenaba de sombra todo el lugar, los arbustos que
crecían a su lado murieron por la ausencia de luz, de nuevo el anexo que
funcionaba como taller volvió a estar en el mismo lugar, la pipa que funcionaba
como baño también retornó a su puesto, y allí se bañaba Bass que contaba con
varios años más, tomaba una cubeta y se echaba agua en el cuerpo, el frió lo
hacía estremecerse y girar la cabeza de ambos lados agitando el agua. Tomó una toalla
y salió del baño, se secó y ahí mismo se puso una franelilla, una camisa
de color rojo y verde y por último los vaqueros de color negro, se quitó
el agua del pelo que ya no era largo sino por el contrarío muy corto, llevaba
poca barba en la cara como al descuido, de su cuello colgaba una cadena a la
usanza militar con sus datos personales, muy necesario si se espera la muerte
de un momento a otro, sacó del bolsillo unos cigarros y encendió uno mirando la
laguna, puso en su mano en el oído y escuchó una vez más el tenue conversar de
las olas al llegar a la orilla, buscó una silla y se sentó junto al gran árbol
de roble.
Escuchó el nuevo auto del Brujo venir por el sendero, no le dio
importancia y siguió viendo la laguna, y en especial como las olas llegaban a
su orilla. Se reía al recordar a John tratando de ahogarse, se felicitaba por
salvar al Brujo, pero en momentos como estos cuando quería estar a solas
deseaba no haberlo detenido, un pájaro salió del gran roble y a su mente vino
Nathan, ahora su imagen venía menos a menudo a su cabeza, no podía entender
cómo a pesar de haber pasado tanto tiempo todavía seguía en su cabeza la imagen
del joven nadador. ¿Cómo no hacerlo? Se dijo, si fue la única vez que supo
amar, el primer momento que se arriesgo para darle prioridad a su corazón, no
obstante, no sabía que pudo haber pasado. Luego cayó en cuenta estar evocando
ese amor de manera obsesiva tal como lo había hecho estos 5 años y se dijo- No, no, no- y volvió al sitio donde se
encontraba.
Bass aún se mantenía en la gran casa y desde allí operaba el lucrativo
negocio de las drogas, el Brujo, Mod y Personas lo acompañaban. Algunas veces,
como hoy, venía de nuevo al tráiler, aquí se sentía libre, llegaba y se sentaba
a contemplar el lago, incluso limpiaba cuando estaba de ganas. Lo que sí había
hecho definitivamente Bass era dejar la droga, desde aquel fatídico día que lo
encontraron tirado frente a su moto estacionada en el acantilado, encontró
repugnancia por el acto de drogarse.
En esa ocasión estuvo varios días en el hospital, lo dejaron en el mismo
cuarto donde se encontraba el Brujo, deliraba bajo fiebres muy altas, algunas
veces tuvo John que pararse para cerrar la puerta, éste no quería que nadie
escuchara el delirio de Bass, llamaba a Nathan y lloraba, el Brujo poco podía
hacer, jamás había tenido que consolar un hombre. Después de días cuando Bass
volvió en sí su estado estuvo lejano, al darle de alta se fue para el tráiler
olvidando todo lo demás por varias semanas, tiempo en el que no salía, más que
para ver la evolución de Mod. Un día
regresó con la cabeza rapada totalmente y se hizo cargo de sus negocios, su
carácter se volvió inhumano, no sentía compasión por nadie, era tenaz en todo,
no perdonaba los pequeños errores, teniendo a menudo problemas con sus
distribuidores.
Por su parte el Brujo nunca quiso revelar la verdad del delirio de Bass y
pronto todo fue olvidado, con Nathan fuera de Australia y Makey preso, la
posibilidad de dejar el escándalo al descubierto se esfumó, John olvidó la
extraña enfermedad de Bass y luego él, con los años, también olvido el affair de Bass, jamás volvió a hablar
sobre el particular con nadie, pero muy dentro de él sabía que Bass todavía
esperaba a Nathan, varias veces lo había visto dar vueltas por la casa de
Gleeson, incluso sabía que se quedaba horas esperando ver salir a uno de sus
familiares. Mas el verlo sentado en la
silla, mirando el lago, le dijo que todo
pasaría, sólo tenía que tener calma, quizás cinco años acaba con todo el amor
por fuerte que éste fuera.
El Brujo tomó una silla y sentó a su lado, hablaron sobre la distribución
de la mercancía, la ampliación que hacían al taller, reparaciones de autos,
pero nada de esto parecía interesar a Bass, que sólo veía el lago y asentaba
con la cabeza.
-…Hemos tenido que tumbar la pared
final y colocar los baños pegados a la nueva pared, -explicaba el Brujo- los
muchachos hacen el trabajo, por lo demás todo bien, ¿Por qué no te vas por
allá?- dijo esto de improviso.
-¡Hasss! Otro día lo haré- dijo Bass - ¿No has visto al capitán David Gleeson?- el Brujo sabía por dónde
venía, se la esperaba en cualquier momento y justo hoy que había vuelto a
pensar en todo el destino lo traía de regreso. Así que resolvió el darle un
nuevo sentido para no tocar el tema.
- Todo el mundo comenta la pronta
salida de Makey, su condena está por terminar, algunos de los muchachos nos han
dado su apoyo, pero tenemos que estar preparado para lo peor- terminó
diciendo el Brujo.
-¡No me interesa eso! te pregunté ¿Sí
has visto al capitán David Gleeson?, el maldito Makey me tiene sin cuidado-
dijo un poco alterado. Se puso los lentes con cristales amarillos que
acostumbraba a usar por este tiempo.- Ese
no volverá a gobernar las calles de Albany ni por mucho que lo quiera.
-Sí, lo vi esta mañana dentro del
auto-mercado, estaba con su ayudante de allí fueron al polideportivo- en
este punto Bass se enderezó en la silla y con cierto carraspeo en la garganta
preguntó.
-¿A qué crees que fue?
-Fue a arreglar el regreso de su hijo,
lo oí hablando en el auto-mercado, harán una competencia donde seguramente
participará, como tributo a sus pasados años- la respuesta de John le
satisfizo y no preguntó más. Una pequeña mueca se formó en su rostro, volvería
a ver a Nathan. Su presión arterial aumentó considerablemente, sin embargo, se
mantuvo sereno durante todo el tiempo que estuvieron allí.
Para John no era un secreto la tensión en Bass, sabía que pasó los
últimos cinco años esperando este momento. Lo que pudo pensar hace sólo un
momento se esfumó por completo al mirar la cara de Bass, su rostro se iluminó
por completo, no podía dejar de tener esa mueca de satisfacción en la cara. Por
esto se dijo que no lucharía con esto, si su amor soportó tanto tiempo era
evidente que no era un capricho, había algo más grande allí, aunque él no lo
podía entender. No podía vivir más con esta gran incógnita, nunca oyó a Bass
hablar de amor pero esta vez tendría que hacerlo, sabía a qué se arriesgaba,
pero cinco años callando le merecían el derecho de hacerle la confesión que él
sabía todo.
-¿Crees que él quiera buscarte cuando regrese?- Bass no dijo nada, ni siquiera se movió,
simplemente borró la sonrisa del rostro, la reacción de Bass llenó a John más
de duda de proseguir con lo que había empezado, pero no podía parar, tomó aire y continuó- Según escuché, en esa misma conversación se ha casado hace tiempo, sé
que esta conversación no será cómoda para ti, ya que eres un tipo de pocas
palabras, pero desde hace tiempo quiero tenerla; quisiera que me dejes terminar
la idea, después si quieres me golpeas- en este punto Bass esbozó una
sonrisa- cuando estuviste en el hospital
tus fiebres eran muy altas y gritaba su nombre, que no se fuera, era lo único
que decías, no obstante, yo ya lo sabía hacía bastante tiempo, en ese particular
no tienes mucho cuidado, los golpes que le propinases eran tú firma personal,
luego su padre me ratificó todo, se inclusive de la cinta.
En verdad te sobrepasaste con todo,
si me permites decírtelo, él era un joven muy ingenuo para ese tiempo, cayó en
tu absurdo plan- Bass seguía sin decir nada, ni tener ninguna expresión en
su rostro- afortunadamente pudo salir del
hoyo a donde lo mandaste, por ello,
aunque estoy seguro que no vendrá hacia ti, déjalo en paz, no lo busques más,
tienes algo bueno con Kim y con la banda que seguramente no perdonará un desliz
de este tipo, así que te pido, no lo dañes lo que tienes por algo que no vale
la pena - Bass se levantó de improviso al oír a John llegar a este punto,
lo tomó por el cuello de la camisa y lo levantó del suelo, luego lo tiró contra
el árbol de roble diciéndole.
-Siempre he creído, Brujo, que
hablas mucho y que he debido dejar que te ahogaras en el río- se montó en
su moto y se alejó del lugar a toda velocidad.
Bass corrió por enésima vez la gran Vía del Diablo, ahora más grande
que nunca, mientas la recorría analizaba todo lo dicho por el Brujo, por
primera vez oía de otra persona en sólo dos palabras, la situación en que se
encontraba, todo lo dicho por el Brujo era cierto, dañó tanto a Nathan que es
una ilusión que vuelva a él, no supo expresarle el amor que sentía por él, por primera vez en su vida se dio cuenta que
nunca supo amar a nadie, quiso retenerlo a su lado y sólo consiguió apartarlo
como lo ha hecho con todas las personas que llegan a él. Y ahora Nathan puede
ser feliz con una persona que sí sabe cómo
hacerlo y él piensa sólo en destruir su mundo, John tenía razón, era algo que
no podía codiciar. Extrañarlo por tanto tiempo habían hecho de él una persona
más madura, pero esa verdad de la que John hablaba nunca se atrevió a
planteársela, ha estado esperando todos estos cinco años una quimera. Recordó
todas las veces que lo golpeo, todas las veces que lo humilló y nunca ni una
sola vez decirle que lo quería y que lo perdonará.
De nuevo se sentía solo, su corazón se encogía dentro de su pecho y sus
ojos se llenaban de lagrimas, al verse llorando por el retrovisor de la moto,
cayó en cuenta que no lo había olvidado,
solo faltó una mención de su nombre y
toda la herida en su cuerpo sangró de manera inhumana, su vida perdió sentido
hace mucho tiempo en un oscuro cuarto de
Irlanda al lado de otros niños en su misma condición y hoy de nuevo la
condición de no poder amar a nadie se hacía presente, años de abusos acabaron
con su ternura. Se dijo- No, no lo puedo hacer, tengo que apartarme
de Nantan, no debo hacerle más daño del que ya le hice- el sólo pensarlo le
dejó en su pecho un vació que había llenado con la esperanza de volverlo a ver,
sin darse cuenta llegó al desfiladero, se bajo y se sentó a contemplar la mar
que hoy en especial estaba más furiosa que nunca.
En esa misma noche Bass salió, no se hallaba tranquilo en ninguna parte,
estas próximas semanas seguro serían muy largas, se puso una camisa muy
extraña, era de licra y representaba una
musculatura ficticia pintada en la camisa, haciendo parecer un héroe de tiras
cómicas, arriba de ella una chaqueta negra con gorro y por supuesto sus lentes
de cristales amarillos, que taparía sus ojos hinchados, su aspecto era muy
temible, pero la verdad era que estaba muy confundido, paso buscando a todos
por la casa grande y se fue para el local de Tom, allí olvidaría las estúpidas
ideas que le atormentaban, el mismo sitio que visitaría Makey ese día.
II
Gleeson estaba, porque sospechaba,
nervioso, la salida de Makey, sabía que era el único que podía destruir la
tranquilidad de Albany, esto le comentaba a Jay, que limpiaba una escopeta de
mira, sentado en el borde de una piscina vacía en el polideportivo, mientras
terminaban de arreglar el evento de natación, él era menos escéptico que David,
el no tenía una corazonada que las cosas irían mal él, lo sabía, la tensión se
sentía en el ambiente, desde hacía días, y aún después de haber asado varios
años. David era único que parecía no darse cuenta, era evidente para cualquiera
que Makey reclamaría su puesto y Bass lucharía por mantenerlo, si bien, estos
últimos años se volvió más agresivo.
La venida de Nathan, volvió a mover
las cosas en la cabeza de Jay, nunca había entendido que unió hace cinco años a
Nathan con Bass, y motivo intento de suicidio y más extraño aún que se halla
marchado repentinamente de Australia, algo grande debía ser y toda la respuesta
estaba en esa cinta de video que quien sabe donde fue a parar, aún recordaba
cuando David llegó con cara muy grave, mojado por la lluvia diciendo que todo
se había arreglado, se armó de valor para preguntar esta vez:
- Nunca me dijiste el porqué Nathan
se trató de suicidar y luego se marchó- metió la cabeza y siguió limpiando
quería hacer la pregunta como casual, esperaba la respuesta de David pero esta
duro un rato.
-Mi mente ya había olvidado ese
fatídico día y esa maldita cinta, tu curiosidad no conoce límites.
- ¿Ya él se casó, me dijiste?-
-Si, hace como tres años, pero
desgraciadamente ella murió meses atrás por problemas en el parto, por eso
Nathan se viene de nuevo a Australia, le pegó mucho la muerte de ella y su hijo-
terminó diciendo esto con una mueca de fastidio, para Jay estaba claro que le
pesaba el hecho de que Nathan viniera, seguramente, por el percance que tuvo
con Bass, temía que volviera a sus andadas, cualquiera que estas fueran,
continuó limpiando el arma de mira, David se paró a hablar con el director del
polideportivo.
-No importa - pensó Jay – tarde o temprano lo sabré todo.
Gleeson junto con Jay, irían al local de Tom, necesitaban relajarse, no
estaban para preocupaciones, ni despistes, esta vez no dejarían nada a la
suerte, si algo iba a pasar ellos lo sabrían antes, utilizando esta técnica de
Jay de ir a los bares en busca de información, se vistieron y marcharon hacia
el fulano local. Los agentes llegaron
muy temprano lo que les permitió escoger una mesa apartada, de donde
podían verse todo el sitio, la noche iba
a ser interesante. Comenzó con la llegada de Bass y su grupo, Bass muy
pintoresco según pudo apreciar Gleeson, el Brujo de camisa, Mod con su
acostumbrado gorro y el primo de Joe de camisa negra, tomaron los palos de pool
y se apoderaron de la mesa, pidieron cuatro cervezas, poco después se le
unieron el viejo y el grandulón de cabello largo que trabajaban en su taller
junto a otros zagaletones, todos unidos formaban un grupo muy temible, con
excepción del Brujo que no acaba de cuadrar en el grupo de los chicos malos, su
aspecto y su hablar dejaba mucho que desear para ser segundo de esta importante
banda, todos estaban pasándola bien.
Bass en cierto momento de la noche
se apartó del grupo y se sentó en la barra, su aspecto era sombrío no estaba en
sus mejores días, pidió una bebida fuerte y se quedo como ido mientras lo
tomaba, Tom se acercó a él, y estuvieron hablando hasta que volvió a dejarlo
sólo por la llegada de clientes, a media noche ya el bar estaba más lleno que
de costumbre, a pesar de ser un día intermedio de la semana, Bass pidió otra
trago a Tom que tiró a rodar por toda la barra, a Bass se le escapo y ya iba
rumbo al suelo cuando fue atajado por David.
-Valla, valla- le dijo David a Bass- no te dejas ver mucho, y ahora te veo con esa franela tan llamativa,
como quieres que te llame Superbass- tomó un banco y se sentó a su lado.
Bass se puso visiblemente molesto, tomó la bebida y pidió dos más.
-¿Qué demonios quieres?-
preguntó Bass sin querer tener ninguna hipocresía con el cortante agente.
-Hablar; ¿no se puede?, la última
vez que lo hicimos fue ya hace mucho tiempo y creo que no llegamos a buenos
acuerdos, pero ya vez el tiempo todo lo arregla todo y aquí estoy- Bass
llegado a este punto se rió, presintió en este acercamiento el miedo del Capitán,
por tener que volver a las andanzas de Nathan, pidió dos cervezas, le dio una
David y sólo para verlo molestar le dijo:
-Ahh, lo dice por eso. Me han
contado que viene la semana que viene, ¿Cómo está él? Aún me extraña- y
comenzó a reírse.
- En verdad que no podemos hablar
Bass, mi hijo ya se casó hace tres años, tú y ese devaneo que tuvo contigo pasó
hace mucho tiempo, ni quién se acuerde de él, el video lo destruí y con él tu
historia, me parece gracioso que me preguntes por ello- esto último lo dijo
tratando de sacar de quicio a Bass. Éste lo miró y lo tomó por la camisa de la
chaqueta que llevaba.
-¡Capitancito, voy a decirte
algo!... - No pudo terminar porque, todo el bar notó la riña de los dos
famosos personajes, Jay corrió a apartarlos, lo mismo que el Brujo, que
sospechaba los que hablaban, este asunto de la vuelta de Nathan ponía tensos a
los dos, Jay se llevó a David fuera del Bar, en ese estado no podían hacer
nada, tendrían que calmase, John tomó a Bass y lo llevó lejos David y se
instaló a hablar con Bass, pero fue interrumpido por la llegada de Mod que se
sentó a su lado y llegó preguntando:
-¿Qué te pasa con el capitán? ¿No
sabes que no puedes estar formando pelea? Eso es lo que él quiere.
-No te metas, es un asunto personal
que nada tiene que ver con la droga, es algo que él y yo tenemos pendiente
desde hace mucho tiempo y creo que ha llegado el momento de arreglarlo- Bass no quería hablar, un estado de letargo
se apodero de él. Mod vio de nuevo venir el antiguo deprimido Bass de hace
cinco años, y exclamó:
-Regresó tu otro yo…- Mod se
levantó y siguió jugando dejando al Brujo y Bass sentados al final del bar.
Algo tenían oculto estos dos desde hace tiempo, para ser exactos desde la
extraña enfermedad de Bass y sólo ahora caía en cuenta que quizás el capitán
David Gleeson tenía que también estar envuelto en esto. Mod se quedo con algo
de curiosidad, pero luego lo olvido y siguió jugando.
Una hora más tarde hacía su entrada el desaparecido Makey con Bull y
Cuatro Caras además de otros personas más, la tensión se hizo evidente y el
ambiente se tornó tenso, demasiado para poder respirarlo, Makey camino directo
hasta donde estaba Bass, varios de los compañeros de este último trataron de
pararlo pero Bass lo detuvo, Makey llego muy cerca de él, levantó su dedo y lo
señaló.
-Sabes muy bien que vengo por ti,
marica, te mataré como un gusano.
-Cuando quieras- fue lo único
que dijo Bass y siguió jugando. Makey se lanzó encima al igual que sus
acompañantes, todos los demás también entraron a la revuelta, y pronto las
sillas no se hicieron esperar, todo él sitio se convirtió en un gran
cuadrilátero que sólo pudo para las patrullas de policías, al sonar sus
sirenas.
Al llegar los policías ya todos los maleantes habían escapado y el local
de Tom ardía en llamas, en el frente Tom y su hermana veía como se consumía su
local, primero, seguramente, de muchos que caerán. Mañana todo Albany estaría hablando de lo
ocurrido y como de nuevo las luchas entre bandas traerían consecuencias
fatales.
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