2. Un Extraño Secuestro


Al día siguiente, al llegar a la oficina, Kurtain se encontró con la sorpresa; el agente Richard se preparaba para ir en busca de las confesiones de la joven secuestrada, recién ahora podían verla. El secuestro, la posterior muerte de su amiga, el robo del niño de forma tan violenta; antecedió al shock que evitó que la policía sacara gran cosa de la nerviosa joven. Tenían que buscar en ella alguna pista de esa muerte y de posibles muertes subsiguientes. 



Aunque ya había declarado algo, no eran argumentos concisos; por lo que hoy irían a su casa, una lujosa mansión cercana al centro de la ciudad.

 Kurtain puso en orden lo que necesitaba: su grabadora, papel, lápiz, su arma… hoy no estaba de buen humor; o por lo menos, así lo percibió Richard, quien prefirió no molestarlo, le dio el itinerario y fueron en busca de algunas claves que los llevará al principal culpable del hecho. 

Llegaron a la inmensa casa, cuya estructura estaba envuelta por un gran jardín, con grandes árboles, en su interior lujosos carros estacionados en el garaje. Tocaron el timbre y, luego de un tiempo, una señora de origen latino los atendió en la puerta, dieron sus nombres y a continuación ésta los llevó hasta la parte trasera, en donde lo esperaba una hermosa joven acompañada de un hombre de algunos cuarenta y tantos años, sentados en dos extensiones, parte del mobiliario de la piscina. 

El elegante sujeto, al verlos se levantó de su asiento y les indicó unas sillas muy cercanas a él, llevaba un suéter negro y pantalones de mezclillas algo roído a la usanza de esa época, en conjunto se veía bastante juvenil, a su lado la joven de muy bellas facciones, al igual que el padre, elegantemente vestida, pelo muy rubio y ojos claros, delante ellos una gran piscina trilobulada a manera artística y que formaba el eje central de todo el espacio. Tomaron asiento los cuatro.

Los dos agentes estuvieron hablando largo rato con los dos personajes, el padre de la joven parecía estar poseído de mucha rabia, dolor y frustración. Él contó todo lo sucedido, quería que se hiciera justicia a toda costa, inclusive expresó que si necesitaban algo de ayuda, podría contratar mayor personal, estaba resuelto a todo. En cierto momento del interrogatorio sus ojos se llenaron de lágrimas relatando lo sucedido, pero aun así se armó de valor y continuó su relato, amaba a su hija y esperaba que esto se detuviera, no deseaba que ella fuera el blanco de mafias organizadas en la venta de niños.
-Quien sabe que querrán esos desgraciados con mi hija y conmigo, - decía el padre ofuscado- realmente me desespera el hecho de poder ser víctima de las funestas condiciones que se encuentra a ciudad por la incompetencia de las autoridades quienes no han sabido cumplir con la obligación que él pueblo les dio, cuerda de incompetentes. – seguía explicando el distinguido político.

Pasado un tiempo, tenían todo lo que necesitaban por ahora, se despidieron y fueron hasta el departamento de policías.

Richard y Kurtain estaban de acuerdo al pensar que, aunque se portó muy amable, el padre de la joven exageraba en su comportamiento, durante el tiempo pasado allí se creyó que ellos eran un grupo de gánster que matarían a los culpables por la afrenta hecha, quizás con su dinero estaba acostumbrado a tener todo en poco tiempo; pero esto era algo que caminaba a su ritmo y nada más. Tendrían que vestirse de paciencia con tan pertinaz personaje. Nada indicaba hasta ahora, que, a pesar de que el nombre de Moore apareciera, se tratara de un mismo caso, ni que estuviera detrás de su hija. 

De nuevo en la estación Richard, le contó a Kurtain como realmente sucedieron las cosas, él le explicaba como hacía dos semanas recibieron el llamado del señor Henderson, padre de la joven, en esta llamada informaba en forma altanera y fuera de sí, aspecto que notó Kurtain no había cambiado en nada, que su hija llevaba dos días desaparecida, entre otras cosas, comunicó que la última vez que la vio estaba con su amiga, una joven que había salido “sabía él de donde” y que estaba notablemente embarazada.

A pesar que el departamento trabajaba en la muerte de una chica de características similares, al principio, se creyó que fue una escapada con su novio, una falsa alarma de un padre sobre protector. Posteriormente fueron a casa del joven que decía ser su novio, un ranchero de la ciudad de Dallas; mas allí no estaba.

La policía comenzó a investigar y dieron con un testigo quien vio, por última vez, a las dos jóvenes montar en su auto, con un sujeto; estos discutían… fue entonces que se encendió la alarma en todo los departamentos, cuatro días se instalaron en casa de Henderson con el equipo necesario para dar con un posible secuestrador y la posibilidad de estar emparentados con la muerte de otra chica la semana anterior. 

Mas parecía inútil, no recibían ninguna llamada que pudiera servir de indicio para la captura de los mismos, al cuarto día de “monitoreo”, de un hospital cercano llamaron para informar la localización de una joven en cierto callejón, estaba desmallada y respondía a las especificaciones que de ella se daban por televisión.

Los agentes y el padre se trasladaron hacía allá. Y tal como indicaron los médicos, encontraron a la joven un poco malograda, en un evidente shock, la pasó un poco duro, según pudo contar en ese entonces, estos sujetos eran profesionales y estuvieron al pendiente de no dejarse ver por la secuestrada. De su amiga poco podía decir, fueron separadas y ésta nunca más supo de ella. Hasta que fue hallada muerta, sin el feto entre su vientre.

Richard también contaba a Kurtain datos sobre el padre, a quién apodaban en la política, el beisbolista, cosa que pareció graciosa a Kurtain pero son se atrevía a preguntar por qué, ese apodo él lo había olvidado hacía ya bastante tiempo:
 - …El padre de la joven es un prominente político;- refería Richard- tiene muchas influencias aquí y está moviendo altas esferas para llegar al fondo del asunto, no escatima esfuerzos. No quiere que su hija vuelva a ser blanco de los secuestradores. Tiene conexiones con casi todo el país y está volviendo loca a la policía. A la par de secuestro de su hija, no se calló; por el contrario lo dijo a “vox populi” en prensa, radio y televisión. Quería encontrar a su hija, pese a lo que fuera, trato de incompetentes a las autoridades, llamaba a la protesta en masa por una policía más capaz. Parecía una campaña por la elección. Culpaba a todos sus adversarios. Utilizándonos para cumplir su cometido, no se detuvo en nada. 

 Muchos altos dirigentes estuvieron pendiente de la evolución del secuestro, a diario salía en las noticias, pidiendo por favor le fuese devuelta su hija, su popularidad aumento como la espuma. En cuando al desarrollo de las pistas que llevarían a la solución del caso, en eso sí fue acomedido y se mostró cooperador en todo momento.

Un dato que pudo dar la joven fue lo referente a un nombre que escuchó, Dr. Moore, buscamos cualquier referencia acerca del sujeto y llagamos a el sonado caso de utilización de clínicas para la venta de niños, investigamos todo lo referente a eso  y así  nos llevó a ustedes- señaló a Kurtain- tú nombre al igual que ese tal Hudson, estaban allí, así que fue el mismo Sr. Henderson quien solicitó tu estancia en el lugar, solamente tuvo que mover  algunas piezas y zas, te hallabas en este sitio-, luego hizo con las manos un moviendo tembloroso para indicar cautela-. Cuando mi compañera supo que otro agente estaría en la investigación entró en furia, comenzó a dar gritos quejándose; ella era suficiente para ocuparse del caso. Y en eso tiene razón es muy competente y extremadamente capaz, el que tú estés acá la predispone, no la he vuelto ver sonreír desde que le dijeron la fatal noticia,- Richard se rió, porque pensó en la cara de Caroline si lo escuchara apuntar lo que había dicho- sólo quiere verlo a usted poco menos que muerto. Pero… no se lo crea, es buena persona - Trató de suavizar su comentario- Sólo que es natural que sienta un poco de miedo por todo lo que usted representa para el caso, si me entiende lo que quiero decir.

En ese instante llegó Caroline, algo fastidia por lo obstruido de la situación, poco faltó para escuchar lo que Richard había contado, los dos la quedaron viendo y ella se sonrojó; sabían que hablaban de ella, pasaron al lugar donde tenían el bosquejo de las pistas ubicado en un sótano de la estación de policía, comenzaron a hacer una lluvia de ideas con todo lo que tenían; pero nada podía llevarlos a nada. Pensaban en la posibilidad de que el mismo grupo de impíos estuvieran tras esta nueva oleada de secuestros, era demasiada coincidencia, dos en un mes bajo las mismas condiciones de los casos en San Francisco era algo al considerar, aunque le costara admitirlo.

 En los ordenadores buscaban algo que les sirviera, entre otras cosas buscaron, más información sobre Dr. Moore, aunque ya lo habían hecho, querían nueva información… varias clínicas en su poder y una fotografía del referido.

Según pudo notar Kurtain, no era muy parecido a su hermano, su rostro era más delgado que el de Rhode Moore, su pelo rojizo y más o menos largo, pero sus ojos eran igual de azules y con su piel blanca, se podría decir que este parecía como de aspecto irlandés. En la foto salía con cara muy risueña, abrazado a la que seguro era su esposa, una joven bastante atractiva, lo que le recordó a la hermosa mujer que fue eje central de los conflictos en San Francisco.

Según pudieron conocer por estos datos se encontraba en Nueva York, desde donde dirigía el grupo de clínicas a su cargo, también descubrieron un artículo con las declaraciones que dio después de la muerte de su hermano y su participación en clínicas de comercio humano, en el reportaje acusaba a Rhode de ser una persona con problemas mentales, eran de padres diferentes, se criaron solamente parte de su vida juntos, así que no tenían conexión alguna, pero Kurtain sabía que no era así, sabía que era el cabecilla y que no habían terminado ese tan lucrativo negocio.

En otra foto se encontraba en el funeral de Rhode, vestido de negro, su mirada trasmitía odio, haciendo contraste con las otras halladas en donde se veía la cara de un hombre muy jovial. Él tenía varias propiedades a largo de todo el país. Kurtain en un momento se cansó de tanta información basura. Ni siquiera podían dar fe que este personaje estuviera tras este nuevo secuestro.

Al llegar la noche, los tres estaban agotados, se quedaron algo más de la hora. Al salir del sótano, sólo se hallaban las personas de guardia en la estación de la policía, pasaron por la oficina tomando sus cosas y se largaron.

En la resección de la policía, había otra chica mucho más joven que Caroline, cuando Kurtain pasó a su lado ésta lo saludó con mucha coquetería, lo que causo disgusto en Baldwin y risa en Richard. Kurtain le devolvió el saludo, ya la había visto antes cuando llegó a la estación, en esa oportunidad se portó muy amable con él y eso él lo apreciaba. Quedó rezagado de los dos compañeros, hablando con la agraciada señorita. Caroline sin poder evitarlo entró en cólera. Luego lo pensó mejor y se rió de su comportamiento. Su mente trabaja muy rápido. No podía evitarlo.

Kurtain no conocía la ciudad, nunca había estado en ella; así que quiso salir en la noche y visitar ciertos lugares, la noche pasada sólo en la nueva casa le trajo demasiados sinsabores que quería olvidar. Estar de nuevo allá seguramente lo volvería loco. Recordaba la noche en vela y el recuerdo de Hudson.

Richard se ofreció para acompañarlo, de igual modo lo hizo Caroline, quien no quería que pasara algo que pudiese perderse, tenía que estar en todo, no se vería desplazada tan fácilmente por el “Superkurtain”, trabajaría tiempo extra si esto era posible. Esta situación le causaba mucha gracia a Kurtain, que veía esta irracional competencia muy cómica, él no estaba aquí para ocupar su puesto, ni nada que se le pareciera, sólo quería terminar con todo para regresar a su disuelto matrimonio y su abandonado trabajo, el cual consideraba mucho más de peso que estar investigado la vida de niñas ricas de papá. Esperaba que este caso nada tuviera que ver Susan White ni con el hermano de Rhode y así poderse largar de una buena vez. Empero, tal como marchaban las cosas, la resolución de este tema, probablemente, llevaría más tiempo del que él había estipulado, maldecía por lo atado que se sentía.

Decidió sacarle el mayor partido de salir con Caroline. Ella no era nada despreciable por el contrario era una mujer excepcional. Muy pronto el agente se hizo dueño de los lugares, unos cuantos tragos lo hicieron volver a estar a gusto en una nueva ciudad.

Tenía mucho tiempo que no salía a divertirse, los tres lo pasaron muy bien, aunque durante la noche, Caroline, mantuvo la misma actitud cerrada que en su primer encuentro con Kurtain. El recién llegado agente podía notar que quizás nunca conquistaría la fiera que tenía por compañera.

Sentados en la mesa de una muy bonita tasca, Caroline se atrevió a preguntar a Kurtain por la razón que lo llevó a irse de San Francisco, todo esto lo hacía buscando la manera de que le hablara de lo que realmente paso con Hudson, tenía mucho interés en este particular, estaba envuelta en el fantasma de su antigua relación y deseaba hablar de algo en lo que ella era muy versada; porque, al igual que Kurtain, le había dedicado mucho tiempo a pensarlo. La conversación de Kurtain no tomó el rumbo que ella esperaba; contó sobre su casamiento y la urgencia de su esposa por mudarse a Los Ángeles, refirió que fueron momentos muy intensos en su vida y que quizás, muy a su pesar, estaban llegando a su final, nada podría volver a traerlos al presente.

Ella no entendía la negativa de que Kurtain contará lo que ella quería saber; hizo de nuevo la pregunta de otra forma:
-Pero, ¿tenías amigos allá no? – y lo miró fijamente. Kurtain se rió puesto que sospechó por donde iba. Sabía que no se le escapaba nada. No entendió su insistencia en conocer lo ocurrido con Hudson. Pero esas eran aguas que él no estaba dispuesto a transitar; de modo que desvió nuevamente la plática.
- Sí, pero el trabajo de Alissa fue una gran oportunidad que no debía desaprovechar por nada en el mundo, así que me fui cuando se dio la oportunidad, en Los Ángeles me fue muy bien y conocí muy buena personas, los amigos no se cambian; sólo se agregan nuevos…-, cansada, no siguió intentando buscar el porqué de esa ruptura tan abrupta con Hudson. Se limitó a disfrutar la noche y de las ocurrencias de Richard, quien se hizo muy amigo de Kurtain.

Él contaba cosas graciosas sobre algunos hechos ocurridos en el departamento de policías, y aunque Caroline, a pesar de que llevaba cierto tiempo trabajando con Richard, nunca lo conoció tan jocoso como ahora, siempre pensó que era bastante serio por lo menos con ella lo era. Esta nueva faceta le era desconocida, seguramente estaba igual que ella tratando de tantear la situación, pero a su manera, aceptando la nueva idea de un agregado en su trabajo. No así ella, para quien el cambio no era aceptado tan de buena gana.

Al ver el grado de confianza que se produjo en los dos, no pudo, menos, que sentirse un poco celosa, se sintió un poco relegada, nunca había tenido que hablar sobre otras cosas que no fuese del trabajo, se imaginó que era cosas de hombres. En cierto momento de la noche miró a Kurtain y pensó en la posibilidad de que se quedara, la dinámica de investigación tomaba otro sentido con él acá. Sus miedos anteriores, tal vez, eran injustificados de alguna manera o era el alcohol que desinhibía toda su mente, no estaba segura.

Aun así no podía dejar de estar alerta a cualquier avance de este inquietante personaje. No era igual a Sullivan, su antiguo compañero, arquetipo con el cual comparaba a todos los hombres, Kurtain era, más bien, de tipo razonador y de ningún modo aventurero como lo era su antiguo compañero y esposo. Tendría que esperar para levantar juicios sobre la persona que tenía en el frente y que se reía ante ella como sí se tratara de un niño que pedía “cuídame”. No podía dejar que una ilusión la arrastrara de nuevo hacia la nada. Debía estar muy centrada. No dejarse arrastrar.

Kurtain, por su parte, se sentía alegre, quería pensar que este nuevo lugar sería muy bueno para olvidar su divorcio, los problemas con su mujer y, aunque él le costara aceptarlo, el pequeño engrana que aún representaba el nombre de Chris Hudson en su cabeza como un dolor de muelas en sus inicios que, aunque no es constante, permanece como síntoma que el caos se aproxima.

La agente Caroline resultó ser un cofre de sorpresas, le intrigaba y, porque no decirlo, le excitaba un poco, ya otras veces se había enfrentado a este tipo de atracción, era de poder, quería sentirse poderoso delante de ella, quería demostrar su superioridad.  Pero no como un fuego que el quemaba sino como una posibilidad de anexar esta nueva conquista a un mundo amoroso que se detuvo en cero hacía ya diez años, justo el momento que Hudson lo besó y acarició por última vez.

 A cierta hora de la noche decidió bailar y así lo hizo del brazo de su nueva compañera, quien estaba dispuesta a dejarse conquistar por tan atractivo hombre, mismo que hecho por los suelos sus pensamientos de un pedante, sabelotodo y arrogante policía de San Francisco.

La noche estaba alegre, la música a un nivel agradable y la compañía no podía estar mejor. Así que sobrecogidos por el sonido de la nueva ciudad se entregaban al disfrute. Encendió su celular y un mensaje lo hizo alumbrar, quizás había sido enviado temprano…
“Espero se encuentre bien y su ataque de pánico en la nueva ciudad pasara, esta ciudad algunas veces puede resultar intimidante” – Kurtain lo pensó y recordó que había dado el teléfono al guapo en extremo sujeto que lo ayudo al llegar, embriagado contesto el mensaje, después de enviarlo se percató de la hora y de error que cometió, quería regresar el mensaje ir por él a través del cable, hacer algo… en él decía:
“Gracias, no podía estar mejor con tan interesante enfermero”… no recibió respuesta.


6 comentarios:

  1. Listo el segundo capitulo de Hudson, Kurtain llega a una nueva ciudad donde la sombra de Hudson lo amenaza a cada instante mientras se preparar para el inminente choque... <3

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  2. porfa dime que hudson aparese en algun momento he estado esperando que aparesca en algun momentot

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    1. Claro, Hudson viene a recuperar lo que es suyo, el amor de Kurtain pero no sé que pasara, veo a Kurtain muy mal, tratando de borrar el recuerdo de Hudson,..tratando de borrar la pesadilla de su vida... No te pierdas el próximo miércoles, capitulo 3...muchas cosas por pasar en la vida de Kurtain

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  3. Chicos y Chicas cuando puedan me comentan si la pagina les parece pesada; si cargan rápido... que a mi me parece bien, pero no lo se, si en todas las Pc es así...

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  4. uyyyy papa ya a kurtain se le esta saliendo la puteria y sin querer pero queriendo jejejej que emoción cada capitulo

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    1. Jajaja.. , si encontraras muchos aspectos que desconocías de Kurtain en este segundo libro, al fin y al cabo todos somos humanos... y Hudson que se vaya a Chingada... próximos capítulos... un abrazooo... jejjee y sigue comentándonos... Gracias... ;)

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