7. Aún en la Violencia.
Pasaron días sin que supiera de los piratas de la carretera. la
situación entre las dos principales bandas se volvieron tensas, el Ingles había
decidido aumentar su campo de distribución, acción que tomó Makey como una
ofensa, en parte por verse impotente ante el avance de su rival de la zona
norte, lo que antes era dominio sólo suyo, pero la mercancía no era suficiente
para cubrir la demanda, el negocio no podía detenerse, las personas no dejaban
de consumirla porque en su tienda de costumbre no lo había, podían andar
kilómetros tan sólo por tener un poco de droga.
La respuesta de estas
anormalidades en la ruta de distribución, fue una ola de pequeños destellos de
violencia, los cuales se evidenciaron por toda la ciudad. En los bares se
formaron fugaces peleas, un nerviosismo estaba en el ambiente de las partes
involucradas, muchas personas dependían de este beneficioso negocio y
trabajaban sin ser percibidos, por lo menos para ojos inexpertos que sólo veían
una ciudad tranquila para el paseo y el turismo, pero es quizás el mismo
turismo que creaba la demanda para estar a la altura de cualquier otro punto
internacional, que ofrecía gran variedad de actividades y deportes
extremos.
Para
Bass y su banda, la venta de los equipos robados, pudo mantenerlos varios días
fuera de los robos, de nuevo a la vida llegó la monotonía que caracterizaba a
el grupo, tomaban, fumaban y salían en
la noche. Con Kim las cosas no marchaban bien, aunque había regresado al tráiler
tuvo que retirarse de nuevo por las grandes altercados que tenían los dos, Bass
estaba irritable por todo lo mínimo que pasaba, el último suceso terminó con golpes tras un estado de
ebriedad. Kim esperaría unos días hasta que la adrenalina volviera a arrancarlo
de la depresión, que había aumentado en estos días tras la muerte de Joe y
Adams. Normalmente la inactividad lo llevaba a bares y a tornase irónico y
grosero.
Bass se encontraba
en este estado en el bar de Tom, jugaba
pool con los demás de la banda y el chico reemplazo de Joe en la
gasolinera, quien causo simpatía en el grupo, éste era muy conversador y arriesgado
y eso oxigenaba sus cerebros, pero esta noche para nada se atrevía a hacer
cualquier chiste sobre nada, por miedo a recibir un golpe de Bass. Malas
palabras adornaron el bar tras una bola fallida de Bass que fue a parar por
debajo de unas mesas, tiró el taco contra la mesa, tomó la cerveza y fue a la
búsqueda de la bola.
- Bass- dijo una voz sentada a la mesa. La
bola quedo justo debajo de la mesa donde se encontraba sentado Nathan Gleeson,
tomando una cerveza y viendo el juego,
Bass tomó la bola y la lanzó desde allí hasta el Brujo que la atajó, éste
no distinguió con quién se quedo sentado en la mesa, tan sólo vio la chaqueta
marrón y siguió jugando por Bass.
En la mesa Bass le
pidió a Nathan que abandonaran el lugar, Nathan viendo el estado de Bass, le
propuso mejor quedarse allí, Bass alegó que no era muy bueno que se le viera
por allí, este no era un sitio para una estrellita de la natación, Nathan no
quiso insistir tras ver a Bass gritarle las últimas palabras. Al levantarse
Bass se balanceaba de lado a lado, Nathan lo aguantó para evitar que se cayera,
así salieron del local, adentro nadie se había dado cuenta de la salida de Bass
y su extraño acompañante.
Nathan no dejó que
Bass se montara en la moto, mas éste lanzó ofensas contra Nathan.
-… Hasss, ahora vas a cuidarme como mi papito, nos montamos acá y punto-
pero al levantar la pierna para montarse cayó en el suelo, derrotado
aceptó la ayuda de Nathan de montarse en su carro y partieron.
-¿A dónde te llevó?- preguntó Nathan.
-Al trailer por supuesto- dijo esto y
sacó de su bolsillo unas pastillas, le enseñó la bolsa a Nathan.
-Si eso es droga, no gracias, no quiero esa
basura- Bass le hizo con su boca una expresión de fastidio
–Hassss,
se me olvidaba que las sirenitas no toman drogas- luego se pasó a la parte
trasera del carro por encima del cojín, a pesar del estado de Bass, Nathan
estaba dispuesto a hablar.
-No podré verte más, la última vez fue un error que no toleraré más- Nathan esperaba respuesta empero no escuchó a
Bass hasta que llegaron al tráiler.
Él se bajó y Bass también, ya estaba menos
borracho por el efecto de la droga que había tomado, ahora su rostro era
profundo, se recostó del carro mientras Nathan caminaba hacía el trailer, traía
una chaqueta de cuero café oscuro y unos pantalones de igual tono, debajo la
chaqueta usaba una camisa de seda roja, Bass pensó:
- Eso ya lo veremos nadie se desase de el gran
Bass- entró con él a tráiler y una vez adentro Nathan le dijo que ya era
tarde que tenía que levantarse mañana a primeras horas, porque aunque las
competencias terminaron algunas cosas requerían su presencia. Bass más lucido
le dijo que podría quedarse a una copa como despedida y luego se iría, Nathan
aceptó pero le indicó sólo una y se sentó, mientras encendía el equipo musical no vio a Bass agregar varias
de las pastillas que traía en el vaso que preparaba.
La música puso en
ambiente el lugar que por primera vez, desde que conoció a su dueño, lo veía
limpio, Bass se sentó a su lado y él tomó un trago, Bass le dijo que este
primero se lo tomará rápido para poder traerle el otro, así lo hizo.
Nathan comenzó a
sentirse extraño, mientras veía a Bass, como caminaba hacía la cocina, su
imagen se tornó difusa y de manera vertiginosa un estado euforizante se adueño
de él. En ese momento se dio cuenta que Bass lo había drogado, pero no podía
pararse, las piernas le fallaban y todo a su alrededor daba vueltas.
-¿Qué has hecho?- dijo mientras se ponía
la mano en los ojos tratando de enfocar la vista. Bass le dio la otra bebida y
dijo.
-Cálmate y veras que la disfrutaras- pero
sólo recibió de respuesta de Nathan un fuerte golpe que lanzó la bebida al
suelo. Bass se enfureció y se montó encima de Nathan y comenzó a darle
golpecitos con las palmas en la cara, lanzaba la cara de Nathan de lado a lado.
- Quieres hacerte el muy hombre, ahora, ah, mariquita - y comenzó a golpearlo con furia, Nathan no podía ni
pararse su cuerpo era víctima un exceso de drogas, Bass continuaba golpeando su
rostro y cuerpo, luego se levantó y comenzó a quitarle la ropa que traía puesta,
lo dejó solo en ropa interior, lo tomó en peso y lo arrojó en la cama, él
también se desnudo. Nathan le dijo:
- Bass no vuelvas a hacer esto, déjame ir por favor.
- ¿Que tienes? Ya no quiere a Bass, ya no quieres que te lo introduzca, mariquita- Le metió
varios golpes en la cara, la que comenzó a sangrar, Nathan nunca había tenido
que defenderse y no sabía como pelear, tiraba algunos golpes pero sólo pudo dar
uno solo que empujó a Bass hacía un rincón de la cama, Bass vino con más furia y lo voltio quitando
el tanga y dejado a su merced, La excitación que sintió Nathan lo hizo
agarrarse de los barrotes de la cama. Bass entre sus piernas dijo.
-Ahora quiero que me la mames- la renuencia
de Nathan fue apartarla la boca, Bass le metió otro golpe llenado de chispazos
de sangre las sabanas, Bass susurraba, algo que él no entendía.
La cara de Nathan
estaba a reventar y sentía gran dolor en su cuerpo, pasado un tiempo por
efectos de la droga y de los golpes se desmayo, no supo más hasta levantarse en
el hospital de la ciudad, un tubo se introducía por su boca y su cara la sentía
hinchada, trató de incorporarse pero los dolores en otras partes de cuerpo se
lo impedían, afuera podía ver a sus padres viendo por la ventana que daba al
cuarto. Un medico lo acompañaba. Trató de pararse, pero el galeno le dijo que
se calmará.
-Por favor quédese quieto, tiene varias
costillas rotas y la mandíbula casi desprendida…
La prensa señalaban
el brutal asalto que sufrió el hijo prodigo de la ciudad de Albany, toda la
ciudad quedo consternada por la noticia, los diarios hacían insinuaciones de
varias hipótesis entre ella ser hecho de
ser un amenaza de una de las bandas por los acontecimientos de la última
semana, pero no se podía tener certeza de lo que realmente pasaba, varios de
los compañeros de natación brindaron su apoyo a Nathan y a su desconsolada
familia.
Jay Haley tuvo que,
ante la situación de Gleeson, dar la cara antas las cámaras por el incidente,
el departamento se defendía diciendo que el ataque del que fue víctima Nathan
Gleeson era un hecho aislado, fue un robo donde se le extrajo cosas de gran
valor que cargaba en ese momento el joven. Aunque esto haya dicho a la prensa,
para Haley esto estaba demasiado extraño, las declaraciones de Nathan no fueron
satisfactorias, en la confesión había muchas lagunas que no encajaban, cosa que
se había hecho constantes en el departamento de policía por esos días.
Gleeson estaba alterado no entendía como podía
pasarle esto a él, en una conversación con sus jefes juró dar con los culpables
para hacerlos pagar.
II
Una semana había
pasado del incidente y Nathan se recuperaba con rapidez, pero aún no podía
dejar el hospital, la visita de personalidades se hizo habitual, entre ellas el
joven Phelps, visita que lo sorprendió, desde que entraron en competición nunca
habían cruzado palabras y él pensaba que había cierto odio, pero resultó ser
una agradable persona, incluso se quedo varios días en la ciudad, tiempo que no
dejó de visitarlo ni un solo día, se hicieron muy amigos y tenían muchas cosas
en común, también su antigua novia lo visitó, ella también congenio mucho
con Phelps, pero pudo darse cuenta que
las cosas con Nathan habían terminado, aunque quedaba entre ellos una buena
amistad.
Quizás la visita que
más lo afecto y que no esperaba se produjo semana y media después del
incidente, un representante de los asentamientos aborígenes, traía el pelo
rebelde y sucio que los caracteriza, cuando llegó se puso a horcajadas y se
quedo como meditando, paso un tiempo, el color blanco de su cara era algo
intimidante, se paró de repente y comenzó a hacer una extraña danza en donde
movía los pies como saltando, terminó con grito y los brazos extendidos y las
piernas medianamente flexionadas, en la manos llevaba una figurilla de un
canguro de veinte centímetros aproximadamente, Nathan se quedo viendo la figura
con ojos de incredulidad sus colores eran idénticos a la figura encontrada en
el despeñadero, donde había estado con Bass, el aborigen se la ofreció, él la
tomó, hizo una reverencia hacia Nathan y dijo –Bassssss- y se fue. Nadie en el cuarto pudo entender la visita del
extraño personaje, sólo Nathan quedo cabizbajo por la osadía de su verdugo. Aunque
más se extraño de la reacción que él mismo tuvo, al asirlo con fuerza y luego
dejarlo en la mesa de noche.
III
Bass y su grupo
durante las dos últimas semanas se dedicaron a planear un golpe que sería
peligroso, principalmente porque, no estaban seguro de que tendrían que hacer,
desde hace tiempo querían realizarlo pero no se atrevían, ya con los anteriores
robos las cosas para los tres habían mejorado pero necesitaban algo más. El
objetivo en esta oportunidad era robar un cargamento de Makey, conocían el modo
que pasaba su mercancía y este sería el golpe que los catapultaría a no tener
que preocuparse por dinero por mucho tiempo,
El Brujo y Mod
pudieron hacer unos ajustes en su condición habitacional, el porqué vivía Bass
aún en ese tráiler era todo un misterio, nadie lo sabía, tenían suficiente
dinero para mudarse donde quisiera, pero se aferraba a ese estilo de vida, más
de una vez había quedado claro que para Bass esto era un juego. Porque de
alguna razón el dinero nunca le faltaba.
Cuando todos se le unieron,
la interrogante de dónde sacaba dinero Bass, era una incógnita, sabían que no
era un tipo pobre, su vestimenta siempre estaba impecable y cuando algunos de
ellos se vio en verdaderos apuros él le prestaba dinero, inclusive durante la
enfermedad de Joe su dinero había ayudado a correr con el tratamiento, algo
raro ocultaba, el problema era que a ninguno le importó nunca el de donde
vivía, quien era, ni cuánto dinero tenía, el día que llegó olvido todo su
pasado sí es que alguno tenía y jamás había vuelto a hablar de ello. Unas de
las pocas veces que el Brujo tuvo alguna discusión con Bass fue cuando quiso
saber algo de eso, lo respetaban y no hacían preguntas de ello.
Para realizar el
asalto tuvieron que involucrar al primo de Joe en la banda, necesitaban la
gasolinera como centro de operaciones, primero lo pusieron a prueba luego
pudieron involucrarlo, y una vez más su punto de reunión era la Vía del Diablo,
para el primo de Joe era un golpe de suerte el contar con el dinero suficiente
para poder abrir un negocio propio que lo liberar de Albany, sus ojos estaban
puesto en la capital del país, volvieron a guardar las motos en ese lugar.
También las molestias de Gleeson y Jay se apartaron después del “Atentado contra el hijo del capitán”.
La inquietud del primo preocupaba al Brujo, tal
como lo hizo alguna vez la enfermedad de Joe, pero esto no amilanaba, se
empeñaba en tratar de recoger la mayor información, lo cual era muy difícil
después de los últimos altercando entre las dos principales bandas, Makey se
tornó más incontrolable de lo que era, se pintó el pelo de amarillo y cortó de
forma desordenada, todo en él era violencia, era común verlo en el bar de Tom,
con pantalones estilo militar y
franelilla que dejaba ver el gran Cristo que llevaba tatuado en la espalda,
siempre se le veía en actitud desafiante. Del Inglesito se sabía muy poco,
esperaba el contra ataque de Makey en cualquier momento, contrató
guardaespaldas, por supuesto, algo discretos para no levantar sospechas.
Nathan fue dado de
alta dos semanas y media después del suceso, fue colocado en su cuarto, éste
era amplio, tenía sus trofeos, medallas algunos afiches y gran cantidad de
fotos en todo el sitio, estaba ubicado en la parte superior de la casa en la
ventana que sobresalía por el techo, la cama la colocaron muy cercana a
ésta, desde allí, veía la playa y el
banco debajo del árbol donde conoció a Bass, las primeras visitas no se
hicieron esperar muchos de la ciudad vinieron a darle la bienvenida.
Inclusive una tarde
su padre le dijo que tenía una visita inesperada, le intrigó quién podía ser y
entró Darren Phelps, llegó y lo saludo, estaba algo nervioso, Nathan no sabía
porque era. Se sentó cercano a la cama y luego se paró de nuevo.
-Cálmate Darren, cualquiera diría que vas a
dar una mala noticia.
-Así es, tengo que decirte algo- la
actitud de Darren le causaba risa a Nathan, no decía nada sino que iba de un
sitio a otro, iba a hablar y después se callaba, Nathan también se puso
nervioso, y le dijo:
-Está bien ya ¿Dime qué es?, que puede ser
tan grave que no me lo puedes decir.
-Bueno, ahí va, voy a casarme con tú ex
novia.
-¡Qué!- Darren se quedo estático ante la
repuesta de Nathan, pero luego Nathan soltó la risa- No te preocupes no es nada yo había terminado con ella.
-Ufff, me asustaste, no sabía cómo decírtelo.
-Si pudiera pararme te felicitaría- luego
estuvieron hablaron por largo tiempo hasta que Darren se fue, Nathan quedo
pensando en todo, a pesar del poco tiempo de haber roto con su novia, poco más
de tres meses, no sintió ningún dolor, le preocupó esto, estaba envuelto en una
real pasión, sin proponérselo se había enfrentado a un amor que lo envolvía
como un remolino, no quería pensar, su cabeza iba a estallar, sin poder
evitarlo su pecho encogió y sus ojos comenzaron a llorar un estado de angustia
lo envolvió, pensó en morir.
Miró el canguro
colocado en su mesa de noche, las líneas blancas que lo atravesaban partían de
la cabeza, pasaban por su corazón, hacían un recorrido por su estomago hasta
terminar en el marsupio, se giró y miró por la ventana el mar, tenía hoy su
mejor color.
IV
Mod, como todos los
días, llegó temprano al taller, encontró a Bass sentado en la puerta, sacó unas
herramientas y se puso a terminar varios trabajos atrasados, se metió debajo
del caro y preguntó a Bass:
-¿Porque no alquilamos algo más central? No sé
porque te empeñas en vivir en este tráiler, ya hemos reunido suficiente dinero
y podemos mudar el taller de aquí, el Brujo estuvo revisando ciertos lugares y
existe una casa con un amplio garaje que podemos utilizar como taller, está
cerca del la estatua del aborigen, así que no será un gran cambio, aquí apenas hay
sitio para dos carros, si quieres podemos hablar hoy mismo y mudarnos la semana
entrante. Claro tendremos que hacer unas compras, ya sabes herramientas y otras
cosas. – Dijo
esto muy sereno pero por dentro temblaba, desconocía como decirle a Bass esto
que, en secreto, había estado hablando con el Brujo, nadie entendía a Bass y
seguro era una pérdida de tiempo, pero esta mañana al verlo por primera vez en
mucho tiempo tan cabizbajo se atrevió a sugerirle la expansión del negocio.
No recibió respuesta
por varios minutos, y desde donde estaba metido debajo del carro no podía ver
la cara de Bass, luego escuchó a Bass decir:
-Está bien mudaremos el taller- se
levantó y se metió adentro del tráiler.
-¡Bien!- dijo Mod como expresión de
triunfo, pero se quedo pensativo, algo no andaba bien, esperaba una batalla
férrea para hacerle entender, pero no fue así y esta victoria lo lleno de
impaciencia. Trascurrido cierto tiempo llegó el Brujo y pregunto a Mod como le
había ido, Mod salió debajo del carro y le dijo:
-Nos mudaremos.
El Brujo también
quedo pensativo algo tenía éste, así que decidió averiguarlo, entró al tráiler
y lo encontró tirado en la cama viendo la televisión. Tomó una silla y se sentó
muy cerca de la televisión.
-¿Qué tienes?
-Nada ¿Qué has averiguado?- preguntó Bass.
-No te lo había contado, Hace días, mientras estabas en la
reservación con el primo de Joe, jugué una partida de pool con uno de los secuaces
de Makey, estuvo hablando con su jefe por teléfono y parece que el cargamento
viene dentro de un mes, tenemos que tener mucho cuidado, mañana iré a la ciudad de Perth por armas y algo de
municiones. –Luego lo pensó y le preguntó- ¿Y a qué fuiste a la reservación? Me contó el primo de Joe que le
trajeron a uno de los aborígenes hasta la ciudad.
- Asuntos personales- después hizo una
mueca de fastidio y el Brujo comprendió que era momento de marcharse. Debía
averiguar todo, la actitud de Bass no era normal en él, pero esto lo haría
después, primero tenía que ir a finiquitar el negocio del taller. Salió en su
carro, pensó que tenía poco tiempo antes que Bass saliera de esta depresión.
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