Al día siguiente, al llegar a la
oficina, Kurtain se encontró con la sorpresa; el agente Richard se preparaba
para ir en busca de las confesiones de la joven secuestrada, recién ahora
podían verla. El secuestro, la posterior muerte de su amiga, el robo del niño
de forma tan violenta; antecedió al shock que evitó que la policía sacara gran
cosa de la nerviosa joven. Tenían que buscar en ella alguna pista de esa muerte
y de posibles muertes subsiguientes.
Aunque ya había declarado algo, no
eran argumentos concisos; por lo que hoy irían a su casa, una lujosa mansión
cercana al centro de la ciudad.
Kurtain puso en orden lo que necesitaba: su
grabadora, papel, lápiz, su arma… hoy no estaba de buen humor; o por lo menos, así
lo percibió Richard, quien prefirió no molestarlo, le dio el itinerario y
fueron en busca de algunas claves que los llevará al principal culpable del
hecho.
Llegaron a la inmensa casa, cuya
estructura estaba envuelta por un gran jardín, con grandes árboles, en su
interior lujosos carros estacionados en el garaje. Tocaron el timbre y, luego
de un tiempo, una señora de origen latino los atendió en la puerta, dieron sus
nombres y a continuación ésta los llevó hasta la parte trasera, en donde lo
esperaba una hermosa joven acompañada de un hombre de algunos cuarenta y tantos
años, sentados en dos extensiones, parte del mobiliario de la piscina.
El elegante sujeto, al verlos se
levantó de su asiento y les indicó unas sillas muy cercanas a él, llevaba un
suéter negro y pantalones de mezclillas algo roído a la usanza de esa época, en
conjunto se veía bastante juvenil, a su lado la joven de muy bellas facciones,
al igual que el padre, elegantemente vestida, pelo muy rubio y ojos claros,
delante ellos una gran piscina trilobulada a manera artística y que formaba el
eje central de todo el espacio. Tomaron asiento los cuatro.
Los dos agentes estuvieron hablando
largo rato con los dos personajes, el padre de la joven parecía estar poseído
de mucha rabia, dolor y frustración. Él contó todo lo sucedido, quería que se
hiciera justicia a toda costa, inclusive expresó que si necesitaban algo de
ayuda, podría contratar mayor personal, estaba resuelto a todo. En cierto
momento del interrogatorio sus ojos se llenaron de lágrimas relatando lo
sucedido, pero aun así se armó de valor y continuó su relato, amaba a su hija y
esperaba que esto se detuviera, no deseaba que ella fuera el blanco de mafias organizadas
en la venta de niños.
-Quien
sabe que querrán esos desgraciados con mi hija y conmigo, -
decía el padre ofuscado- realmente me
desespera el hecho de poder ser víctima de las funestas condiciones que se
encuentra a ciudad por la incompetencia de las autoridades quienes no han
sabido cumplir con la obligación que él pueblo les dio, cuerda de
incompetentes. – seguía explicando el distinguido político.
Pasado un tiempo, tenían todo lo
que necesitaban por ahora, se despidieron y fueron hasta el departamento de
policías.
Richard y Kurtain estaban de
acuerdo al pensar que, aunque se portó muy amable, el padre de la joven
exageraba en su comportamiento, durante el tiempo pasado allí se creyó que
ellos eran un grupo de gánster que matarían a los culpables por la afrenta
hecha, quizás con su dinero estaba acostumbrado a tener todo en poco tiempo;
pero esto era algo que caminaba a su ritmo y nada más. Tendrían que vestirse de
paciencia con tan pertinaz personaje. Nada indicaba hasta ahora, que, a pesar
de que el nombre de Moore apareciera, se tratara de un mismo caso, ni que
estuviera detrás de su hija.
De nuevo en la estación Richard, le
contó a Kurtain como realmente sucedieron las cosas, él le explicaba como hacía
dos semanas recibieron el llamado del señor Henderson, padre de la joven, en
esta llamada informaba en forma altanera y fuera de sí, aspecto que notó
Kurtain no había cambiado en nada, que su hija llevaba dos días desaparecida,
entre otras cosas, comunicó que la última vez que la vio estaba con su amiga,
una joven que había salido “sabía él de donde” y que estaba notablemente
embarazada.
A pesar que el departamento
trabajaba en la muerte de una chica de características similares, al principio,
se creyó que fue una escapada con su novio, una falsa alarma de un padre sobre
protector. Posteriormente fueron a casa del joven que decía ser su novio, un
ranchero de la ciudad de Dallas; mas allí no estaba.
La policía comenzó a investigar y
dieron con un testigo quien vio, por última vez, a las dos jóvenes montar en su
auto, con un sujeto; estos discutían… fue entonces que se encendió la alarma en
todo los departamentos, cuatro días se instalaron en casa de Henderson con el
equipo necesario para dar con un posible secuestrador y la posibilidad de estar
emparentados con la muerte de otra chica la semana anterior.
Mas parecía inútil, no recibían
ninguna llamada que pudiera servir de indicio para la captura de los mismos, al
cuarto día de “monitoreo”, de un hospital cercano llamaron para informar la
localización de una joven en cierto callejón, estaba desmallada y respondía a
las especificaciones que de ella se daban por televisión.
Los agentes y el padre se
trasladaron hacía allá. Y tal como indicaron los médicos, encontraron a la
joven un poco malograda, en un evidente shock, la pasó un poco duro, según pudo
contar en ese entonces, estos sujetos eran profesionales y estuvieron al
pendiente de no dejarse ver por la secuestrada. De su amiga poco podía decir,
fueron separadas y ésta nunca más supo de ella. Hasta que fue hallada muerta,
sin el feto entre su vientre.
Richard también contaba a Kurtain
datos sobre el padre, a quién apodaban en la política, el beisbolista, cosa que
pareció graciosa a Kurtain pero son se atrevía a preguntar por qué, ese apodo
él lo había olvidado hacía ya bastante tiempo:
- …El
padre de la joven es un prominente político;- refería Richard- tiene muchas influencias aquí y está
moviendo altas esferas para llegar al fondo del asunto, no escatima esfuerzos.
No quiere que su hija vuelva a ser blanco de los secuestradores. Tiene conexiones con casi todo el país y
está volviendo loca a la policía. A la par de secuestro de su hija, no se
calló; por el contrario lo dijo a “vox
populi” en prensa, radio y televisión. Quería encontrar a su hija, pese a
lo que fuera, trato de incompetentes a las autoridades, llamaba a la protesta
en masa por una policía más capaz. Parecía una campaña por la elección. Culpaba
a todos sus adversarios. Utilizándonos para cumplir su cometido, no se detuvo
en nada.
Muchos altos dirigentes estuvieron pendiente
de la evolución del secuestro, a diario salía en las noticias, pidiendo por
favor le fuese devuelta su hija, su popularidad aumento como la espuma. En
cuando al desarrollo de las pistas que llevarían a la solución del caso, en eso
sí fue acomedido y se mostró cooperador en todo momento.
Un
dato que pudo dar la joven fue lo referente a un nombre que escuchó, Dr. Moore,
buscamos cualquier referencia acerca del sujeto y llagamos a el sonado caso de
utilización de clínicas para la venta de niños, investigamos todo lo referente
a eso y así nos llevó a ustedes-
señaló a Kurtain- tú nombre al igual que
ese tal Hudson, estaban allí, así que fue el mismo Sr. Henderson quien solicitó
tu estancia en el lugar, solamente tuvo que mover algunas piezas y zas, te hallabas en este
sitio-, luego hizo con las manos un moviendo tembloroso para indicar
cautela-. Cuando mi compañera supo que
otro agente estaría en la investigación entró en furia, comenzó a dar gritos
quejándose; ella era suficiente para ocuparse del caso. Y en eso tiene razón es
muy competente y extremadamente capaz, el que tú estés acá la predispone, no la
he vuelto ver sonreír desde que le dijeron la fatal noticia,- Richard se
rió, porque pensó en la cara de Caroline si lo escuchara apuntar lo que había
dicho- sólo quiere verlo a usted poco
menos que muerto. Pero… no se lo crea, es buena persona - Trató de suavizar
su comentario- Sólo que es natural que
sienta un poco de miedo por todo lo que usted representa para el caso, si me
entiende lo que quiero decir.
En ese instante llegó Caroline,
algo fastidia por lo obstruido de la situación, poco faltó para escuchar lo que
Richard había contado, los dos la quedaron viendo y ella se sonrojó; sabían que
hablaban de ella, pasaron al lugar donde tenían el bosquejo de las pistas
ubicado en un sótano de la estación de policía, comenzaron a hacer una lluvia
de ideas con todo lo que tenían; pero nada podía llevarlos a nada. Pensaban en
la posibilidad de que el mismo grupo de impíos estuvieran tras esta nueva
oleada de secuestros, era demasiada coincidencia, dos en un mes bajo las mismas
condiciones de los casos en San Francisco era algo al considerar, aunque le
costara admitirlo.
En los ordenadores buscaban algo que les
sirviera, entre otras cosas buscaron, más información sobre Dr. Moore, aunque
ya lo habían hecho, querían nueva información… varias clínicas en su poder y
una fotografía del referido.
Según pudo notar Kurtain, no era
muy parecido a su hermano, su rostro era más delgado que el de Rhode Moore, su
pelo rojizo y más o menos largo, pero sus ojos eran igual de azules y con su
piel blanca, se podría decir que este parecía como de aspecto irlandés. En la
foto salía con cara muy risueña, abrazado a la que seguro era su esposa, una
joven bastante atractiva, lo que le recordó a la hermosa mujer que fue eje
central de los conflictos en San Francisco.
Según pudieron conocer por estos
datos se encontraba en Nueva York, desde donde dirigía el grupo de clínicas a
su cargo, también descubrieron un artículo con las declaraciones que dio
después de la muerte de su hermano y su participación en clínicas de comercio
humano, en el reportaje acusaba a Rhode de ser una persona con problemas
mentales, eran de padres diferentes, se criaron solamente parte de su vida
juntos, así que no tenían conexión alguna, pero Kurtain sabía que no era así,
sabía que era el cabecilla y que no habían terminado ese tan lucrativo negocio.
En otra foto se encontraba en el
funeral de Rhode, vestido de negro, su mirada trasmitía odio, haciendo
contraste con las otras halladas en donde se veía la cara de un hombre muy
jovial. Él tenía varias propiedades a largo de todo el país. Kurtain en un
momento se cansó de tanta información basura. Ni siquiera podían dar fe que
este personaje estuviera tras este nuevo secuestro.
Al llegar la noche, los tres
estaban agotados, se quedaron algo más de la hora. Al salir del sótano, sólo se
hallaban las personas de guardia en la estación de la policía, pasaron por la
oficina tomando sus cosas y se largaron.
En la resección de la policía,
había otra chica mucho más joven que Caroline, cuando Kurtain pasó a su lado
ésta lo saludó con mucha coquetería, lo que causo disgusto en Baldwin y risa en
Richard. Kurtain le devolvió el saludo, ya la había visto antes cuando llegó a
la estación, en esa oportunidad se portó muy amable con él y eso él lo
apreciaba. Quedó rezagado de los dos compañeros, hablando con la agraciada
señorita. Caroline sin poder evitarlo entró en cólera. Luego lo pensó mejor y
se rió de su comportamiento. Su mente trabaja muy rápido. No podía evitarlo.
Kurtain no conocía la ciudad, nunca
había estado en ella; así que quiso salir en la noche y visitar ciertos
lugares, la noche pasada sólo en la nueva casa le trajo demasiados sinsabores
que quería olvidar. Estar de nuevo allá seguramente lo volvería loco. Recordaba
la noche en vela y el recuerdo de Hudson.
Richard se ofreció para
acompañarlo, de igual modo lo hizo Caroline, quien no quería que pasara algo
que pudiese perderse, tenía que estar en todo, no se vería desplazada tan
fácilmente por el “Superkurtain”, trabajaría tiempo extra si esto era posible.
Esta situación le causaba mucha gracia a Kurtain, que veía esta irracional
competencia muy cómica, él no estaba aquí para ocupar su puesto, ni nada que se
le pareciera, sólo quería terminar con todo para regresar a su disuelto
matrimonio y su abandonado trabajo, el cual consideraba mucho más de peso que
estar investigado la vida de niñas ricas de papá. Esperaba que este caso nada
tuviera que ver Susan White ni con el hermano de Rhode y así poderse largar de
una buena vez. Empero, tal como marchaban las cosas, la resolución de este tema,
probablemente, llevaría más tiempo del que él había estipulado, maldecía por lo
atado que se sentía.
Decidió sacarle el mayor partido de
salir con Caroline. Ella no era nada despreciable por el contrario era una
mujer excepcional. Muy pronto el agente se hizo dueño de los lugares, unos
cuantos tragos lo hicieron volver a estar a gusto en una nueva ciudad.
Tenía mucho tiempo que no salía a
divertirse, los tres lo pasaron muy bien, aunque durante la noche, Caroline,
mantuvo la misma actitud cerrada que en su primer encuentro con Kurtain. El
recién llegado agente podía notar que quizás nunca conquistaría la fiera que
tenía por compañera.
Sentados en la mesa de una muy
bonita tasca, Caroline se atrevió a preguntar a Kurtain por la razón que lo
llevó a irse de San Francisco, todo esto lo hacía buscando la manera de que le
hablara de lo que realmente paso con Hudson, tenía mucho interés en este
particular, estaba envuelta en el fantasma de su antigua relación y deseaba
hablar de algo en lo que ella era muy versada; porque, al igual que Kurtain, le
había dedicado mucho tiempo a pensarlo. La conversación de Kurtain no tomó el
rumbo que ella esperaba; contó sobre su casamiento y la urgencia de su esposa
por mudarse a Los Ángeles, refirió que fueron momentos muy intensos en su vida
y que quizás, muy a su pesar, estaban llegando a su final, nada podría volver a
traerlos al presente.
Ella no entendía la negativa de que
Kurtain contará lo que ella quería saber; hizo de nuevo la pregunta de otra
forma:
-Pero,
¿tenías amigos allá no? – y lo miró fijamente. Kurtain se rió
puesto que sospechó por donde iba. Sabía que no se le escapaba nada. No
entendió su insistencia en conocer lo ocurrido con Hudson. Pero esas eran aguas
que él no estaba dispuesto a transitar; de modo que desvió nuevamente la
plática.
-
Sí, pero el trabajo de Alissa fue una gran oportunidad que no debía desaprovechar
por nada en el mundo, así que me fui cuando se dio la oportunidad, en Los
Ángeles me fue muy bien y conocí muy buena personas, los amigos no se cambian;
sólo se agregan nuevos…-, cansada, no siguió intentando
buscar el porqué de esa ruptura tan abrupta con Hudson. Se limitó a disfrutar
la noche y de las ocurrencias de Richard, quien se hizo muy amigo de Kurtain.
Él contaba cosas graciosas sobre
algunos hechos ocurridos en el departamento de policías, y aunque Caroline, a
pesar de que llevaba cierto tiempo trabajando con Richard, nunca lo conoció tan
jocoso como ahora, siempre pensó que era bastante serio por lo menos con ella
lo era. Esta nueva faceta le era desconocida, seguramente estaba igual que ella
tratando de tantear la situación, pero a su manera, aceptando la nueva idea de
un agregado en su trabajo. No así ella, para quien el cambio no era aceptado
tan de buena gana.
Al ver el grado de confianza que se
produjo en los dos, no pudo, menos, que sentirse un poco celosa, se sintió un
poco relegada, nunca había tenido que hablar sobre otras cosas que no fuese del
trabajo, se imaginó que era cosas de hombres. En cierto momento de la noche
miró a Kurtain y pensó en la posibilidad de que se quedara, la dinámica de
investigación tomaba otro sentido con él acá. Sus miedos anteriores, tal vez,
eran injustificados de alguna manera o era el alcohol que desinhibía toda su
mente, no estaba segura.
Aun así no podía dejar de estar
alerta a cualquier avance de este inquietante personaje. No era igual a Sullivan,
su antiguo compañero, arquetipo con el cual comparaba a todos los hombres,
Kurtain era, más bien, de tipo razonador y de ningún modo aventurero como lo
era su antiguo compañero y esposo. Tendría que esperar para levantar juicios
sobre la persona que tenía en el frente y que se reía ante ella como sí se
tratara de un niño que pedía “cuídame”. No podía dejar que una ilusión la
arrastrara de nuevo hacia la nada. Debía estar muy centrada. No dejarse
arrastrar.
Kurtain, por su parte, se sentía
alegre, quería pensar que este nuevo lugar sería muy bueno para olvidar su
divorcio, los problemas con su mujer y, aunque él le costara aceptarlo, el
pequeño engrana que aún representaba el nombre de Chris Hudson en su cabeza
como un dolor de muelas en sus inicios que, aunque no es constante, permanece
como síntoma que el caos se aproxima.
La agente Caroline resultó ser un
cofre de sorpresas, le intrigaba y, porque no decirlo, le excitaba un poco, ya
otras veces se había enfrentado a este tipo de atracción, era de poder, quería
sentirse poderoso delante de ella, quería demostrar su superioridad. Pero no como un fuego que el quemaba sino
como una posibilidad de anexar esta nueva conquista a un mundo amoroso que se
detuvo en cero hacía ya diez años, justo el momento que Hudson lo besó y
acarició por última vez.
A cierta hora de la noche decidió bailar y así
lo hizo del brazo de su nueva compañera, quien estaba dispuesta a dejarse
conquistar por tan atractivo hombre, mismo que hecho por los suelos sus
pensamientos de un pedante, sabelotodo y arrogante policía de San Francisco.
La noche estaba alegre, la música a
un nivel agradable y la compañía no podía estar mejor. Así que sobrecogidos por
el sonido de la nueva ciudad se entregaban al disfrute. Encendió su celular y
un mensaje lo hizo alumbrar, quizás había sido enviado temprano…
“Espero se
encuentre bien y su ataque de pánico en la nueva ciudad pasara, esta ciudad
algunas veces puede resultar intimidante” – Kurtain lo pensó y
recordó que había dado el teléfono al guapo en extremo sujeto que lo ayudo al
llegar, embriagado contesto el mensaje, después de enviarlo se percató de la
hora y de error que cometió, quería regresar el mensaje ir por él a través del
cable, hacer algo… en él decía:
“Gracias, no
podía estar mejor con tan interesante enfermero”… no
recibió respuesta.
Listo el segundo capitulo de Hudson, Kurtain llega a una nueva ciudad donde la sombra de Hudson lo amenaza a cada instante mientras se preparar para el inminente choque... <3
ResponderEliminarporfa dime que hudson aparese en algun momento he estado esperando que aparesca en algun momentot
ResponderEliminarClaro, Hudson viene a recuperar lo que es suyo, el amor de Kurtain pero no sé que pasara, veo a Kurtain muy mal, tratando de borrar el recuerdo de Hudson,..tratando de borrar la pesadilla de su vida... No te pierdas el próximo miércoles, capitulo 3...muchas cosas por pasar en la vida de Kurtain
EliminarChicos y Chicas cuando puedan me comentan si la pagina les parece pesada; si cargan rápido... que a mi me parece bien, pero no lo se, si en todas las Pc es así...
ResponderEliminaruyyyy papa ya a kurtain se le esta saliendo la puteria y sin querer pero queriendo jejejej que emoción cada capitulo
ResponderEliminarJajaja.. , si encontraras muchos aspectos que desconocías de Kurtain en este segundo libro, al fin y al cabo todos somos humanos... y Hudson que se vaya a Chingada... próximos capítulos... un abrazooo... jejjee y sigue comentándonos... Gracias... ;)
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