8. Susan White




8. Susan White

El cuarto del hotel era pequeño. Suficiente para esconderse por un tiempo, el doctor abrazado a Susan pensaba en todo lo que pasó en el día de ayer, y por ello tomaría la determinación de hoy mismo dejar la ciudad, las maletas estaban hechas, sólo faltaba la forma de salir y adonde huirían, a estas alturas toda la policía del país estaría detrás de ellos y sería un error para la “empresa” si le descubrieran, su hermano estaba furiosos con él por lo mal que manejó las cosas.

 La situación era aún más complicada debido a que llevaba consigo a Susan y no era una persona en la cual se podía confiar. Contó a Susan lo que pensaba hacer para  poder escapar de allí, lo primero: llamar a su hermano, luego terminar con el trabajo encomendado, nunca le falló y ésta no iba hacer la primera vez que eso sucediera, la nueva chica estaba ya preparada, todo el país se le echaría encima pero ya nada le importaba. Estaba realmente fuera de sí, el quedar bien se le hizo una obsesión, sin medir todo lo que hacía.

Moore dijo a Susan que Bruce seguramente tendría la chica preparada para hacerle el parto, debían terminar lo que comenzó, llegó la hora de utilizar el as que tenían bajo la manga. Susan ante esta nueva confesión de Moore se quedó estupefacta:
- ¡Otra chica! Te has vuelto loco, por favor ya dejemos todo esto y fuguémonos de aquí, no hay nada que hacer – Pero él no dio importancia a las palabras de Susan se levantó y vistió.

El Dr. Moore salió del hotel con una gafas oscuras y vestido con una camisa “hawaiana”,  camino un largo trecho y tomó un taxi que lo llevó a un teléfono muy apartado del hotel, Susan por su parte lo siguió en otro, muy de cerca, tampoco ella confiaba en ese bueno para nada de Moore, por su error se descubrió todo y ahora ella iría a la cárcel mandada por el infeliz de Hudson, aunque claro, ella también se culpaba porque en las noches que pasaba con Hudson pudo haberlo matado con toda facilidad, pero no era una asesina, lo de su hermanastra fue otro error del inútil de Moore, sus lagrimas comenzaron a rodar por sus mejillas al recordar como fue lo ocurrido aquella triste noche en la que Karen perdió la vida, el enterarse al otro día por la prensa  que la descuartizaron  fue demasiado.

…Nichols la llamó y quedó en verse con ella a las afueras del la Empresa donde trabajaba, pero tenía que resolver un problema, la amiga de Karen en la empresa, había estado discutiendo con ella por su relación y estaba pendiente de que no se viera con él, bajo ninguna condición, así que le propuso a Karen que como todos los días, se fuera detrás del grupo a la estación y luego se devolviera diciendo que iría a una farmacia, ella así lo hizo y él se encontró con ella en lugar establecido. Para sorpresa de Karen al llegar allí, Nichols se encontraba con otros dos sujetos, vestido todos tres, de mendigo, no le dio importancia sino por el contrario aceptó el irse con ellos en un furgoneta que los esperaba y que nadie acertó a ver, allí le ofrecieron un refresco, ella lo tomó y luego no supo más nada, en la camioneta estaban los ayudantes de la venta de autos usados.

  Dentro de la furgoneta discutían como se les fue la mano con el sedante, al parecer la muchacha empezó a ponerse muy extraña, tenía convulsiones muy fuerte y ahí mismo en la furgoneta murió, presos de la desesperación llamaron a Moore, éste le dijo que se calmaran e indicó que la llevaran a un lugar apartado para deshacerse de ella, lo más rápido que pudieran.
  
La camioneta paro en una zona apartada, los tres hombres muy nerviosos no sabían como deshacerse del cuerpo, así que decidieron córtalos en piezas, Nichols fue el elegido para hacer la disección y lanzar el cuerpo al agua, empezaron cortando una mano. Un carro paso a gran velocidad por el lado de ellos, su nerviosismo aumentaba más, así que tiraron la mano en las orillas y partieron a toda velocidad a la empresa para dejar el cuerpo allí, la histeria en los tres era extrema, así que llegaron abrieron el baño. Sintieron el movimiento del niño en el vientre de la joven muerta, uno de los ayudantes del chivero, quien tenía un aspecto como de niño grande, con el cuchillo abrió el vientre de la mujer y sacó el niño aún con vida lo envolvió y corrió a la camioneta, los otro dos terminaron de cortar el cuerpo, escucharon algunos ruidos así que cuidadosamente rodaron el cuerpo hasta uno de los retretes y allí los dejaron, corrieron y los tres dejaron la fábrica de jabones… 

El Dr. habló con su hermano de todo lo ocurrido, éste fue tajante en su dedición, tienes que abandonarla y venirte para salirte de este embrollo.  Todas las clínicas estaban siendo investigadas por menores que fuesen, es una cacería de brujas, toda la televisión, es sólo cuestión de tiempo para que toda la operación sea descubierta, tienes que venirte enfatizó. El teléfono estaba frente una tienda de televisores y mientras hablaba veía  su fotografía y la  de  Susan en las noticias, haberse quedado en San Francisco era una locura, pero tampoco podían salir sin un plan para burlar la policía. Mientras hablaba por teléfono, la imagen del agente Hudson, también apareció en la pantalla, el Dr. con los dedos medio e índice juntos a manera de pistola, apuntó hacía la pantalla e hizo como si dispara - Me la pagaras hijo de perra- Dijo en voz baja.

Debía haber una forma de deshacerse de Susan y del agente, por lo pronto se escondería en otra parte, era una imprudencia estar con Susan, ella habló con Hudson, pero eso a él no lo convencía del todo, aunque ahora él estuviese también en peligro de perder su trabajo, jamás era igual que ir a la cárcel, se alojó en otro motel que quedaba algo apartado de donde se encontraba Susan, pero aún decidió ir una vez para evitar que ella pudiese cometer una locura, y perjudicar la empresa que no sólo operaba en esa zona sino que estaban distribuido por todo país, poner así en peligro tan lucrativo negocio, era una estupidez.

…El modus operantis era el siguiente, la familia que quería adoptar daba el aviso a sus contactadotes en diferentes clínicas de fertilidad una vez hecho el trámite del dinero a pagar, se congeniaba el método que fuera más fácil para fingir el embarazo, algunas veces hacían creer que la madre estaba embarazada algunos meses otros y otros el más común lo hacían mandando de viaje a la madre y regresaban con el niño recién nacido, pero lo más importante era ajustar con la madre que quisiera dar a su hijo en cuanto naciera, las muchachas que se escogían para este trabajo era de descendencia humilde y en cuanto daban a luz los niños le eran quitados y pagados el precio conveniente.

El problema con el último fue que la joven se negó a dar el bebe, así que por eso decidieron matarla y en la búsqueda del segundo, todo se salió de control. Ahora todo estaba mal. El trabajo tenía que hacerse y punto...

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Aunque Hudson se empeñara en deshacer lo sucedido, Jeremy Church había tomado la dedición de sacarlo definitivamente del departamento de investigaciones, de eso hablaban una vez que hizo  llamar a todos e informó lo que quería hacer para terminar con todo este caso de una buena vez, en la reunión también se encontraba Miller y Kurtain, mientras se desarrollaba la conversación, la cara de incomodidad de Kurtain era evidente, pero todos pensaron que era natural ya que estuvieron juntos desde hace dos años, específicamente  desde que Kurtain entró al departamento de policía.

…Los de arriba habían mandado un joven desde Seattle que al parecer era muy bueno en su trabajo, éste fue colocado al agente Hudson que no tenía compañero, los gritos por parte de Chris Hudson no se hicieron esperar, reclamaba a Jeremy el hecho de siempre trabajar solo y ahora este iba a parecer un estorbo, que de ninguna forma lo toleraría. Desde hace tiempo Church quería bajarle los humos a Chris, pero no había poderlo hacerlo, por un lado la autonomía de Hudson y por otro todos comentarios que de él se hacían en la estación, con este joven recién egresado podría poner control sobre Hudson.

No fue así, y esto lo supo Hudson desde el momento que llegó Stephen C. Kurtain, con solo 28 años, le pareció un angelito, esperaba un sabelotodo y estorbo soplón de Seattle, aparentemente se presentaba más como una solución que un problema, pensó Hudson. Cuando llego a la estación Kurtain traía unos Jeans y una camisa blanca, parecía salir de la película “Top gun” un jovencito casi niño, con los papeles de tramite debajo del brazo.  La primera semana se comportó con mucho profesionalismo, en verdad era un buen agente muy capaz y siempre estaba por encima de los acontecimientos, esto como era de esperarse chocaba con toda la forma de ser de Hudson, pero sí de algo podía alegrarse Hudson fue de que pasara lo que pasara nunca se iba de “soplón”, la segunda semana de la estadía de Kurtain se enteró de su adicción a las carreras de autos, cuando fue arrestado por correr en a las doce de la noche en una carretera apartada a altas velocidades. Hudson arregló todo con la mayor discreción y desde entonces ganó un ferviente amigo para siempre, claro que no contaban los dos en convertirse en amantes y sufrir toda la ola de sentimientos encontrados en los que se encontraban, Kurtain pensaba en todo esto a la vez que veía, la persona que admiraba tanto y amaba, destruirse. Por supuesto que esto era todo un acontecimiento anunciado; la vida que llevaba Hudson. En ese momento se empezó a reprochar el hecho de haber sido un pequeño rió que se perdió en un extenso mar, o al menos eso pensaba él…

Church lo sacó de su ensueño, cuando mencionó su nombre ante la propuesta de no decirle a Hudson, por ahora, y hasta que el caso se calmara.
-Kurtain creo que te lo puedes pensar, si quieres, sé que eres amigo de Hudson y a lo mejor yo estoy abusando de ti cuando te propongo esto, no digas nada ahora,  piénsalo.
-Está bien lo pensaré y daré mi respuesta mañana. - Todos se pusieron de pie y miraron a Stephen, en él estaba toda la operación. Miller se apresuró a hablar con Kurtain, no quería que de nuevo Hudson se saliera con la suya, presentía que Hudson pudiese estar manipulando a Kurtain para llevar a cabo sus fechorías.  No era que Hudson le cayera mal, sólo que no podía aguantar tanto descaro. Kurtain estaba realmente pasando por un trance grande en ese momento, todo estaba saliéndose de control, así que decidió verlo a la mañana siguiente antes de ir al trabajo y tratar de hablar con él… aunque estaba metiéndose en aguas demasiado profundas.