12. Cuatro disparos

12. Cuatro disparos

Kurtain informó a Hudson por teléfono lo sucedido con Bill. Hudson decidió presentarse en el lugar, no podía seguir huyendo, debía enfrentar la situación dándole  frente y no como un cobarde, nada podía hacer ahora si Moore quería hablar, Fiona y su padre tendrían que enfrentar sus consecuencias, aunque eso le doliera tanto. El caso con la aparición de las clínicas de aborto tomó otra dirección, y tenía que estar allí para poder ayudar en lo que fuera.

Cuando Hudson hubo llegado, varios policías estaban en la entrada del circuito, todavía se encontraban en él muchas personas, comentando lo sucedido, tratando de poner en orden todo, Kurtain le contó el saldo de tan aparatoso accidente, dos de los pilotos fueron muertos, una persona del público asistente y por supuesto Bill y El Chivero, de la chica secuestrada no tenían señas, ni de los secuestradores, cuando el humo se hubo dispersado, pudieron entrar al edificio, los bomberos hallaron material quirúrgico lo que hacía pensar que allí estuvo la chica secuestrada, pero no sabían si aún seguía con vida.

¿Es posible que todavía sigan aquí? -Preguntó Hudson a Kurtain.

-Sí, hemos puesto policías en  la entrada, no sé si pueden esconder por acá.

 Junto a ellos se hallaba Miller que estaba visiblemente molesto con Hudson,  no entendía como Kurtain lo podía perdonar, aunque para ser sincero consigo mismo no comprendía absolutamente nada de esos dos. Revisaron los alrededores de la pista hasta llegar a un desagüe que se encontraba abandonado, seguramente de la fábrica que antes estaba allí. Era un tubo bastante amplio que daba justo a una serie de recovecos en la tierra como una red de alcantarillado. Al entrar escucharon pasos en el interior.

Si Kurtain conocía este desagüe, era posible que Bruce también lo conociera, se pusieron en guardia con sus armas y avanzaron por la red de alcantarillado, adelante iba Miller seguido por Hudson y muy atrás cubriendo la retaguardia se encontraba Kurtain. El tramo principal daba a una plazoleta que se habría en tres direcciones, la luz era muy débil, pero Miller alumbraba con una linterna. Uno de los tramos daba a lo que, era un túnel más amplio, se veía en el fondo, convinieron en revisarlo, Kurtain se quedó en la parte de atrás, Hudson llamó refuerzos y les indicó el lugar del alcantarillado, aunque este tramo era más amplio se contraía hasta una puerta, que según pudieron ver daba a una salida muy cercana a la pista, por allí se metieron Hudson y Miller.

Los policías llegaron al alcantarillado, y escucharon disparos que venían del interior,  todos decidieron entran y se encontraron en la parte de atrás de tres personas, Moore, Bruce y la joven embarazada que secuestraron, Bruce la traía asida por el brazo, la decidió soltar, para poder hacerle frente a los policías que llegaban por detrás, a la primera ráfaga de balas cayó Bruce al suelo abaleado, la joven corrió hacía los policías, lo que uso Moore como una pantalla para poder huir por el tercer tramo del alcantarillado.

 Kurtain que estaba resguardándose en un orillo de la pared, lo siguió por el túnel que no tenía salida, al intentar seguir a Moore quedo descubierto y fue la oportunidad que Moore esperaba y disparó contra  la humanidad de Kurtain, logrando hacer impacto cuatros tiros en diferentes partes del cuerpo, Kurtain quedó en el piso tirado, poco después llegaban los policías.

 Moore se vio imposibilitado de huir se entregó a la policía, pero satisfecho por haber abaleado a uno de los agentes y según escucharon el mejor amigo de Hudson.  

Desde la puerta, que salieron Miller y Hudson, se vía al grupo de patrullas amontonadas en la entrada del alcantarillado por el cual momentos antes entró con Kurtain. Salieron y ya en la pista quedaban pocas personas, una ráfaga de tiros muy cercanos a la entrada del túnel, los hizo voltear, corrieron a toda velocidad y llegaron a la entrada del alcantarillado, todos los policías estaban reunidos en un solo punto y al ver a Hudson salieron corriendo a detenerlo.

-¿Que tienen allí?  Quiero ver déjenme pasar- desde donde él se encontraba se veía dos cuerpos tirados en la arena, uno el de Bruce y otro el de Kurtain bajo un pozo de sangre. Hudson comenzó a querer desenredarse de los policías que lo asían, entre ellos el Capitán Jeremy, -¡Suéltenme, suélteme!,- sus ojos se llenaron de lagrimas y sus gritos aumentaban, lo tuvieron que tirar al suelo para poder retenerlo, pero Hudson estaba dispuesto a desatarse y llegar hasta el cuerpo de Kurtain.

  -¡Malditos suéltenme!, ¡Suélteme, ese es Kurtain!- No podía romper la barricada que los demás policías hicieron, golpeaba a todos tratando de soltarse, un grito intenso, se escuchó en todo el circuito.

La clínica Lombardo estaba preparada para ingresar a la ambulancia que traía mortalmente herido a Stephen Kurtain, sus signos vitales estaban en el límite de la muerte, fue ingresado y llevado a la sala de operación. Detrás llegaban varias patrullas, en la primera se bajo Miller y Hudson, pero este último venía realmente afectado, lo que preocupó a Miller, no fue directamente a la sala donde todos esperaban información acerca de la evolución de Kurtain, sino que por el contrario lo llevó al cafetín de la clínica, necesitaba calmarlo, el secreto que él conocía y que podía evidenciarse ahora, lo obligaba a cuidar el futuro de Kurtain y Hudson, aunque el de este último le importaba un rábano.

El cafetín era típico de este tipo de clínicas, con ventanales que daban a una zona verde donde estaban ubicados varios bancos de jardín, hasta uno de los más alejados se fue Miller y Hudson, quien no paraba de llorar, ya Miller estaba perdiendo la paciencia no era su estilo consolar tragedias amorosas y mucho menos entre personas de un mismo sexo.

-Hudson óyeme bien- tomó a Hudson por los brazos y lo miró fijamente- Se que Kurtain está allá arriba peleándose entre la vida y la muerte, pero debes calmarte, conmigo no tienes que fingir se lo de ustedes dos, y la verdad a mi no me importa, es su problema, pero tienes que pensar, si Kurtain sobrevive tiene un futuro al lado de Alessa,- Hudson seguía con la mirada perdida en el vacío- si realmente lo quieres ¿O qué sé yo? tienes que permitirle ser feliz y alejarte de él, si entras así llorando todos se darán cuenta y ahí acabara la oportunidad de los dos de ser felices en un mundo que no perdona estos deslices, piensa por única vez en Kurtain. 

            -Entonces no me queda de otra, saldré de  aquí- dijo Hudson sin estar claro con lo que decía- pero promete tenerme al tanto de lo que sucede.  

Así lo haré- Concluyó Miller, que lanzó un suspiro de alivio.

Hudson fue a su casa necesitaba bañarse y pensar, con la muerte Bill y posiblemente la de Kurtain, tenía que atrapar a Susan, único cabo suelto del caso para evitar una desgracia mayor, este pequeño caso se convirtió de la noche en la mañana en todo un suceso que involucra a todo el país. Su mente de nuevo le recordaba a Kurtain en el piso, y los ojos se le llenaban de lagrimas.

- ¡Ese mal nacido!, he debido matarlo cuando pude hacerlo –expresó.

En la sala de espera de la clínica,  se encontraba Miller sentado en los muebles del recibidor; Alessa con los ojos llorosos;  el Capitán Jeremy; Fiona que fue  acompañar a Alessa y varios policías amigos de Kurtain. El doctor que atendía el caso, llamó a Alessa y tras de ella fue el Capitán Jeremy.

-El peligro no ha pasado- informó el galeno- puede sobrevivir, aunque su estado final, no lo podemos saber.

Se quedaron toda la noche, durante la cual el doctor estuvo dando informes de la evolución de Kurtain.

Hudson estuvo también comunicándose con Miller, pero su angustia no disminuía. La televisión pasaba imágenes de lo ocurrido en la pista de carros, desde la bomba hasta la muerte de Bruce, además de ello, imágenes del doctor Moore y del hermano alegando que Rhode presentaba problemas psicológicos durante toda su vida y que no estaba envuelto en los delitos que se acusaban a su hermano. Nada se sabía del paradero de Susan White, se la tragó la tierra.

En la mañana ya para Kurtain había pasado lo peor, pero aún estaba delicado, Hudson temprano ya estaba en la clínica,  ninguno de los presentes  al igual que Hudson, habían dormido. Hudson saludo a todos, preguntó su estado y se sentó en un mueble a esperar el momento en que pudiera volver a verlo.

No pudieron entrar debido a lo delicado de la situación de Kurtain, así que todos se fueron para prepararse para el funeral de Bill. 

La policía estaba al tanto de la operación ventas humanas y comenzaba a desmantelar las clínicas abortivas, por medio de la libreta que guardaba Moore en su casa, algunos centros fueron cerrados, la televisión pasaba a cada momento noticias acerca del caso, pero ninguna denuncia sólida, el poderío del hermano de Moore se desplomaba ante sus impotentes ojos sin que él pudiera hacer nada. Todo era como un efecto domino que pronto llegaría hasta él.

Pasados los días, toda la policía y la prensa se encontraban para el comienzo del juicio al honorable Dr. Rhode Moore, los abogados estaban preparados, con Moore caerían sus socios y podrían llegar a la cabeza de  todo.

Moore vestido con traje azul caminaba desde el auto de la policía, muchos reporteros  se aglomeraron a su lado entre ellas una extraña mujer que le era familiar a Moore, la mujer sacó un arma por encima de los reporteros y disparó dando en la humanidad del gran doctor acusado, todo se volvió gritos, lo que dio oportunidad a la asesina  de perderse sin que nadie la siguiera.

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