15. Sonidos Finales.


15. Sonidos Finales.

La casa de Bass era un verdadero fuerte, lleno de todos sus colabores atrincherados, los últimos enfrentamientos, aunque no habían dejado muertos, habían sido descomunales, inclusive el Brujo quien era muy pacifico se había puesto en armas, Mod lo disfrutaba más porque nació para esto, le gustaba toda la adrenalina que brotaba por sus venas. Al igual que todos tenía que pasarlo todo el día vigilando, de todos el más que tenía que cuidarse era Bass cualquier paso en falso y sería hombre muerto.

Todos los intentos de Makey para apoderarse de la zona fueron parados hasta ahora, los partidarios de Bass tenían orden de disparar sí veían a cualquiera de los hombres de Makey vendiendo en las calles de Albany, constantemente las motos patrullaban. Vigilaban los centros nocturnos, los callejones el puerto en fin, cualquier sitio que pudiese ser potencial puesto de ventas.

 De la fuerza policial Gleeson era el más involucrado en todo, sin quererlo los acontecimientos giraban sobre él. Patrullaba las calles buscando algún indicio por pequeño que fuera para acabar con todo, los jefes le pedían informes constantemente, lo que pudo reportar fue el incendio del local de Tom, un balaceo a altas horas de la noche sin ningún herido aparente, pero varias marcas de sangre indicaban lo contrario.

 Jay lo acompañaba en la patrulla, si bien era cierto que había razones de preocupación; era algo común el estar preparado para cualquier eventualidad, así que era evidente que su preocupación tenía que ser otra, posiblemente sería la vuelta de Nathan a tierras australiana. Desde que se mencionó la posible vuelta Gleeson se volvió irritable.

  Pasaron por la casa de Bass y allí en frente de esta varios sujetos se reunían, era un asedio de días, según sabía David Gleeson, la banda de Makey esperaba cualquier error de Bass para matarlo, cualquier mal cálculo y cualquiera de los dos serian hombres muertos, la ventaja la tenía Bass, ya que poseía para este momento más hombres que Makey y un gran número de ellos vigilaba ahora su casa. Todo comenzó desde la revuelta de la otra noche, en ella se dejó en claro todo lo que sería de ahora en adelante las calles de Albany.

No sólo Gleeson estaba alterado por este hecho, sino que Bass ya estaba cansado, llevaba semana y media sin poder salir, a menos que lo acompañará varios guardaespaldas, quienes cuidaban el líder de la distribución de drogas en Albany, se mantenía en los alrededores de las piscina, no quería escuchar nada, estaba decidido a salir a batirse a tiros con Makey en lo que sus espías supieran su  paradero. De esto hablaba con Mod.
-¡No podemos seguir aquí, es una estupidez, no sabemos siquiera que trama el infeliz de Makey!- gritaba fuera de sí, Bass, caminaba de un lado a otro sin que nada pudiera calmarlo, todos estaban distribuidos por la piscina, viendo a Bass discutir con Mod
-Tómalo con calma, no creo que Makey pueda atacar ahora, la ciudad estará visitada por muchos turistas, entre otros eventos, se celebran las competencias de natación, hoy dará  el hijo de Gleeson una charla en el centro comercial, sobre los estilos utilizados en natación…- John paro los ojos en forma de sorpresa, hizo un carraspeo e interrumpió a Mod,
-Mod tiene razón, debes quedarte aquí- pero Bass no mordió el anzuelo, se quedo estático, y preguntó a Mod, interrumpiendo a John.
-Repite eso- con cara sorprendida- ¿A qué hora?
-Ya a esta hora- miro su reloj- debe haber terminando- respondió Mod más sorprendido aún, Bass fue al garaje y encendió su moto, John lo siguió tratando de detenerlo.
-Sabes a lo que te expones y no hablo de Makey- dijo esto y se regresó a donde el grupo se hallaba. Pero antes de irse Bass le gritó.
-Ya estoy cansado de esto.

Salió a toda velocidad, rumbo al centro comercial, al llegar pudo notar que uno de los locales había sido preparado como centro de conferencias, paró la moto justo al frente y se llegó hasta allá, se pegó a la vidriera a mirar a través de los cristales, hacía sombra con sus manos mirando hacia el interior, estaba vació, se sintió triste, había llegado tarde, alguien se movía al final, así que fijo sus ojos a  ver si era Nathan, pegado al vidrio oyó un voz a su espalda que lo hizo poner recto, miraba la figura por el reflejo del cristal pero no su cara.
-La puntualidad no es uno de tus fuertes, aunque no creo que yo sepa cuál es tu fuerte, sé que no tienes ninguno- Nathan estaba con los brazos cruzados, Bass fue volteando lentamente. Se quedo estático viendo a Nathan, contaba ahora con casi treinta años, su fisonomía era más grave, se había cortado también el pelo, su cuerpo estaba mejor definido, según pudo ver Bass a través del suéter gris oscuro que llevaba, color que destacaba también sus sorprendentes ojos aguamarina.
- ¿A quién buscas?- preguntó Nathan- quizás te pueda ayudar- Bass lo miró intensamente por unos segundos, antes de hablar.
-Hasss, Te fuiste sin dejar que te explicará- dijo de imprevisto Bass. Nathan soltó una pequeña risa.
-Me tomaste un video donde ponías al descubierto mi relación contigo, para chantajear al capitán y ¿Crees que después de eso quería tú explicación? ¿Qué ibas a decir? fue un error… No te pido explicaciones, yo estaba confundido y tú, bueno, tú estabas allí simplemente- aún seguía con los brazos cruzados.
- Tenerte aquí en el frente era algo que no esperará, -dijo Bass- aunque no lo creas, pase cada día de estos cinco años pensando en ti, sufriendo tú ida, te quiero- movió la cabeza hacia ambos lados y dijo- no, no, eso no es así, te amo y me dolería mucho más si sé que tu no a mí- se formó el silencio, la calle estaba desolada.

Bass dio dos pasos hacia adelante y quedo muy cerca de él, Nathan estaba impugnable, el burdo discurso no lo conmovió, Bass simuló que se iba pero se volteó, lo tomó de los brazos lo acercó hacia sí y lo beso muy brevemente, fue un beso perfecto, sólo estuvo el tiempo necesario para abrir su labios e introducir un poco su lengua en la boca de él, sintió el temblor de Nathan y como quedo sin aire, mientras se despegaba se formó una sonrisa en los labios de Bass. Fueron tan poco pocos segundos, pero fue suficiente para darse cuenta de que Nathan aún nada podía hacer contra él. Camino hasta la moto que estaba estacionada detrás de Nathan, se montó y le gritó.
- Se que te casaste, no la conozco pero lo siento por ella, porque tú eres mío y vendré por ti, así tu padre se oponga, así Albany se oponga, así el  mundo se oponga, no viviré más la pesadilla de estar sin tenerte a mi lado- prendió la moto, Nathan estaba de espaldas a él sin moverse tal cual Bass lo había besado, no quería verlo, se sentía vencido en una sola batalla, escuchó la moto marcharse, luego buscó apoyo en unos árboles que estaba cerca de él y allí se quedo apoyado, vio como la moto de Bass se perdió en el infinito.    

Bass llegó contento a la gran casa, todo se preguntaban que tendrían, nadie quiso averiguar. Ellos tenían una noticia muy importante, la joven amante de Bull avisó del plan de Makey para introducir la droga a Albany desde el puerto de Perth, volverían a meterla por la Vía del Diablo, pasado mañana a primeras horas de la noche en una camioneta, transportaría la mercancía, pocos de la banda Makey acompañaría el cargamento, no quería que les pasará como la última vez, así que extremaron las medidas de seguridad permitiendo sólo a pocos conocer este plan, claro entre ellos a Bull, la banda de Bass fue generoso con la muchacha y dio muy buena dinero a la joven, estaban poniendo mucho en juego.

Este golpe de suerte no lo iba desaprovechar Bass, quien  veía este día como muy productivo para su vida, pero necesitaban estar seguro de los que harían, no confiaba del todo en esto, estaba demasiado fácil, luego lo pensó bien y se dijo que no podía ser, no podían conocer su contacto, esa joven sacaba una buena tajada de esto. Nunca lo traicionaría, Bass fue hasta el cuarto que le servía de depósito y sacó varias botellas, debían brindar por este día. Llamó a varias mujeres de un bar cercano y las invitó a una gran fiesta. En poco tiempo estaban todas tocando a su puerta. La música ambientó el lugar y la droga comenzó a correr por todo el sitio.

Dentro de Bass su alma estaba liberada, decidió amar sin medidas a Nathan, saber que lo tenía de nuevo era demasiado para él, cuantas noches pasó soñando este momento y ahora saberlo de nuevo suyo, lo alegraba sobre medida, iba a tomar hoy hasta reventar, nada podía estropearle el día. Pasado cierto tiempo ya estaba ebrio, hacía bromas con su camisa de superhéroe, sacó unos lentes muy parecidos a los del exterminador y hacía bromas caminando como robot, todos les seguían el juego, no sabían lo que pasaba y ni les importaba, el fin de su peor enemigo estaba pronto a acabarse.

John observaba a Bass, era, dentro de la fiesta, el único que no estaba en ambiente, gruñía apartado en un rincón, algo le decía que tendrían problemas, esa felicidad de Bass, solo podía deberse a Nathan, quizás volvió a hablar con él y eso lo tenía feliz. Se exponía a mucho por ese chico, aún seguía sin comprender ese amor de Bass, muchas veces comprobó su hombría, de hecho para él, era el más hombre antes todos esos que estaban allí, su idea de que se casará con Kim, seguramente quedo muy lejos. En cierto momento Bass se dio cuenta del estado del Brujo, y se acercó a él.
-¿Tú cabeza no descansa nunca Brujo?- le preguntó Bass.
-¿Crees poder con eso?- Bass se sentó  a su lado, giró varias veces la cerveza, se cercioró que nadie los escuchará, se pegó un poco al oído de John.
-Aunque a veces parece que no es así y no me creas… yo, te escuchó con mucho detenimiento todo lo me dices, te aprecio mucho, sí algunas veces no te respondo, es porque no soy de muchas palabras, como dijiste, hace días  me preguntantes, si estaba dispuesto a dejar todo por eso, y por primera vez te digo- tomó un sorbo de su cerveza- si alguna vez he amado y sido feliz es esta, estoy dispuesto a luchar con quién sea por lo que siento, no quiero seguir desperdiciando mi vida en esto que no tiene sentido. Mi padre nunca vera lo que soy ahora, la valentía que me faltó en ese momento no me sirve más, por mucho que me esfuerce nada podrá borrar el pasado, pero si puedo formar un mejor futuro y eso lo obtendré con Nathan, ya estoy cansado de luchar por todo. Esta vez sólo me dejaré llevar por la corriente.
-¿Y no te fuera más fácil, si escogieras alguien más para amar? Si esto se sabe perderás todo lo que has construido, echaras por el suelo toda tú vida, sin contar la de Nathan y la amistad de todos los que te queremos.
-¿Tú seguirás conmigo?- preguntó Bass.
-Sí, lo haré, estoy contigo ahora ¿No?
-Bien, entonces eso es suficiente para mí, de Mod y Personas ya me encargaré luego- le extendió la mano al Brujo, éste se la dio de mala gana: John pensó que realmente estaba loco, tantos años de desorden por fin daban sus frutos, evidentemente no estaba en sus cabales, pero el verlo contento después de tantos años de dolor le decía que quizás esta vida era así; sin sentido, Bass se levantó y subió más el volumen de la música, trajo una de las chicas hacia sí, y le dio un beso largo, luego subieron hasta su  habitación.

Para Nathan no estaba tan claras las cosas, acostado en su cama, daba vueltas de un lado a otro, llevaba franelilla y bóxer blanco, color que no contrastaba con su mente, en su cuerpo la sangre parecía bullir sin que él pudiera encontrarle explicación, un calor lo quemaba de pies a cabeza, una y otra vez se preguntaba ¿Cómo podía sentir esto? ¿Cómo se permitió ese beso? Acaso no era capaz de controlar lo que sentía por Bass, en verdad había cambiado, no caería de nuevo, se levantó y se metió en la ducha con todo y ropa, el agua corría por su cuerpo pero para nada apagaba el ardor en su interior, rompió su ropa y cayó de rodillas en la ducha, lo cierto era que nunca podría luchar con esto, las horas de entrenamiento físico no ayudaban a esta baja pasión que sentía.

Nathan se salió del baño y se volvió a acostar, tendría que irse, estaba más que seguro que nunca  no ganaría esta batalla, Bass no se detendría y él tarde o temprano se despeñaría, se levantó se vistió y salió a caminar por la ciudad, tomó el auto de David Gleeson y condujo por las calles de Albany, salió de la ciudad por la Vía del Diablo cruzó por la primera valla, llegó hasta el tráiler que se hallaba solo, con un pequeño empujón abrió la puerta,  todo estaba limpio esta vez, se podía ver el sofá, la cocina estaba ordenada, caminó por todo tráiler, revisó el baño y funcionaba perfectamente, se dijo- ¿En verdad cambió? ¿Qué estaba pensando? él le había mentido, nunca lo amó- llegó a la cama y de nuevo revivió todo lo pasado con Bass. Estaba totalmente fuera de sí, una lucha interna se libraba en su interior, se acostó en la cama y allí se quedó dormido.

Dormido en el tráiler de Bass, soñó con Bass acercándose a él, mientras se reía con esa risa sarcástica, su cara se fue deformando hasta volverse en un demonio que se le acercaba, Nathan se levantó sobresaltado, ya era muy corrida la mañana se lavó la cara afuera del tráiler, se montó en el auto su padre, volvió hasta su casa, se baño y fue al polideportivo, necesitaba entrenar, debía prepararse para las exhibición, si bien era cierto que ya no nadaba pero quería estar a tono de las circunstancia, un visible estado depresivo se apodero de él, su mente trabaja en sobre marcha tratando de poner en su lugar toda sus ideas.  La natación siempre le ayudaba para estos casos que debía poner su cabeza en orden.

Bass, por su parte, se levantó muy contento aunque con un poco de dolor de cabeza por la resaca, se vistió y salió, con la moto llegó hasta la exclusiva urbanización donde vivía Nathan, se sentó en el banco y decidió esperar que saliera o que lo viera por allí, pero no fue él quien se presentó sino el David Gleeson y su ayudante Jay, pararon el carro cerca de la moto y se le acercaron, Gleeson le preguntó algo alterado.
-¿Qué demonios haces aquí? - se le fue a encima a Bass y Jay trataba de detenerlo, Bass quién estaba sentado en el banco se levantó del mismo y le respondió:
-Creo que es un país libre, por lo menos hasta donde yo sé- dijo de manera irónica.
- Dejémonos de ironías, y dime ¿Vienes por Nathan? Maldita basura- se alteró más y sacó un arma que llevaba. Jay seguía sujetándolo sin dejarlo llegar hasta Bass.
-Ya él es un hombre bastante mayor y no tengo que darles explicaciones a usted si vengo por él, es asunto mío y de él. No lo voy a negar a eso vengo y no va ser usted quién me detenga, yo lo amo y sé que él a mí, así que quítese de nuestro camino, porque no podrá hacer nada  al respecto. Se subió a la moto y se alejó de allí, Gleeson cayó de rodillas en la grama, Jay trataba de levantarlo pero era inútil, David se veía como vencido ante esta situación, sí Bass actuaba de esa forma no importándole nada, seguro era porque ya se había entrevistado con su hijo y este seguramente lo perdonó. Jay aunque sospechaba todo, esta discusión le ratificó su teoría, comprendía la actitud del capitán, no entendía como paso, en su cabeza daba vueltas todo inclusive recordó la vez que conoció a Nathan.

Estaba recién entrando en la policía y David Gleeson lo llevó a una de las competencias de Nathan, era todavía un poco mayor a 18 años, era todo un hombrecito muy correcto, tal como lo era ahora, estaba perdiendo en esa ocasión y Gleeson le daba ánimos desde la tribuna, poco a poco fue avanzando hasta que quedo entre los que disputarían el último recorrido y por consiguientes las medallas, esa vez quedo con una de plata, todos lo felicitaron y fueron hasta su casa a celebrar, Nathan siempre le pareció demasiado serió, nunca  le vio ninguna clase de amaneramiento, por ello le costaba creer que fuese bisexual, su antigua novia era una de las más bonitas chicas de Albany, además se casó con  una mujer que según decía David Gleeson quería mucho, pero a que estaba jugando, entendió entonces que fue Bass quién le propinó los golpes la vez que casi lo llevaron muerto al hospital, ¿Cómo era posible?. Ahora Bass exponiendo su amor abiertamente, era algo que no lo esperaba, fue allí que pensó -¿Bass, él mafioso de Albany?

 Jay sentía que era toda una bomba de tiempo que no beneficiaría a ninguno de los dos, por un lado Nathan estrella del deporte de Albany, personaje icono de la juventud Australiana, y por el otro lado Bass cabeza de la distribución de droga, sí sus seguidores supieran no duraría ni cinco segundos en posición de su puesto, comprendió también la trampa que le quería montar Bass, un video, era cierto lo tendría en sus manos, todo el trabajo de Nathan se iría por la borda, si bien era cierto que la homosexualidad era aceptada, no muchos padres quisieran que sus hijos siguieran ese camino. Makey lo sabía pero no quería hablar, seguro era algo demasiado oscuro para sacar a Bass del medio con esa historia, incluso tenía en su poder la prueba que lo confirmaría y lo dejó todo así, una acción muy loable de su parte pero no dejaba de ser incomprensible. 

David aún tirado en la grama maldecía por la situación:
-Has debido dejar que lo matase, Jay, va a acabar con la vida de mi hijo y con la de toda su familia, debemos detenerlo- Preparó de nuevo su arma y se levantó rumbo al carro, Jay lo volvió a detener.
-¡Estás loco definitivamente! tú hijo ya tiene treinta años de edad y se esa es su decisión no podrás detenerlo, se que seguramente te parecerá difícil, pero créeme que no serás el primero que tenga que aceptarla. Reacciona, nada pasará, no sabemos si esto todo lo inventó Bass, para fastidiarte. He sabido de casos donde el hecho de tener una relación homosexual no quiere decir que se sea, déjalo que él te explique y luego sí quieres yo te ayudo  matar a Bass;  pero no estás en condiciones, no puedes actual con tanta confusión- David lo escuchó y se calmó un poco, juntó con Jay salieron a buscar a Nathan, al polideportivo. Buscarían una explicación.

 Bass llegó primero que los detectives, no le fue muy difícil dar con Nathan, salía de los baños cuando vio a Bass:
-Tú, otra vez, ¿Ahora qué quieres?-  preguntó Nathan perturbado por la presencia de Bass- No volverás a golpearme, eso es seguro- soltó una pequeña risa, y siguió camino hacia la puerta, quería dejar esta conversación hasta allí.  Bass lo siguió.
- Es necesario que hablemos, pero no aquí, ¿Porqué no vamos a otro sitió?- Nathan paró su caminar, quizás esta era la oportunidad que requería para acabar de una vez por todas con todo esto.
-Está bien, pero que sea apartado, no quiero que me vean por allí paseando contigo, no eres una persona muy querida en estos momentos por nadie, que te parece en el trailer.
-Está muy bien, vamos allá- respondió Bass. Se fueron hasta el tráiler en la moto de Bass. 

Llegaron a donde estaba el tráiler, pasaron y  Nathan se sentó en el gran sofá, Bass preparó dos bebidas, a la que Nathan se negó, estaba decidió a acabar con todo hoy mismo, Bass se sentó en el frente de él, con el vaso de licor en las manos. Nathan esperaba que él empezara, pero como no se animaba comenzó a ver las paredes del tráiler. Bass se desesperó y habló finalmente.
- A lo mejor, no quieras creerme, y te entiendo, pero quisiera decirte que he vivido un infierno desde que te fuiste, no he parado de sufrir todos los días, nunca me enamoré y mucho menos de un hombre, ni siquiera me había gustado uno, pero llegaste tú y no sé porqué lo hice, pero fue así - en este punto se le formó un nudo en la garganta y se le quebró la voz- perdona, no soy bueno con las palabras,  te lo dije ayer y te lo digo ahora, te amo, no sabes cuánto me costó darme cuenta de esto, te lo pido de rodillas si quieres, no me abandones, dame una oportunidad- en este punto se agachó frente a él, y lo abrazó recostando su cabeza en su pecho.

 Nathan no podía creer este nuevo giro de los roles, allí estaba el impenetrable Bass de hinojos pidiéndole que no lo dejará, llorando y recostado de su pecho. No pudo evitar sentir ternura en su alma, él también lo abrazó. Pero sabía que nada podría hacer por él, Bass elevó la cara e intentó besarlo, a lo que Nathan se negó, lo dejó y se levantó de donde se hallaba, Bass bajo la cabeza en forma de  derrota. Nathan  también sentía el mismo dolor que Bass y quería volver a él, pero no podría hacerlo su relación era algo viciada y aunque el amor existía el necesitaba otra cosa más, quizás menos complicado, debía enfrentar los dos la realidad y ésta era  que querían los dos cosas muy diferentes en la vida.
-Lo siento Bass, me voy a ir, no puedo estar más contigo- dijo Nathan y camino hacia la puerta, Bass se levantó y saco un arma de debajo del mueble, luego con ella lo apunto.
-Sí das otro paso te mató, hijo de puta- sus ojos destellaban ira e impotencia, su alma se desgarraba por todo el dolor sentido, Nathan se detuvo y volteó suavemente.
-Cálmate por favor piénsalo bien, todo acabará en más dolor para los dos, sí lo deseas seguiremos siendo amigos, pero nada más volverá pasar, por favor entiéndelo- Bass aún seguía viéndolo con ojos de furor, un disparo sonó en el tráiler y todas las aves volaron del gran árbol de roble. 

Nathan caía al suelo, con sangre en brazo en donde la bala le rozó, tirado se aguantaba la herida con el otro brazo y retrocedía de Bass que se acercaba a él preso de un estado de locura, Bass llegó hasta él y lo abrazó quedando encima de él por un tiempo. Le susurró en el oído -Perdóname- Nathan preguntó a  Bass, aún con el dolor de la herida.
-¿En serió me amas?-
-Sí, te amo como nunca he amado a nadie.
-Entonces déjame ir- lagrimas empezaron a correr por la cara de Bass, se levantó alzó la pierna y le dio una patada a Nathan por el estomago, y luego otra y otra, no entendía porque Nathan no quería estar con él, si él había sentido su amor. Nathan ahora se retorcía en posición fetal cubriéndose el estomago, con dificultad se levantó y fue directamente a la puerta sin ver hacia atrás.

Afuera recordó que no había traído su auto, se sentó en un tronco cercano al lago y escuchó un auto acercándose, era el nuevo automóvil del Brujo, venía con Mod, este último se extrañó  el ver a Nathan aquí y sangrando por un brazo, para el Brujo fue menos sorpresivo, se bajaron del auto y fueron hasta él. El primero en hablar fue John.
-¿Y Bass está aquí?
-Sí, está allá adentro- respondió Nathan, quejándose un poco por el dolor en el brazo.
-¿Él te hizo esto? - Nathan asentó con la cabeza- Creo que ya estas bastante grandecito para defenderte ¿No? ¿Quieres que te llevemos al hospital?- le señaló para su auto, Mod también quiso ir con ellos, hasta ahora  no entendía por qué Bass había disparado al hijo de Gleeson, mientras John manejaba, Mod hizo con la manga de su franela una venda para tratar de detener la hemorragia de Nathan, mientras se la ponía la venda le hizo una pregunta:
-¿Por qué Bass te hizo esto? No se me ocurre nada razonable- pero Nathan no contestó nada, fue John que trató de desviar las preguntas de Mod.
-Fue culpa mía, el Sr. Gleeson llegó esta mañana al taller por unas piezas para su automóvil le dije que viniera hasta donde estaba Bass, tal vez Bass lo confundió con un ladrón ¿No fue así?- Miró por retrovisor, Nathan seguía sin hablar. Mod no preguntó nada más, temía por una denuncia del herido. Pararon en la calle del frente del hospital.

-Perdona que te deje aquí,- le explicó el Brujo- pero si llegamos con el hijo de Gleeson herido, iríamos a la cárcel, y lo siento pero no estamos en estos momentos para eso- Nathan se bajó del auto con ayuda de Mod quién dijo.
-Hablas por ti Brujo, no podemos dejarlo aquí, yo iré con él- caminó junto con Nathan sirviéndole de apoyo.
-Como quieras Mod, y a usted Señor Gleeson- Nathan volteo y John lo señalaba con el dedo índice- le digo, apártese de Bass si no desea terminar muerto. Espero que ésta sea el último suceso con respecto a esto, no me gustaría que se descubriera ningún secreto, no te miento si te digo que no beneficiaría a nadie. ¿Me entiendes? Hemos hecho mucho para llegar hasta aquí y juró que si tengo que matarte o a cualquiera para que eso sigua así, no me temblara el  pulso y tenlo presente porque no es una amenaza.

El auto rechinó sus ruedas antes de alejarse, lo último que vio el Brujo fue a Mod entrando con Nathan al hospital.  Sabía dentro de sí que esto no pararía aquí, por primera vez supo de lo que Bass era capaz, no se detendría por nada ni nadie. Estuvo pensando la posible solución y una y otra vez llegaba a la misma idea, matar a Nathan acabaría con la amenaza de caos que se le avecinaba.

De manera que llegó a la casa grande y preparó su arma, la dejó lista. Por primera vez sus manos se teñirían de sangre, pero para él, era una muerte justa, quitar del camino a Nathan Gleeson le daría continuidad a la estabilidad que hasta ahora tenían.
-Después del golpe a Makey- dijo y puso su la pequeña arma en el cajón que la guardaba. 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario