Capitulo II. 5. De Vuelta a Albany


Capitulo II


5. De Vuelta a Albany



En la noche que Nathan se fue, Bass discutía con Mod la negativa de un nuevo golpe en la Gran Vía del Diablo, para Bass era primordial alejar sospechas de ellos, una de las formas, que más lógica le parecía,  era crear pistas falsas que, confundiendo a los agentes, alejaran cualquier posible escamas; un pequeño golpe de “Los Piratas de la Vía del Diablo”, procurando introducir varios elementos nuevos, alejarían de una vez por todas las dudas sobre ellos.
-…Pero hay que actuar con decisión…- continuaba Bass la discusión tratando de explicar a Mod, ante la premisa,  investigado por el primo de Joe, que  el número de la banda que maneja la policía era de cuatro individuos- …con el Brujo fuera de la ciudad, Joe y  Adams muertos, sólo quedaríamos nosotros dos, no cuatro y así nos libraríamos de esto, entiéndelo Mod…- a Bass en estos momentos le gustaría que estuviera el Brujo y no Mod, él era más perspicaz en los asuntos de conveniencia para la banda.

Mod no podía asimilar  lo que le hablaba Bass, ¿estaba loco?, ¿cómo pretendía realizar otro golpe, después de lo vivido en el último intento fallido?- Ellos no creen que somos dos, - aclaró un Mod dudoso de la cordura de Bass- somos dos, ¡Maldita sea!-le gritó a un Bass,  a lo que él contestó:
-Podría no ser así… llamaremos al Brujo; lo haremos traer a escondidas, se esconderá en un pueblo cercano y te prometo que nada pasará esta vez, sí John está dispuesto a intentarlo, que era hermano de Adams, ¿por qué tú no? Me enterado de un cargamento de  computadores personales, que podríamos robar y así sacar algo bueno de esto.
-Estás loco definitivamente Bass, eres una mente siniestra y el Brujo un ser adicto a las drogas y a tus locuras- le dijo Mod a Bass y se paró a ver la gran extensión de sabana que los convertía en nada, hoy estaba especialmente tranquila, los árboles estaban más alegres que nunca; pero la tierra seguía tan roja como lava ardiente, esperando, quizás y en un sólo soplo, calcinarlo todo e inclusive a él.
-Entonces ¿aceptas?- preguntó Bass, encendiendo un cigarrillo sin dejar de mirarlo.
- Esta bien, acepto, aunque estoy seguro que me arrepentiré de esto nuevamente - También encendió un cigarrillo con droga, no quería pensar, la noche pasada temblando de fiebre había sido borrada por la adrenalina que bullía ahora por su venas. -Un nuevo ataque- pensó con dificultad.

Esa misma noche fueron a un teléfono en la ciudad y hablaron con el Brujo, fue necesario sólo una pequeña explicación para que, eufórico y convencido, el Brujo aceptara, estar sometido a la tensión de no saber nada lo ponía al borde de la tensión y ya había decidido regresar, planearon encontrarse en un punto intermedio, que podría ser  Ravensthorpe, la mañana siguiente estarían allí.

Al mediodía del siguiente día ya se encontraban en Ravensthorpe, allí planearon lo del golpe, misma situación, mismo camino de escape, sólo que esta vez sin errores, el Brujo trajo cuatro mascaras de pirata las cuales parecía gracioso el ponérselo y así aumentar los comentarios, el Brujo había adelgazado mucho desde la última vez que lo vieron, sus ojeras y la fumada que se dieron esa noche le hizo ver a Bass que era por otra cosa la repentina venida de John.

La Gran Vía se había vuelto tema central de la vida en la localidad de Albany, sus pobladores creaban historias asombrosas tras la incapacidad del equipo de policía, conformado por Gleeson y Jay Hayle, de resolver el caso o por lo menos dar una pequeña luz del trabajo de investigación hecho, cada vez que salía un nuevo comentario de los piratas fantasmas era una punzada en el estomago para el Capitán, quien escuchaba como los piratas eran vistos en motos por la sabanas, tomando justicias de los impíos, los jóvenes usaban pañoletas como corsarios caribeños, en fin, toda una moda, a Jay esto le causaba más o menos risa, no se complicaba por estos reveses.

El trabajo de Gleeson se había ido a casa y los problemas con su mujer no tardaron en estallar, las constantes sospechas de su esposa sobre su infidelidad y su carácter agresivo de los últimos días hicieron de la vida de Gleeson un circulo de reacciones en donde el trabajo apartaba de la mente los problemas de su hogar, que a su vez eran provocado precisamente por las horas de trabajo de David, así que mientras más trabajaba más aumentaban los problemas, situación que no pensaba mermar para nada, porque era un hecho que no dejaría  a la única mujer que lo hacía feliz desde hace mucho tiempo.

Afortunadamente, una cosa menos, los hijos de Gleeson siempre habían sido ejemplares personas, desde que Nathan había desarrollado actitudes para el nado, la familia se había unido más por las competencia a las asistían, era común verlos a todos en cada contención, volcando el tiempo libre a la actividad de acompañarlo, primero a nivel regional, luego a nivel nacional, situación que terminó cuando al fin Nathan se independizó para participar en los torneos internacionales, luego vino el segundo hijo, Dave, y las cosas se calmaron para los esposos, centrando esta nueva etapa en sus respectivos trabajos.

Hacía varias semanas que Nathan anunció su retiro, cosa que no causó agradó a su padre, no veía Albany un lugar apropiado para que viviera Nathan, pero tras su decisión nada podía detenerlo, nunca lo había  defraudado y ésta no iba hacer la primera vez. Mas, como lo vaticinó su padre, sólo a su llegada tuvo problema con su novia y rompieron a pocas semanas de casarse, de esto estaba hablando con Jay en su oficina cuando llegó la noticia del nuevo ataque de los piratas de la Vía del Diablo, misma situación, misma vía de escape, esta vez sin la camioneta, sólo en moto. No esperaba este ataque tan rápido a pocos días de la tragedia, ahora fue equipo de computación terminaba Jay el reporte.

Los agentes se pusieron en marcha, la noticia reportaba que el conductor salió ileso, también se había presentado un  testigo que dijo ver cuatro personas en tres motos pasar por allí, llegaron al sitio. Eran las diez de la noche, varias autos policiales se estacionaron allí, el conductor no tenía nada claro, relataba el haber visto a cuatro sujetos acercarse en motos, y pararlo con un tiro a las llantas, le robaron el cargamento y huyeron, el primo de Joe los vio pasar por allí y fue quien dio la descripción de los tipos, claro, nada en concreto porque traían mascaras de piratas, cosa que molestó más a Gleeson que se encontraba al borde con el tema.

En la mañana todo el mundo comentaba el ataque de los piratas, mientras Gleeson  conducía en dirección a la vía del Diablo con su ayudante Jay Healy, maldecía ante la impotencia de verse con las manos atadas por la situación que vivía, le hicieron interrogatorios esa mañana al conductor y a la pregunta de ¿Sí había estado en alguna parte la noche anterior?, él contestó la calle de los bares, de nuevo el mismo sitio lugar de reunión de al menos cuatro de las principales bandas de la ciudad entre ellas la de Makey, trafico de drogas y la ya deshecha banda de Bass en el negoció de robo de autos, sin contar algunos sujetos de la banda del “Inglesito” nombre dado a Hayes Black, traficante de la parte norte de la ciudad.

Esa misma mañana se reportaban la introducción nuevos agentes de otros sectores a la operación, pondrían otros puestos de vigilancia en esta vía, un poco más allá de la gasolinera de Joe, con ello tendría una mayor presencia en la zona, todo este asunto llegaba muy lejos, de nuevo los grandes jefes solicitaban la presencia del Capitán en la gran ciudad, cosa que, más que los piratas de la Vía, incomodaba a Gleeson, tendría que ir a reportar “lo nada” que habían avanzado y quedar, nuevamente,  como inoperante ante los jefes.

Para Jay poner nuevos puesto no era la decisión correcta, esto no los llevaría a ningún sitio, allí no estaba la respuesta, tenían que arriesgarse y, desafortunadamente para el Capitán, sabían quién era la única persona que podía saber algo al respecto, eje central de todo esto pandemonio, el único hombre que conoce: la Vía del Diablo, porque vive allí; a Makey porque es su rival desde hacía mucho tiempo; al Ingles porque trabajó para él y los muertos, porque eran sus amigos, Wade Davis, el Gran Bass como lo conocen sus amigos. Pensando en todo esto le preguntó a su compañero:
-Wade Davis ¿Quién es él? y ¿Qué hace aquí en Albany?- Gleeson lo quedo viendo con ojos pensativos, esa pregunta nunca se la había hecho.
-Sabes algo, no lo sé. Llego aquí un día; pero no sé si alguien puede saber quién es, por las veces que ha estado en la prisión, sé que tiene 30 años, es un emigrante de la capital de Irlanda, no tiene familia conocida, más nada, quien sabe que trajo a ese mal viviente acá y si  se quedará- Llegaron a la gasolinera de Joe, lo que cortó la conversación, encontraron allí, al primo de Joe llamado William.

II

A diferencia de Gleeson, Mod y Bass estaban esa mañana contentos, mientras arreglaba un auto que tenían en el taller, comentaba a Mod que  las cosas no pudieron haber salido mejor, enterarse que Makey estaba con la esposa de un alto funcionario esa noche, era otra señal de que los dioses existe, y los ayudaba enormemente,  Mod lo escuchaba mientras veía el pequeño televisor, que de nuevo saco al frente, Bass se preguntaba que entretenía a Mod y caminó hacía donde veía la televisión.
-¿Qué ves?- preguntó Bass extrañado, hasta hoy no conoció algo que le interesará más a Mod que los carros y los robos, verlo sentado allí lo desconcertaba. Cuando llegó se recordó que días atrás conoció otra de las pasiones de Mod, la natación.
-Las competencias de tu amigo- dijo esto y se río. Bass tomó una silla y se sentó junto a él,  Nathan estaba en la televisión, llevaba un traje entero negro, con líneas blancas bordeando algunos sitios de su cuerpo, además de un gorro negro con letras blancas, que Bass no pudo leer lo que decía; pero que seguramente era una marca deportiva, a su lado el nadador que representaba su mayor rival, ya lo había visto en las pasadas competencias, lo reconoció por el bañador entero color gris y crema que usaba, la partida se dio… en falso, todos los nadadores volvieron a subir y se relajaron, Mod le explicó lo respectivo a la salida; tres salidas en falso quedaba eliminado el nadador que las hizo, fue lo único que Bass pudo entender a Mod, aunque él se empeño en el explicarlo de la mejor manera, luego de cierto tiempo volvieron a su lugar de origen.

Se dio la salida los nadadores tomaron lugares en las puntas alternándose entre ellos. Nathan y Darren Phelps, el nombre del nadador de traje gris, disputaban la punta, una vez más la competencia estaba entre ellos dos, cuando, realizado el circuito, parecía que Darren tomaría el primer lugar sólo a pocos metros de la llegada; no contaba con un segundo aire de Nathan que, sacando la mayores de sus fuerzas, lo alcanzó en el metro final, la llegada estuvo realmente pareja, los nadadores esperaban en su carril la decisión final, en el tablero se aprecio de primero el nombre Nathan, y la algarabía estalló en todo el estadio.

A varios kilómetros Mod también celebraba el triunfo de Albany, buscó unas cervezas y se sentó con Bass que permanecía callado sin ningún comentario al respecto, abrió dos y brindaron también por lo exitoso de la noche anterior, el cargamento estaba enterrado en una fosa que tenían en suelo justo al lado del árbol sembrado en las cercanías del trailer, Mod hablaba del próximo asalto, la mala experiencia había quedado atrás, el sol brillaba.

 Avanzada la tarde estuvo el agente Jay por el trailer preguntando sí, por casualidad, no habían visto ellos algo extraño, le explicaron que no estaban en la ciudad, y no estuvieron esa noche aquí, así mismo preguntó por el Brujo, Bass  le dijo que mañana regresaría que se lo preguntara a él mismo, Jay al igual que Gleeson sentía cierta aspereza de parte de esto dos, Bass le ofreció una cerveza y él aceptó necesitaba ganar su confianza, estuvieron conversando acerca del carro que arreglaban además de otras cosas sin importancia, terminó de tomar la cerveza y se retiró.

Nathan quiso venirse después de terminar la competencia, a pesar de los ruegos de su entrador para que diera algunas entrevistas, pero alegó que quedaban muchas cosas por terminar de arreglar, él entendió y lo dejó partir, el viaje lo quiso hacer por tierra, llamó a su familia para informarle cuando llegaría.

Nathan tenía que pensar sobre todo lo que en su mente era efervescente, esto no era nuevo para él, de pequeño estas inclinaciones se habían estado manifestado, dormidas después de la adolescencia, y ya algo olvidadas, resucitaron con este encuentro sorpresivo con el destino, nunca había sacado su condición inclusive en las más duras pruebas, empero ahora, eso estaba por venirse a abajo,  se encontraba en un shock de personalidad, maldecía y se lamentaba, es cierto que fue algo poco menos que una violación, pero que él había aceptado en último momento, no hallaba excusas debía dejar en claro todo antes de llegar y apartarse de eso.

El viaje a Nathan se le hizo, contrariamente a lo que pensó, bastante corto, no pudo dejar nada en claro, al llegar al Terminal de pasajeros, aún pensaba en la decisión a tomar, al bajar del transporte, a su lado, vio al Brujo, también él venía llegando, lo había visto en el entierro de Joe y Adams, los dos sujetos muertos en el robo, sabía que era amigo de Bass, se puso nervioso al sólo pensar que Bass podría estar ahí, recogió su maleta y se puso en marcha, pero poco faltó para llegarle a la moto de Bass, felizmente, él parecía no estar por allí, caminó y escuchó su nombre entre la multitud, volteó y se alegró al ver que era su padre, se extraño de que estuviera allí, caminó con velocidad hacia él, lo saludó fraternalmente. Al notar la impaciencia de Nathan, David se quedó extrañado y le preguntó:
-¿Alguien te persigue?
-No, como crees, sólo quiero llegar a casa, no fue buena idea venirme por carretera- Nathan trató de dar una excusa convincente, la verdad era que no quería encontrarse con Bass, caminaron hacía el carro, de ida  a ese punto, alguien tropezó con él, llevaba un sombrero tipo vaquero; pero de mallas. Nathan se excusó, la persona se volteó, lentamente, -No se preocupe usted- le sonrío y guiño el ojo, luego siguió caminando con su acompañante, otro sujeto de chiva y gorro pasamontañas, quien también le sonrió, Nathan se detuvo, ya no tenía porque caminar rápido lo que quería evitar ya pasó.

En el camino Nathan no dijo ninguna palabra ni inclusive cuando su padre saludo a Bass, Mod y el Brujo, al pasar en sus motos por su lado, David preguntó a Nathan.
-¿Conoces a esos?
-Los he visto por allí y nada más – Nathan se preguntaba ¿El porqué hubo tenido que ir a casa de Bass? quería retroceder el tiempo pero nada podría hacer ya. David Gleeson seguía pendiente de que algo angustiaba a Nathan, no dijo nada, era evidente que algo lo atormentaba, la comunicación entre ellos no era de las mejores, se dijo así mismo que con seguridad sería algún acontecimiento con la natación, eso era el único mundo de Nathan, así que le dio poca importancia, se acordó que hoy irían a los bares con Jay, tratando de encontrar claves para el caso, tomó esto como una buena oportunidad para compartir con su hijo, le pregunto si quería ir.
-¡Oh! claro que quiero ir ¿Qué van hacer allá?- dijo Nathan saliendo de su pensamiento.
-Son ideas de Jay para tratar de pescar a uno de los piratas de la carretera, tarde o temprano uno soltará la lengua- luego dijo- ¡A lo que tenemos que llegar!, Nathan  rió, sabia de sobra lo que incomodaba esto a su padre.


El bar estaba algo lleno, cuando llegaron Jay Haley, David y Nathan Gleeson, escogieron un lugar apartado y allí se sentaron, pidieron tres cerveza; revisaron con los ojos el lugar, allí estaba Makey reunido con varios de su banda, estos al ver al Capitán hicieron comentarios entre ellos. En otros grupos otros conocidos de Gleeson por su entradas a prisión, los fue describiendo a todos, hasta llegar a una mesa apartada de todas que, pese a esperar verlos, Nathan no había notado porque estaban colocados detrás de ellos.
-A éstos que están detrás de ti- continuó hablando David- ya los conoces, son Bass, el Brujo, Mod y ese joven nuevo creo que es el primo de Joe, si no me equivoco- Nathan no giró a verlos al instante sino que espero y luego volteó para la mesa a donde jugaban pool, allí estaba Bass con el sombrero que le vio esta mañana en la estación y una chaqueta negra. Pensó para sí que para ese entonces ya Bass sabía que él estaba allí. Siguieron tomando por bastante tiempo, hasta que una pelea se presentó en el local de Tom. Jay y Gleeson se precipitaron a calmar las cosas, aún era la autoridad en ese lugar, Nathan quedo solo, no le provocó pararse, oyó alguien a su espalda que le hablaba, era Bass.
-Pero vean quien nos honra con su presencia- dijo Bass con una cerveza en la mano y visiblemente ebrio. – ¿Por qué no vienes hasta dónde estamos y jugamos una ronda? A mis amigos y a mí, nos gustaría ganarte en algo.
-Ya saldrán otras oportunidades- dijo y señaló con la cabeza a los dos agentes que venían, Bass se paro y fue de nueva a donde los otros de su banda se encontraban. Gleeson preguntó que quería Bass, Nathan le explicó que era una bola del billar que llegó hasta allí. Respuesta que fue suficiente para todos.

Al llegar a su casa Nathan llevaba casi en brazos a su padre, quién estaba totalmente ebrio, trataba de introducirlo sin hacer ruido, al sacar las llaves de la entrada vio la moto de Bass estacionada en la parte del frente de su casa, justo en donde lo conoció días antes, paso y dejo a su padre en el sofá y salió hasta donde Bass se encontraba, era avanzada la noche.
-¿Qué quieres?- preguntó Nathan a Bass, que estaba recostado en la grama aún, e igual que su padre, ebrio, éste lo quedo viendo se río tras ver lo furioso que estaba Nathan y dijo:
-Hablar contigo ¿Puedo?
-Sí- contestó Nathan de mala gana.
- Móntate en la Moto te llevaré a otro sitio- Nathan lo pensó, pero al final se montó; aunque no se imaginaba donde iba Bass. Tomaron la Vía del Diablo y se perdieron en la inmensidad, corrieron por bastante tiempo hasta llegar a una acantilado frente al mar, formado de rocas de gran tamaño, entre éstas una entrada se abría como una garganta de varios metros; la ola entraba produciendo un fuerte ruido y estrellándose con todas las piedras revendo con fuerza esparciéndose por el ambiente, pero en proporciones gigantescas. Caminaron y llegaron a la  cima,  a un pequeño mirador de donde, en sentido contrario, se podía ver toda furia del mar.

Desde allí también se veía otros acantilados, no hablaron sino que se sentaron allí hasta que la luz de la mañana se coló por todas el horizonte, la luz se veía como una gran ola producto de la ruptura de un dique, metiéndose por entre las quebradas y bañando de luz todo a su paso, era un espectáculo realmente maravilloso, cuando Nathan quiso hacerle el comentario a Bass, éste ya se había dormido, a consecuencia de la borrachera que llevaba, Nathan también se acostó algo apartado de donde estaba Bass e igualmente se quedo dormido sin poder pensar en nada.

El Sol, ya en lo alto, levantó a Bass, quien vió durmiendo a Nathan más allá, usaba de almohada una figura de madera tallada, media algo así como cincuenta centímetros aproximadamente, éste la había confundido en la noche con una piedra, representaba un canguro y estaba pintada de colores en rojos y ocres, una gran línea blanca con puntos a su alrededor de igual color rodeaba todo su cuerpo, Bass camino hasta él y lo levantó:
-Despiértate tenemos que irnos, ya es tarde o es que piensas pasar el día ahí- Nathan se levantó, y se rió al verse recostado en el gran canguro, lo tomó y lo ató a la moto de Bass, se montó en ella y los dos bajaron del mirador, llegaron hasta la zona residencial donde vivía Nathan y allí lo dejó Bass, se despidió de él y siguió su camino. 

Nathan llegó a su casa tomó un baño y se volvió a dormir, se decía así mismo que lo de la primera noche fue sólo un caso aislado y nada más pasará. Pero muy a su pesar pensó en Bass todo el día, estuvo pensativo en las prácticas, incluso en la noche, él mismo no sabía a qué se debía tanto pensar, ni siquiera el porqué pensaba tanto en Bass.
Para Bass las cosas eran diferentes al llegar al trailer halló allá a Kim y estuvo haciéndole el amor todo el día, no volvió a pensar en Nathan más que en la noche reunidos todos debajo del gran árbol, cuando el Brujo le preguntó:
-¿Dé quién es la figura del canguro atado en la moto?- fue allí donde se acordó de Nathan y respondió:
 –Es mía, la tomé para colgarla en cualquier parte del taller,- Kim que se encontraba cerca de ellos encogió los hombros en señal de tampoco saber nada, Mod movió la cabeza de lado, el nuevo joven primo de Joe no entendía tampoco nada pero al igual se rió.

En la zona norte de la ciudad, en los muelles, Makey se encontraba molesto tras el asedio de Gleeson, no le gustaba el hecho, considerado por él absurdo, de verse metido como sospechoso en algo que no tenía nada que ver, su banda no estaba  tras esos golpes, con todo lo sucedido se vio en la necesidad de descender en su lucrativo negocio. A pesar de investigar y ofrecer recompensa, nadie podía dar un indicio de quienes eran esos degenerados que mataron a un enfermo como Joe.

Lo que más le preocupaba era Bass, nunca había tenido buenas relaciones con él, sus pocos encuentros habían terminado en monumentales pleitos por la zona; aunque era sabido por todos que se ocupaba de otro ramo, sus pasos siempre estuvieron tras de él. No deseaba que las relaciones bajaran a ese nivel, siempre su lucha estuvo tacita pero nunca llegó a tales extremos, no era que le temía sino que no quería perder tiempo en eso. Hoy era la enésima vez que era llamado por Gleeson.
-En una ciudad tan grande y no encuentra alguien más que fastidiar- gritó.

 







No hay comentarios:

Publicar un comentario