14. Bajo
la Lluvia.
Cinco años pasan muy lento si se está en un país extraño, con diferente
cultura y diferente idioma, esto pensaba Nathan cuanto abordó el avión que lo
llevaría de nuevo a Australia, en su garganta se formaba un nudo de sólo pensar
en Albany y regresar a lo que para él se convirtió en una pesadilla. Su mente
aún retenía ciertas cosas muy confusas
con la deformidad que da el tiempo, no sabía que pasaba con el amor sentido por Bass, desde el primer
momento que dejó Albany decidió también empezar a olvidarlo, pero no le había
sido fácil, el tiempo que estuvo en Francia se autosugestionó para no pensar de
nuevo en ese pasado, tuvo un régimen muy fuerte de disciplina, cada vez que un
pensamiento se acercaba a su mente lo remplazaba por otro más agradable, aunque
no estaba muy orgulloso de los resultados.
Un día cualquiera llegó a su vida una persona excepcional que le brindó
apoyo y le hizo creer de nuevo en el amor, apartando de su pensamiento el dolor
por el desamor de Bass. En Francia las cosas habían sido difíciles, desde la
búsqueda de un sitio de vida hasta el ser aceptado como entrenador de un equipo
olímpico, una tarde recorría el centro de Paris y allí encontró en una tienda
de antigüedades una joven de muy bonitos
ojos, el amor entre ellos surgió rápidamente. Al principio sintió miedo de no
poder responderle por la pasada
experiencia homosexual, temía que su capacidad de amar a las mujeres
hubiese desaparecido, pero el romance se hizo presente en él, esto le dio
seguridad y dijo que era hora de volver a hacer feliz, olvidando su tortuoso pasado.
Angelina era una joven de veinticinco años de pelo muy corto de color
castaño, era de Italia pero vivía en Paris, Nathan cayó muy bien en su familia
que pronto le hicieron parte de ellos, junto a ella él se ocupó de los
compromisos internacionales, por su trabajo conocía una variedad de idioma que
beneficiaban a Nathan, pronto se hicieron inseparables, rentaron una casa cerca
al centro de la ciudad y los años dejaron muy atrás a Australia, un día
Angelina dio la importante noticia de que estaba esperando un bebe, aumentando
en ellos la idea de compromiso.
Desde de la nueva noticia Nathan comenzó una nueva vida, pero estaba consciente
de que no era del todo feliz, había un vació en su vida que no podía llenar ni
Angelina; ni el nuevo bebe, sentía que le estaba siendo infiel a Bass, no
entendía el porqué de ese pensamiento, quizás el no haber terminado las cosas
como se debía, dejó en su vida como algo inconcluso que tenía que cerrar, era
triste pensar que toda su vida se encontraba muy unida a un mafioso de Albany.
Así que resolvió el acabar con todo eso,
se levantó una mañana tres días después del anuncio de la venida del bebe,
intranquilo, caminaba de un lado a otro, Angelina le preguntó ¿qué le sucedía?,
él sólo respondió.
-Tengo que ir a Australia- y
sin decir más preparó su maleta. Angelina sintió un miedo por este inesperado
viaje, presentía que quizás nunca regresaría, quizás el tener el bebe como a
todo hombre lo asustó un poco, más sin embargo aún así lo dejó ir.
-Regreso dentro de una semana-
dijo antes de irse y salió rumbo al aeropuerto.
Angelina nunca entendió esta
salida, una semana después se encontraba de nuevo en Francia, no comentó nada
de ese extraño viaje, sólo llegó la abrazó fuerte y besó su vientre, luego la
miró a los ojos y le dio el anillo de compromiso. ¿Qué fue hacer allá? Ella no
lo sabía y seguramente nunca lo haría, pero sospechaba que quizás fue a ver una
antigua mujer dejada en Australia, probablemente fue a acabar con sus historias
pasadas. Se sintió triunfadora por este nuevo reto afrontado y vencido. La boda
fue sencilla, los padres y el hermano de Nathan, Así como Darren y su antigua
novia, vinieron para el acontecimiento, David Gleeson estaba feliz de que por
fin Nathan hubiese salido de pasada confusión mental, soñaba con que Bass o
cualquier otra titubeo por cualquier otro hombre fuera parte de un pasado que
todos olvidarían, afortunadamente.
Siete meses después un dolor intenso tiró a Angelina de la cama, y
después otro y otro, Nathan la llevó al hospital, todo fue muy rápido. Dos
horas después el doctor anunciaba a los familiares y al esposo la muerte de
Angelina y el niño que esperaba, otra vez la mala suerte acompañaba al nadador
que quedó muy destruido por lo sucedido pero aún así decidió quedarse en
Francia, por unos años más.
Dos años después las cosas cambiaron del todo, tuvo muchos éxitos a nivel
profesional, se relacionó con nuevas personas, pero aún así no estaba
tranquilo, la muerte de Angelina lo comenzó a llenar de tristeza, se sintió
sólo, no quería volver a Australia, no obstante tampoco quería quedarse en
Francia, su madre le hizo una pequeña sugerencia de regresar y fue lo único que
hizo falta, seguro de que su corazón estaba sanado del todo preparó su maletas
y se dispuso a regresar, soñando con que las cosas pudiesen ser
diferentes.
En el avión Nathan miraba por la ventana, luego de dos años regresar era
muy raro, no llegaría directamente a Albany, primero pasaría por Sydney a diferencia
de la última vez, miró por la ventana y repitió - La pasada ida- cerró los ojos para evitar el dolor del recuerdo,
aquella vez hace ya tres años, estaba llena de mucho dolor para él, allí
sentado recordó… cuando, después de dejar a Angelina con su bebe, llegó a
Albany estaba lloviendo, tomó un taxi que lo llevó a una de las posadas,
alquiló un cuarto, y esperó a que escampara.
Tenía que decidir qué haría el resto de su vida, en Francia lo esperaba
Angelina con una vida plena, llena de realizaciones y sueños y acá estaba un
hombre que quizás nunca lo amó como él lo hizo, una persona que sólo le daría
malos tratos, que lo hundiría en un pantano; pero como la vida es imperfecta
aquí se encontraba sin saber qué hacer, sólo necesitaba verlo para tomar una
decisión para el resto de su vida, cerciorarse que nunca tendría la menor
oportunidad de estar con él. Se vistió de traje y salió hacia la casa de Bass,
se paró en el frente y tocó a la puerta, mientras esperaba no pudo soportarlo y
al escuchar los pasos dentro de la casa, salió corriendo y se escondió en
algunos arbustos, quien abrió fue John que giró la cabeza de ambos lados
buscando a alguien; no vio a nadie. Al ver salir a John sólo con una toalla,
Nathan supuso que Bass estaría en el tráiler, así que caminó hasta allá, una
fina lluvia volvió a caer, la cual se fue haciendo más fuerte hasta que se
convirtió en un torrencial aguacero.
El tráiler estaba rodeado de algunos árboles pero no tan grandes para ese
entonces, era una tarde de mucha brisa, Nathan para cubrirse de la lluvia se
metió en el antiguo auto de John, cual estaba colocado un poco alejado, pensó
en pasar la lluvia allí y luego tocar a la puerta, la precipitación arreció
dejando a Nathan decaído, nunca le gusto la lluvia, mientras estaba allí miró
todo el lugar, sus recuerdos volvieron a su mente, recordó atado a la cama de
Bass y éste golpeándolo, giro la cabeza a ambos lados para tratar de borrar la
imagen de su cabeza, pero era la única visión que podía retener en su mente,
aún estaba muy dolido por todo. De repente Bass salió del tráiler a recoger
algunas herramientas que estaban en el suelo, él no quería que se mojaran, las
arregló en el taller, posterior a colgarlas tomó una silla y se sentó debajo
del pequeño cobertor que hacía las veces de techo frente al tráiler.
Bass estuvo sentado largo tiempo allí, no se daba cuenta de la figura que
se hallaba colocada en el viejo auto de John, la lluvia no pensaba aclarar,
Bass vestido sólo con un pantalón negro y una franelilla bastante sucia y rota
se notaba algo fastidiado, le molestaba también los días lluviosos, se quitó
los zapatos y los pantalones y se metió debajo de la lluvia, allí quedo primero
con los brazos puestos en la cintura y las piernas medianamente separadas, la
lluvia caía sobre sí, trato de quitársela de la cabeza moviéndola de lado a
lado, sin saber porque volvió a pensar en Nathan, en su mente deseaba que
estuviera allí con él, no podía quitárselo de la mente, abría la boca y trataba
de tragar la mayor cantidad de agua, posteriormente se puso a bailar una
canción que se oía desde el tráiler, luego de un rato cansado de bañarse en la
lluvia, tomó sus pantalones y se metió en el tráiler.
Nathan durante todo el tiempo que
Bass estuvo fuera lo estuvo observándolo, no era posible que aún estuviera
enamorado de ese hombre, le pareció divertido verlo allí mojándose debajo de la
lluvia tan solo con ropa interior y bailando tan mal, su corazón estaba
invadido otra vez por eso que sintió hace ya tiempo y que sólo hasta ahora cayó
de que tal vez Bass no lo sentía, pasado un tiempo escampó, él se bajo del auto
miró por última vez el tráiler y se alejó, lo que vino a buscar ya lo obtuvo.
En realidad no podía culpar a Bass por no haberse enamorado de él, no
debía echarle la culpa por todas las personas a la que nunca había amado, sabía
que había puesto todo de sí para que eso sucediera, llegó hasta el límite tan
sólo por que pasara, lo enredó, sedujo y engañó pero de nada sirvió, no escoges
a quien amar y ese lamentablemente fue su caso, comprendió que siempre lo
amaría pero no podría ser feliz con él. Camino hasta el hotel, se baño tomó sus
cosas y se fue de nuevo aeropuerto para enrumbarse a Francia, trataría de
encaminar el resto de su vida, juró no regresar a Albany nunca más.
Hoy montado en el avión con el destino burlándose de él regresaba a
Australia; a Albany; e irremediablemente quizás a Bass. Llegó al aeropuerto,
esta vez nadie lo esperaba, dijo que llegaría dentro una semana más pero lo
cierto fue que se vino antes, no quería convertir su llegada en todo un
acontecimiento, no estaba para eso, tomó un taxi, por los momentos llegaría
donde su papá pero luego buscaría otro destino, el conductor no tomó la
carretera principal sino que por el contrario se metió por la misma que había
utilizado Bass la última vez que estuvieron juntos, de camino su mente no dejó
de pensar en lo vivido con Bass, todo el pueblo está envenenado de su recuerdo,
preguntó al taxista ¿Por qué había tomado ese camino?.
-No sabe usted lo que sucede, la policía
ha tomado toda la ciudad, una guerra entre bandas mantiene la ciudad en un
estado de sitio, revisan todo lo que entra al pueblo se espera un cargamento de
armas; pero para mí ya está aquí- respondió el conductor del taxi.
-No, no sabía, y ¿Quiénes son los
responsables?- preguntó Nathan.
-Un sujeto llamado Bass y otro sujeto que dominaba la zona
anteriormente llamado Makey, todos
terminaran muertos, al igual que nosotros si no paramos esta locura- Nathan
soltó una pequeña risa, apenas llegaba y Bass ya marcaba su destino, deseo en
ese momento que estuviera muerto, que lo dicho el taxista fuese verdad y que
por fin acabará, para así desaparecer su sombra maléfica que se sentía por
todos sitios. Colgando junto el estridente verde de los árboles, en el picante
de la arena roja y en lo asfixiante del
cielo azul.
Desde ese momento comenzó a pensar que quizás fue una mala idea el
regresar, a su cuerpo invadió una fuerza muy extraña, se sentía de nuevo sucio,
no pensaba, no quería reflexionar, estar reprimiendo todo por tanto tiempo lo
volvería neurótico, en ese momento no sabía qué hacer, en equis momento de
trayecto quiso regresar, su cuerpo temblaba al igual que su mente, no lo
soportaría, estallaría o peor sucumbiría otra vez, si Bass quisiera hacerle
daño nuevamente. No se encontraba preparado ante el reto. Cerró los ojos y se apoyó del asiento viendo
pasar los grandes árboles.
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